Capítulo 7. Parte 3.

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____ contuvo un quejido al descender del carruaje. Había pasado toda la mañana de compras en las tiendas más modernas de la ciudad y estaba cansada de caminar. Aún le dolía el cuerpo debido a los excesos en la manera de hacer el amor de Harry la noche anterior. A pesar de haberse bañado, su olor aún permanecía en su piel, y cada aliento que tomaba le recordaba a su boca sobre sus pechos. Las huellas físicas de su atención la ayudaban a olvidar a las damas más malévolas de la alta sociedad que la ignoraron en la biblioteca y en la tienda del sombrerero.
Había esperado disfrutar de Londres esta vez, pero sus pares parecían decididas a pasar por alto su mismísima existencia. Solo lady Isabelle y Evangeline Pettifer habían sido amables y adorables. Extrañaba a sus hermanas y la comodidad de su vida de provincia más de lo que se había imaginado. Sin embargo, al menos tenía a Harry. Apretó los dientes. Harry, con quien tenía que ajustar cuentas.
Ignoró a Bryson, el mayordomo, y entró a la sala de estar. Tiró de las cintas color durazno de su sombrero y lo arrojó sobre la silla más cercana. Su marido apareció en la puerta, mostrando su encantadora sonrisa.
-Harry, ¿has dormido con todas las mujeres de Londres?
-Solo con las casadas, querida.
Harry cogió el sombrero en una mano e hizo un gesto hacia las puertas que conducían a la sala de música. ____ se detuvo para tomar aire y notó la presencia de otro caballero mayor detrás de él. Se mordió el labio, se preguntaba si el hombre había oído su comentario inoportuno. Por la débil sonrisa de su rostro, adivinaba que sí.
-No te preocupes, mi amor. Estoy seguro de que no se asustará -murmuró Harry, mientras la tomaba del brazo y la llevaba hacia las puertas -No solo es italiano sino que además el signor Clementi tiene una reputación peor que la mía con las damas.
____ levantó una mano hasta su mejilla.
-¿Signor Clementi? -¿Qué hacía el profesor de piano más solicitado y reconocido de Londres en su sala de estar?
Se soltó de Harry y se adelantó deprisa. -Es un honor para mí conocerlo, señor.
El signor Clementi le sonrió de forma encantadora y le besó la mano.
-Su esposo asegura que el honor será mío. Tengo entendido que toca el clavicémbalo.
____ se volvió para echarle una mirada vacilante a Harry, quien solo sonrió y la alentó a entrar en la sala de música. Ella dio un grito al ver el nuevo piano cubierto con pétalos de rosas e iluminado por cinco candelabros.
-Quería tenerlo aquí para cuando llegaras -dijo Harry-, pero hubo algunas dificultades con la orden.
El signor Clementi hizo un sonido poco elegante. -¡Ja! Los imbéciles del taller no se dieron cuenta para quién era el piano. Cuando descubrí que la orden venía de mi viejo amigo Harry Styles, me encargué personalmente del proyecto.
____ se sentó al piano y pasó una mano temblorosa por las teclas. Le había pedido a sus padres que reemplazaran su clavicémbalo por un piano, pero habían considerado que era un gasto demasiado grande para una mujer destinada a contraer matrimonio.
-Toque algo para mí, milady. -Ella comenzó con la suave voz del signor Clementi cerca de su oído.
Harry le dio una partitura, y a ciegas ella movió las manos sobre las teclas. Pronto olvidó quién estaba escuchando y solo tocó. Su cuerpo fluía en la melodía mientras los dedos caían sobre el teclado. Cuando desapareció la última nota, levantó la mirada, decidida a no mostrar el repentino florecimiento de sus nervios, ahora que la música había acabado.
El signor Clementi no sonrió.
-Le enseño a muchas damas de la sociedad, pero no será una de ellas.
Ella hizo una mueca mientras clavaba con fuerza las uñas en sus manos apretadas. Por el rabillo del ojo sentía que Harry se acercaba un paso más con insistencia.
-Signor Clementi...
El músico le hizo una reverencia a Harry.
-¡Silencio, milord! No puedo enseñarle a su esposa lo que ya sabe. -Se volvió hacia ____ -Le enseñaré como la verdadera intérprete que es.
Ella miró los ojos del signor Clementi y soltó el aliento. -Gracias. No le fallaré.
-Por veintiún chelines la lección, espero que no -murmuró Harry mientras cogía a ____ en sus brazos. Ella le acarició la mejilla, con las lágrimas al borde de los ojos. -Gracias. Me has dado una oportunidad que jamás había soñado.
Le sonrió, con su verdadera sonrisa, no con la que solía callarla, y se estremeció.
-No es nada. Me siento contento de complacerte. Cuando se comportaba de esa manera, todas sus dudas acerca de la premura de su matrimonio se alejaban. El obsequio era atento y tierno. ¿Cómo podía creer que no se preocupaba por ella? Lo abrazó con fuerza.
