Capítulo 8. Parte 1.

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-¿Dónde diablos está ella?
____ suspiraba con exasperación mientras echaba una mirada rápida en el pasillo atestado de la mansión de Portland Square. En medio de la multitud perfumada en exceso y vestida de seda, había perdido de vista a lady Isabelle y a Anthony. Se volvió y luchó por volver a subir las anchas escaleras. Quizá Isabelle se había ido antes que ella después de todo. A medio camino, casi cae de espaldas cuando alguien pisó la cola de su vestido.
En el descansillo del primer piso, buscaba en vano a la Marquesa, aunque no podía verla en el mar de rostros que conversaban, las plumas que se mecían y los abanicos que se agitaban. El encaje dorado del dobladillo de su vestido de fiesta verde arrastraba por el suelo. Decidió visitar el cuarto de descanso para evaluar el daño antes de intentar reunirse con su acompañante en el salón de baile principal.
La casa Delamere era inmensa. El salón de baile ocupaba un ala completa en la parte trasera de la casa. Del techo de la entrada curva colgaba un candelabro en el que ardían al menos quinientas velas. Su luz abrasadora reflejaba las joyas de los invitados que estaban abajo, creando una tormenta de fuego cegadora con un resplandor infinitamente variable. No terminaba de comprender por qué todos tenían que llegar tarde por moda y congregarse en las escaleras. Después de una última mirada a la multitud que relucía debajo, se dirigió al cuarto de descanso. Para su alivio, estaba relativamente despejado de gente.
Una de las criadas apostadas allí se ofreció a coser el dobladillo de ____. Ella se lo agradeció y se retiró a un rincón tranquilo mientras la criada cosía con habilidad la estrecha tira de encaje dorado de vuelta en su lugar. ____ abrió el abanico y lo agitó con suavidad frente a su rostro. Era agradable estar lejos de la multitud. En masa, la alta sociedad no se comportaba diferente a una horda de aldeanos en un día de mercado en Southampton. No deseaba volver allí con prisa, aun cuando se suponía que fuera el baile más prestigioso de la temporada.
Mientras esperaba que la criada terminara su tarea, ____ dejó que su cabeza cayera hacia atrás contra la pared, mientras reunía fuerzas para moverse. Sus noches eróticas con Harry hacían que por lo general se sintiera cansada durante el día. Sonrió para sí misma, imaginando su cuerpo ágil y musculoso que se movía sobre ella, con la sensación sedosa de su cabello entre sus dedos. No significaba que cambiaría esas horas por algo más, pero sería agradable vedo también de día.
Después de que la criada desapareciera, se dio cuenta de que la cinta verde de su zapatilla se había desatado otra vez. Medio escondida detrás de un biombo de seda china, se inclinó para ajustada, dispuesta a oír el delicioso cotilleo de las damas a su alrededor.
Lady Isabelle era un encanto, pero a ____ le resultaba difícil hacer amistad con las damas de la alta sociedad. La mayoría de ellas la miraba con recelo, sino con total hostilidad, al descubrir que era la simple hija de un comerciante que había contraído matrimonio con uno de los solteros más codiciados de la aristocracia. A pesar de las objeciones de Harry, le había hecho varias propuestas de amistad a lady Pettifer, que habían sido correspondidas con calidez. Su único otro amigo era Nick Howard. Para su alegría, había demostrado ser una compañía en la que podía confiar después de que Harry delegara cada vez más sus obligaciones sociales en su amigo.
____ arrugó el entrecejo hacia la cinta de su zapatilla mientras la anudaba por tercera vez. Había creído que todo sería diferente a su pueblo de provincia natal. Se había imagi¬nado a sí misma con más libertad en Londres.
Por supuesto, cuando Harry le preguntaba por su habilidad social, le mentía e insistía en que todo estaba bien, pero sentía que no la creía del todo. Hasta ahora había estado muy ocupado con los proyectos de sus negocios como para preguntarle más. El único lugar en el que se sentía segura de ser ella misma era en sus brazos y en su cama. Le había dado la libertad de expresarse de manera completamente sensual. Ojalá la alta sociedad fuera así de permisible. ____ cerró los ojos mientras se oía una risa aniñada.
-¿Has visto a Anthony Styles últimamente, Amy? Se ha vuelto bastante elegante.
-Aún prefiero a su hermano mayor -suspiró Amy-. No puedo creer que esa desconocida pueblerina lograra atrapar al gran Harry en matrimonio. Se lo debe de haber comprado su padre, o tal vez fingió estar embarazada.
Las dos jovencitas comenzaron a reír. ____ se incorporó, con un nudo en el estómago. «¿Debo enfrentarme a ellas o dejar que continúen con el cotilleo?» Justo cuando decidió dar un paso adelante, otra voz más madura entró en la conversación.
-Señorita Antrim, ¿puedo darle un consejo? Estoy segura de que su madre se avergonzaría al oír los comentarios maliciosos que acaba de pronunciar. Y déjeme decirle, no hay nada que haga que una joven bonita se vea tan poco atractiva como desparramando rumores y cotilleos. A los hombres no les importa, y las mujeres buscan confidentes en las que puedan confiar.
-Lo siento, lady Grine -murmuró Amy-. No me di cuenta de que había alguien más aquí.
El sonido de un cuarteto que comenzaba a tocar se filtró por la puerta que se abrió de manera repentina. ____ per¬maneció sentada con rigidez hasta que las jóvenes que susurraban se marcharon.
-¿Lady Styles? ¿Se encuentra ahí? Soy lady Grine.
