Capítulo 1. Parte 1.

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Southampton, Inglaterra 1815
____ presionó los dedos contra su boca para evitar gritar al ver al hombre y a la mujer que se retorcían juntos en las sábanas enredadas. Los muslos rollizos de Daisy rodeaban las caderas del hombre que empujaba sin descanso dentro de ella. El ritmo violento de los empujones hacía chirriar el armazón de hierro de la cama mientras Daisy gemía y gritaba su nombre.
____ supo que debía alejarse de la puerta entreabierta; sin embargo no podía quitar la mirada de la actividad frenéti¬ca de la cama. Sentía escozor en la piel y el corazón le latía con fuerza contra los pechos.
Cuando Daisy gritó y se retorció como si estuviera sufriendo un ataque, un pequeño sonido escapó de los labios de ____. Para su horror, el hombre que estaba sobre Daisy se incorporó como si hubiera oído algo. Giró la cabeza y sus ojos miraron fijamente los de ella. ____ se dio la vuelta y se marchó, ajustó el mantón alrededor de sus hombros y se fue dando traspiés por el pasillo. Acababa de apoyar la mano sobre la puerta del descansillo cuando unos pasos detrás de ella la hicieron detenerse.
-¿Lo habéis disfrutado?
La voz alegre de Harry Styles interrumpió la retirada apresurada de ____. De mala gana, se volvió para desafiado. Él se acercaba mientras introducía la camisa blanca dentro de sus pantalones desabrochados. La chaqueta, el chaleco y el pañuelo de cuello colgaban de su brazo. Un débil brillo de sudor le cubría la piel morena, testimonio del reciente esfuerzo.
____ se irguió por completo.
-No hubo ninguna cuestión de placer, milord. Solo confirmaba mis sospechas de que no es un compañero adecuado para mi hermana menor.
Ahora Harry se encontraba lo suficientemente cerca como para que ____ mirara fijamente sus ojos violáceos. Era el hombre más hermoso que había visto. Su cuerpo era tan grácil como una escultura griega, y se movía como un bailarín agraciado. Aunque desconfiaba de él, ansiaba alargar la mano y acariciarle el carnoso labio inferior solo para comprobar que era real. Su cabello era de un intenso marrón castaño con unos rulos hermsos, sujetado hacia atrás con una cinta de seda negra. Era un estilo pasado de moda, pero le quedaba bien.
Él arqueó una ceja. Cada movimiento que hacía era tan refinado que ella sospechaba que practicaba cada uno de ellos frente al espejo hasta perfeccionarlos. El cuello abierto de la camisa dejaba ver la mitad de una moneda de color bronce ensartada en un cordón de cuero que seducía en el espesor del vello de su pecho.
-Los hombres tienen... necesidades, señorita Harrison. Estoy seguro de que vuestra hermana es consciente de eso.
Mientras él se acercaba más, ____ intentaba respirar de manera superficial. Su perfume a cítricos estaba acentuado por otro olor más poderoso e inaprensible que suponía se debía al sexo. Nunca había imaginado que hacer el amor tuviera un olor particular. Siempre había creído que la procreación era una cuestión tranquila y pacífica en la privacidad de una cama matrimonial, no la cópula primitiva, bulliciosa y exuberante que acababa de presenciar.
-Mi hermana es una dama, Harry Styles. ¿Qué sabrá ella sobre los deseos masculinos?
-Lo suficiente para saber que un hombre busca herederos y obediencia de su esposa, y placer de su amante.
Sintió una ráfaga de ira en nombre de su hermana. -Quizá se merezca más. Personalmente, no se me ocurre nada peor que estar atrapada en un matrimonio como ese.
Sus extraordinarios ojos chispeaban con interés mientras parecía advertir su ropa de dormir y sus pies descalzos por primera vez. ____ retrocedió con cautela hacia la puerta. Él movió el cuerpo para obstruirle la salida.
-¿Es esa la razón por la que frecuentáis el ala de los criados en plena noche? ¿Habéis decidido arriesgar todo por el amor de un hombre común?
____ se sonrojó y se sujetó con fuerza la mantilla contra los pechos.
-He venido a comprobar si lo que me había dicho mi criada era verdad.
-¡Vaya! -Volvió a echar una ojeada al pasillo - ¿Daisy es vuestra criada? -Le hizo una reverencia elegante - Considéreme verdaderamente comprometido. ¿Qué pensáis hacer? ¿Insistir en que contraiga matrimonio con ella? ¿Ir a contárselo a vuestro padre?
Le lanzó una mirada de odio. ¿Cómo podría decirle a su padre que el hombre al que consideraba un protegido era un libertino licencioso? Y por otra parte estaba la cuestión de la inmensa riqueza de Harry Styles. Las empresas de transporte marítimo de su padre no habían ido bien en los últimos años.
Se relamió. La mirada interesada de él siguió el movimiento de su lengua.
-Mi padre tiene muy buen concepto de vos. Estaba encantado cuando os ofrecisteis para contraer matrimonio con una de sus hijas.
Apoyó el hombro contra la pared y la observó, con la expresión seria.
-Le debo mi vida a vuestro padre. Contraería matrimonio con las tres si estuviera permitido en este país.
-Afortunadamente para vos, no lo está -le espetó ____. El rostro de él continuaba con la expresión perezosa y burlona a la que ella había llegado a temer - En cuanto a mi propósito, pensé en apelar a lo mejor de vos. Quería pediros que no deshonréis a mi hermana teniendo una amante después de la boda y que permanezcáis fiel a vuestros votos.