Él retrocedió un paso, con su sonrisa social otra vez firme en su lugar, y colocó la mano de ella sobre su manga. -Quizá podrías llamar para que traigan té. -La llevó de vuelta a la sala de estar con el signor Clementi -. Bueno, ¿qué decías acerca de dormir con todas las mujeres de Londres?
Más entrada la tarde, ____ le sonreía a su suegra y tomaba la taza de té que le ofrecía. La sala de estar de la Casa Stratham era grande e impresionante. Para su sorpresa, la decoración reflejaba el interés de la época del estilo Regencia por las cosas orientales. El sofá estaba tapizado en seda verde y tenía patas de cocodrilo, y la pequeña mesa de té presentaba terminaciones en bambú. No era un estilo que apelara a los gustos más eclécticos de ____, pero quedaba bien en la inmensa extensión de la casa.
-Agradezco que aceptara verme, milady. Lady Isabelle bebía a sorbos su té.
-Por favor, llámame Isabelle; somos de la familia des¬pués de todo. -Hizo una mueca -Después del modo en que mi marido y Harry se comportaron en tu primera cena, me sorprende que accedieras avenir.
____ bebió un sorbo de su té. -¿Siempre son tan...?
-¿Agresivos, discutidores y completamente desagradables? SÍ, por desgracia lo son. Ninguno de ellos parece capaz de permitir que el otro tenga un solo signo redimible.
Isabelle suspiró, y la tensión desapareció algo de sus hombros.
-Pobre Harry. Regresa de su vida de esclavitud para descubrir que su madre murió y una muchacha apenas cinco años mayor que él de repente se ha convertido en su nueva madre. No me sorprende que se moleste conmigo.
____ se movía de manera incómoda en la silla. -Habla de ti con gran respeto.
-Lo sé, y nunca ha sido menos que cortés, pero esperaba mucho más. -Bajó la taza -Deseaba cuidarlo como una madre, pero apenas permitía que me acercara, y no digamos nada de tomarlo en mis brazos y hacer que todo fuera mejor. Quizá fui estúpida al sentirme dolida por eso.
Su sonrisa titubeaba.
-Entonces, por supuesto, el Marqués intentó hacer que Harry asistiera a la universidad y se comportara como un caballero inglés privilegiado. Harry no deseaba eso. Incluso yo podía ver que era demasiado tarde para que aceptara la guía del hombre que creía que lo había abandonado. Necesitaba forjar su propio camino. -Isabelle arrugó el entrecejo ante sus dedos entrecruzados-. He intentado reconciliados a lo largo de los años, pero ninguno de los dos está preparado para ceder ni un ápice.
____ pensaba en su propia familia. ¿Cómo se sentiría si estuviera peleada con ellos? Aunque su madre la sacara de quicio, no podía imaginar no volver a hablarle más o vivir con rencor. -Me gustaría ayudar.
Isabelle apretó las manos.
-Me encanta oír eso. Mi hijo mayor, Anthony, idolatra a Harry. Sería muy bueno que pudiéramos ser una familia otra vez.
____ intentaba esconder su confusión. Harry había señalado que su medio hermano estaba resentido con él y codiciaba su título y su herencia.
-¿Qué edad tiene Anthony, milady?
Isabelle se puso de pie para tocar la campanilla.
-Por favor, llámame Isabelle. Tiene casi diecinueve años. Justo una edad en la que necesita la guía de un hombre mayor.
-¿Le has pedido a Harry que te ayude? Volvió a sentarse.
-Lo he intentado, pero insistió en que lo discutiera con su padre primero. Por supuesto, el Marqués se ofendió ante mi sugerencia de reconciliar a sus hijos.
La puerta se abrió y entró un hombre alto y de cabello oscuro. A ____ su sonrisa le recordaba a Harry en su estado más indefenso. Se detuvo delante de Isabelle e hizo una reverencia. Sus ojos eran color azul oscuro, como los de su madre.
-Madre, prometí que te visitaría esta tarde y conocería a tu invitada. -Se volvió hacia ____, con la mirada llena de interés -Oí que se ha casado con mi hermano. ¡Ojalá sea feliz!
No pudo evitar sonreírle cuando le besó la mano. -Gracias, y por favor llámame, ____.
Anthony miró hacia la puerta.
-Creo haber visto llegar el carruaje de Harry para llevarte a casa. Probablemente esté por subir.
El mayordomo anunció a Harry. ____ se puso de pie mientras él le hacía una reverencia a Isabelle y se dirigía hacia ella. Su largo abrigo de montar negro se arremolinaba a su alrededor como una creciente tormenta.
-Buenas tardes, lady Stratham, ____. ¿Has disfrutado de tu visita?
____ arrugó el entrecejo.
-Sí, la he disfrutado, pero esperaba que fuera más larga.
-Harry no había dicho nada acerca de venir a buscarla. ¿Temía que divulgara muchos de sus secretos después de todo?
Anthony se dirigió a zancadas hacia Harry y le dio la mano con entusiasmo. Harry lo soltó tan rápido como pudo y retrocedió, alisó su manga como si su medio hermano fuera un cachorro sobreexcitado.
-Felicitaciones por tu matrimonio, Harry. Lady ____ parece muy simpática.
Harry le sonrió a ____.
-SÍ, lo es. Soy un hombre afortunado. -Se volvió hacia Isabelle-. Si me disculpa, señora, debemos damos prisa. Tengo un tiro de caballos muy jóvenes y no se comportan bien.
Antes de que pudiera pestañear, ____ se encontró fuera de la mansión junto a Harry, que la ayudaba a subir al carruaje. Esperó para que fuera junto a ella. Partieron de una sacudida. Harry estiró las piernas y la observaba desde el asiento de enfrente.
-¿De verdad debíamos marchamos con tanta prisa? Se encogió de hombros.
-Te lo dije, odio ese lugar. Cuando regresé a Inglaterra por primera vez, mi padre insistió en que viviera con él y su nueva familia. Lo sentía tan frío y extraño como una tumba, desde entonces ha cambiado muy poco. En cuanto pude, escapé y me fui a vivir con Nick. -Su mirada fría se enfrentaba a la suya –Mi padre se negó a ayudar a Nick, que no tenía familia según recordaba, ni nadie que cuidara de él. Le hubiera gustado mucho verlo morirse de hambre en la calle.
Lo observaba en silencio. Era evidente que el Marqués había cometido algunos errores graves en el trato con su hijo. Pero, ¿por qué Harry no era capaz de cambiar?
-¿Te has divertido? -Su mirada rondaba por su pecho y las faldas verde claro de su vestido de muselina.
-¿Durante los quince minutos que me has dejado? Sí, me he divertido. Tu madrastra ha sido encantadora. Tu medio hermano, Anthony, parece ser un joven amable que te idolatra.
Sus cejas se elevaron un poco.
-¿Por qué eres tan beligerante, dulce esposa?
-Porque sé qué prefieres que no me agrade tu familia.
Harry sonrió.
-Tienen sus manejos. Se me ocurrió que no conoces a muchas personas en la ciudad. Si mi madrastra se ofrece a hacerte de carabina, podrías pensarlo.
Lo observó por el lapso de un minuto antes de aventurar una respuesta.
-Si me lo ofreciera, ¿me lo permitirías? Sonrió.
-No es un gesto completamente desinteresado, ____.
Significa que puedo volver a trabajar sin preocuparme sobre tus compañías.
-¿Y qué clase de compañías serían esas? -Se sentó erguida y fijó la mirada en la de él.
-En la cena parecías muy entretenida con lady Pettifer. Aunque ella y su esposo, sir Richard, sean buenos vecinos de confianza, su amistad no le hará bien a tu reputación.
____ luchaba contra un sentimiento creciente de indignación.
-¿Es porque se dedican al comercio? -Dominó una risa -Comienzas a hablar como tu padre.
La expresión indolente de Harry desapareció.
-Intento proteger tus intereses, mi querida esposa.
Lady Pettifer no me resulta fina ni bien dispuesta.
El carruaje se detuvo, y ____ se inclinó hacia adelante. -Yo tampoco soy fina. Quizá deberías tratarme como adulta y permitir que elija mis propias amistades.
Asió su muñeca y la acercó.
-Lady Pettifer era una prostituta antes de que consiguiera atrapar a sir Richard. No quiero que te relaciones con ella.
____ soltó su mano de una sacudida. -¿Cómo sabes eso?
Harry mantuvo su mirada.
-¿De verdad deseas que responda eso?
La puerta del carruaje se abrió. ____ tomó el brazo del lacayo y bajó los peldaños. Entró a casa con rapidez, sin esperar para ver si Harry la seguía. ¡Por Dios, sí que había dormido con todas las mujeres de Londres! Subió las escaleras con decisión, entró a su habitación y cerró la puerta de un golpe. Al menos lady Isabelle parecía inmune a sus encantos. Parecía sentir el mismo cariño exasperado por Harry que si realmente fuera su madre.
____ se quitó el sombrero y la capa y se pasó la mano por el cabello. Intentaba aceptar el ofrecimiento de lady Isabelle de hacerle de carabina en los niveles más altos de la sociedad. Arrugó el entrecejo delante del espejo. Maldito Harry y sus mandatos autoritarios. ¿Cómo se atrevía a condenar a su propio padre por ser demasiado altanero y luego actuar exactamente de la misma manera?
Abrió su escritorio y sacó una hoja de pergamino nueva. Pretendía invitar a lady Pettifer a tomar el té tan pronto como le fuera posible.

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