____ se puso de pie y corrió el biombo. La mujer que la esperaba estaba vestida con prendas costosas, llevaba su cabello marrón recogido en lo alto de la cabeza, en una cascada de rizos. ____ pensó que debían ser de la misma edad hasta que notó la aplicación discreta de los cosméticos y las finas arrugas alrededor de los ojos de su compañera. Su espléndido pecho subía por encima de la parte superior del vestido color ámbar.
-Es lady Styles. ¿No es verdad? ____ hizo una reverencia.
-Lo soy y usted debe de ser mi salvadora. -La curiosidad superaba su vergüenza -¿Cómo supo quién era?
Lady Grine hizo una mueca.
-Pisé su vestido en las escaleras y oí que se rasgó. La reconocí por la descripción de Harry y entré aquí para disculparme y ayudarla a arreglarlo.
-Es muy amable. -Por alguna razón, la mención casual del nombre de Harry hizo que ____ desconfiara. Hizo un gesto hacia su falda -Una de las criadas me ayudó a coser el encaje. Solo me senté para atar otra vez mi zapatilla.
-Y oír solo cosas malas sobre usted.
La simpatía aparente en el rostro de lady Grine casi socavaba la calma de ____. Intentó encogerse de hombros. -No es nada que no haya oído antes. Hasta yo comprendo que debo parecer una elección muy extraña como esposa para un lord del reino.
Lady Grine observaba a ____.
-Si me disculpa la confianza, a su marido nunca pareció importarle demasiado la opinión de la sociedad.
____ levantó el abanico y el bolso, y observó sus reflejos en el espejo. Por alguna razón, no tenía deseos de hablar de Harry con una mujer como lady Grine. Además, la aparente naturalidad de la mujer con respecto a su esposo comenzaba a enfadarla. Al estar al lado de una imagen tan atractiva y brillante de femineidad, se sentía como una niña sin experiencia.
-Quizá sea una virtud que debería aprender a imitar.
Gracias por su ayuda, lady Grine. -____ le sonrió a su compañera -Lo recordaré.
Lady Grine hizo una reverencia, con los ojos color avellana llenos de comprensión irónica.
-De nada. Si veo a la Marquesa, le diré que saldrá pronto.
Harry salió a zancadas del salón de baile, había visto a su madrastra y a Anthony, pero no había rastros de ____. Intentaba sorprenderla con su presencia. Durante los últimos días había concentrado toda su atención en el incendio de uno de sus barcos. Esa noche, había dejado a Nick a cargo de la oficina y se había reservado un tiempo para ____, con gran dificultad. Y ahora no podía encontrarla.
Una mano enguantada le apretó el brazo. Harry se volvió y encontró a Ashley Grine sonriéndole. Le hizo una reverencia y le besó la punta de los dedos. Notó el balanceo de sus pechos y del tono dorado de su piel. Conociendo a Ashley, era probable que hubiera estado tomando sol desnuda otra vez.
-Harry, hace siglos que no te veo. ¿Dónde has estado?
-Creo que lo sabes, Ashley. El cotilleo en Londres se propaga con más rapidez que una plaga.
Ella hizo un puchero, mordiéndose su carnoso labio inferior entre los dientes.
-¿Te refieres a tu reciente matrimonio? ¿Cómo es ese viejo dicho: «Antes de que te cases, mira lo que haces»?
Harry desvió la mirada con impaciencia por encima del hombro de Ashley en un intento vano de encontrar a ____. Aún no había signos de ella.
-Si buscas a tu esposa, está en el cuarto de descanso -dijo Ashley-. ¿Quieres que la vaya a buscar por ti?
La mirada de Harry volvió de golpe hacia Ashley. -¿Has hablado con ella?
Sonrió y apoyó la mano en su brazo.
-Pude ayudada, algunas de las jovencitas estaban siendo maliciosas con respecto a sus orígenes. Entré y les recordé sus modales.
Harry se obligó a calmarse. -Ha sido amable por tu parte.
Su fuerte risa llenó el espacio que había entre ellos. -¡Ay, vamos, Harry! ¿Creíste que podría ir con decisión hasta ella y simplemente decirle que soy tu amante? Reconóceme algo de sensatez. La pobre muchacha ya tiene suficiente con qué lidiar en este momento sin que le digan esa verdad en la cara. -Le dio unos golpecito s en la mejilla con el abanico-. ¡Qué vergüenza que dejaras que se valiera por sí sola! Como parece que no te importa, un buen sector de la alta sociedad la ha tratado terriblemente.
Harry no le devolvió la sonrisa.
-Ashley... -No estaba seguro de que tomara bien que se deshiciera de ella frente al público en un baile -Tenemos que hablar.
Ella le lanzó una mirada recatada por debajo de sus largas pestañas teñidas.
-Estaré en la Casa de Placer de la señora Helene esta noche por si decides pasar. Tengo ganas de experimentar los masajes de los esclavos de la habitación egipcia. -Se relamió-. Al parecer, puedo cubrirme de miel y los hombres me lamerán para quitármela. ¿Te agradaría ver o ayudar?
Harry vislumbró a ____ y con rapidez le besó la mano a Ashley.
-No estoy seguro de poder soportar tanta dulzura. Se puede volver empalagoso después de un rato. Pero sin duda estaré en contacto contigo pronto. -Hizo una reverencia -Gracias por ayudar a ____. Y puedes estar segura de que intentaré asegurarme de que nunca vuelva a sentir mi ausencia.
Esperaba que Ashley entendiera lo que quiso decir.
No le gustaba mucho la idea de que su amante y su esposa se conocieran. 

Esclavos del sexo. [Harry Styles] {MUY HOT} |TERMINADA|Where stories live. Discover now