La miró fijo por un largo rato y, luego, comenzó a reír. -¿Esperáis que permanezca fiel a vuestra hermana para siempre? -Sus ojos se oscurecieron para dejar ver un vestigio de acero-. ¿A cambio de qué?
-No le diré a mi padre nada sobre vuestro comportamiento deshonroso de esta noche. Se decepcionaría mucho de vos.
Su sonrisa desapareció. Se acercó tanto que sus botas rozaron los dedos descalzos de ____.
-Eso es chantaje. Y no tendréis ni la más remota manera de saber si cumplo con mi palabra o no.
____ esbozó una pequeña sonrisa triunfante.
-¿Entonces no cumplís con vuestras promesas? ¿Sois un hombre sin honor?
Él le colocó los dedos debajo de la barbilla y le levantó la cabeza de una sacudida para mirarla a los ojos. A ella le resultaba difícil respirar mientras observaba sus extraordinarios ojos. ¿Por qué no se había dado cuenta de que debajo de su exquisita apariencia había una terrible voluntad férrea?
-Puedo aseguraras que cumplo con mis promesas. ____ encontró su voz:
-Demi solo tiene diecisiete años. Sabe poco sobre el mundo y solo intento protegerla.
Le soltó la barbilla y deslizó los dedos por el costado de su cuello hasta llegar al hombro. Para alivio de ella, su aire de violencia contenida desapareció.
-¿Por qué vuestros padres no os pusieron a vos delante para contraer matrimonio conmigo? Sois la mayor, ¿no es verdad?
Miró de manera intencionada su mano, que aún descansaba sobre su hombro. -Tengo veintiséis. Tuve mi oportunidad para conseguir un esposo, estuve una temporada en Londres y no logré sacar partido de ella.
Enrolló un mechón de su cabello negro en el dedo. Ella se estremeció. Su expresión embelesada se intensificaba. -Demi es la más hermosa y obediente de mis hermanas. Merece una oportunidad de convertirse en la esposa de un hombre rico.
Su suave risa la asustó y su cálido aliento sopló en su cuello.
-¿Como yo, queréis decir?
____ lo miró a los ojos con atrevimiento.
-Sí, aunque... -Arrugó el entrecejo, distraída por su cercanía - Emily podría ser mejor pareja para vos; se impresiona más por la riqueza y la posición social que Demi.
-Vos poseéis algo que no tiene ninguna de vuestras hermanas.
____ se mordió el labio.
-No necesitáis recordármelo. En apariencia, soy impulsiva y demasiado directa para el gusto de la mayoría de los hombres.
Le dio un ligero tirón a su mechón de cabello.
-No para todos los hombres. He tenido fama de elogiar a las mujeres con empuje y determinación.
Ella levantó la vista y se enfrentó a sus ojos. Algo urgente chispeaba en ellos. Luchaba contra el deseo de inclinarse más cerca y rozar su mejilla contra su pecho musculoso. -Creo que seré mucho mejor tía solterona que esposa. Al menos, podré ser yo misma.
Su sonrisa holgazana era tan íntima como una caricia. -Pero, ¿qué hay de los placeres de la cama matrimonial? ¿No os arrepentiríais de no probarlos?
Ella suspiró como con desprecio.
-Si lo que acabo de ver es un ejemplo de esos placeres, quizá esté bien sin ellos.
Los dedos de él le tensaron el cabello.
-¿No disfrutasteis de ver cómo follaba con vuestra criada?
____ lo miró boquiabierta.
Su sonrisa se ensanchó. Extendió el dedo índice y con suavidad, le cerró la boca.
-No solo sois una mojigata, señorita Harrison, sino también una mentirosa.
El calor le inundó las mejillas. ____ deseaba cruzar los brazos por encima de sus pechos. Tembló cuando él retrocedió un paso y la observó con atención.
-Vuestra piel está sonrojada, y puedo ver vuestros pezones a través del camisón. Si deslizo mi mano entre vuestras piernas apuesto que estáis húmeda y preparada para mí.
Los dedos de ____ se movían con nerviosismo en un impulso instintivo de darle una bofetada a su gentil rostro. Esperó que una ráfaga de ira alimentara su valor, pero no sucedió nada. Solo una extraña sensación de espera, de tensión, de necesidad -como si su cuerpo supiera algo que su mente aún no había comprendido-. Permitió que la observara, tentada de tomar su mano y presionarla contra su pecho. De algún modo sabía que aliviaría el dolor latente que le inundaba los sentidos.
Como si hubiera leído sus pensamientos, alargó la mano y rodeó el capullo apretado de su pezón. ____ cerró los ojos mientras una punzada de necesidad se disparaba directamente hacia su útero.
-____...
La voz baja de él rompió el hechizo. Ella se cubrió con la mantilla y retrocedió. Apenas pudo abrir la puerta de un tirón y corrió. La risa de él la perseguía por el hueco de la escalera.
Harry quedó mirando detrás de ____ Harrison mientras su polla se engrosaba y crecía contra los calzones desabrochados. Distraído, se arregló y pensó en su reacción hacia él. Necesitaba un hombre dentro de ella se diera cuenta o no. Tal vez debería reconsiderar su plan de contraer matrimonio con la joven y obediente Demi.
Su sonrisa desapareció al seguir a ____ escaleras abajo.

Esclavos del sexo. [Harry Styles] {MUY HOT} |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora