Capítulo 4. Parte 3.

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Hizo una mueca de dolor cuando ella clavó sus uñas con más fuerza.

-Pero quiero saber, milord, quiero saber por qué algunas mujeres le temen a esto cuando otras lo sueñan.

Entonces él sonrió y bajó la mirada hasta donde sus dedos desaparecían en su interior.
-Mi nombre es Harry; entre todas las personas, tú tienes el derecho a utilizarlo. Y no seas tan impaciente, para cuando haya terminado contigo, no temerás. -Se puso de pie y la levantó con él - Ayúdame a quitarme la camisa.
____ asió el grueso lino de su cintura, que se negaba a ceder. Observó las presillas de sus pantalones y tiró de los botones. Él retuvo su mano contra la abultada pieza delantera. -¿Sientes mi polla, ____? ¿Te agrada?
Observaba que su impresionante pene grueso sobresalía de los pantalones.
-No estoy segura, milord, quiero decir, Harry.
-Se mordió el labio-. Parece ser bastante grande para que quepa dentro de mí.
Él subió su mano hasta su boca y besó la punta de sus dedos.
-Cabré. Harás lugar para mí.
Su confianza inspiraba la de ella. Hizo frente a los botones de los pantalones y dejó que la solapa del frente cayera. Para su desilusión, su amplia camisa le cubría el torso. Él se quitó los gemelos de diamante y los dejó caer sobre el tocador con un ruido descuidado.
-Ven. -Tomó su mano y la llevó hasta la enorme cama de cuatro columnas con dosel que se encontraba en el centro de la magnífica habitación. Ladeó la cabeza. -Quítame la camisa.
Bajo la ligera oscuridad veraniega, su piel se veía bronceada y ondulada por los músculos. Un vello rizado de color marrón cubría la parte superior de su pecho y disminuía sobre su vientre plano. Incapaz de detenerse, ____ alargó la mano hacia adelante y pasó el dedo por una pequeña cicatriz con forma de medialuna debajo de su pezón derecho.
Él se estremeció y se inclinó hacia adelante, atrapándola entre sus manos, la cama y su gran cuerpo ardiente. ____ mantuvo la boca cerrada mientras él la besaba hasta que sus dientes mordisquearon su labio inferior. Ella tenía la palma de la mano presionada contra su pecho y podía sentir el golpeteo de su corazón.
Sin hablar, él rodeó su cintura con las manos y la levantó hasta sentarla sobre la cama alta. ____ intentaba mantener el equilibrio mientras él separaba sus muslos con sus anchos hombros. Sentir su firme cuerpo musculoso contra el interior de sus muslos hacía que quisiera gemir.
Ella se estremecía mientras su lengua recorría su ombligo y se dirigía hacia abajo. Le regaló una mirada absorta.
-Quítate la enagua. Quiero que estés desnuda. -Se quitó la prenda con dificultad y se aferró con las manos a la cama. Él hizo un suave sonido de aprobación ante la parte más Íntima de su cuerpo.
-Estás muy húmeda. Me gusta, aunque haré que estés aún más húmeda.
____ sintió el primer deslizamiento de su lengua sobre su sexo y casi cae de la cama. Su piel ya excitada se sentía tan caliente y vulnerable como una herida abierta. No se parecía en nada a la fugaz calidez que sentía cuando se masturbaba. «¿Cómo podía brindar tanto placer solo con su boca?» Apretaba el cubrecama bordado en sus puños mientras él continuaba lamiéndola.
Cuando succionó su capullo hinchado dentro de su boca, se olvidó de todo lo que significaba ser una dama, y gimió y empujó sus caderas hacia adelante al compás de su insistente presión. Los dedos de él se unían a su boca, presionaban hacia arriba en su ajustada vagina y la dilataban para entrar, humedeciéndola y preparándola.
____ logró soltar una de sus manos de la ropa de cama y la envolvió en el largo cabello de Harry. Su pie izquierdo trepó hasta su hombro mientras hacía fuerza contra él, manteniéndolo cerca, reclamando la fricción tensa y fuerte de sus dedos y su boca.
Ahora se movía con más rapidez, el húmedo sonido de sus dedos y su boca iban al ritmo de sus gemidos. Él gimió contra su clítoris, enviándole temblores deliciosos hasta su útero, arrastrando su barbilla sin afeitar de arriba abajo por su vagina.
-Acaba para mí, ____, disfruta -su voz sonaba ronca mientras atacaba el interior de sus muslos suavemente con los dientes. Ella apenas podía oÍrlo, muy decidida a alcanzar su liberación, muy desesperada por estallar con las sensaciones desconocidas que él despertaba en ella.
-Acaba para mí -ahora con la voz más áspera, sus dedos se metían con fuerza en su interior mientras ella presionaba con desesperación contra él. Y luego, incluso su voz desapareció cuando un gemido de excitación la inundó y envió grandes oleadas vibrantes de placer desde su útero hasta sus pechos y de vuelta hasta los dedos de sus pies en un círculo infinito de placer.
Cuando abrió los ojos, estaba recostada en la cama. Harry descansaba a su lado, con el rostro aún húmedo por su néctar. Hundió el rostro entre sus pechos. Ella inhaló el olor de la propia excitación que calentaba su piel.
La miró fijamente.
-Te dije que lo disfrutarías y aún no hemos terminado. ____ se sentó, ya se daba cuenta de que él tenía más ropa puesta que ella.
-¿T e ayudo con los pantalones?
Las botas de Harry cayeron al suelo con un ruido sordo. -SÍ, pero ten cuidado. Mi polla está preparada y lista para acabar.
Fue cuidadosa al bajarle los pantalones y los tiró sobre la alfombra. Volvió a subir lentamente a la cama para observar la enorme erección de Harry. Su polla debía tener al menos veinte centímetros de largo y era muy gruesa en la base. ____ notaba que en la punta había una burbuja de líquido claro. La tocó, frotó la humedad entre sus dedos.
-También estás húmedo. ¿Esto ayuda a facilitarte el camino?
Él asintió con la cabeza mientras se formaba otra perla de líquido y se deslizaba para cubrir su polla ya reluciente. -Tócame otra vez.
____ tragó saliva y envolvió los dedos alrededor de la base de su falo.
Harry aspiró y colocó la mano sobre la de ____. Su inocente sensualidad le divertía y a la vez le hacía sentir intensamente estimulado. A pesar de su falta de experiencia, parecía no tener miedo.
-¿Has visto a un hombre excitado antes?
Formuló la pregunta antes de pensar en las consecuencias de la respuesta. La idea de que conociera la polla de otro hombre era demasiado exasperante para considerar.
____ negó con la cabeza lentamente. Su suave cabello rozaba su entrepierna, sumándose al impulso urgente de su necesidad.
-Solo a ti con Daisy. -Esbozó una media sonrisa - E incluso entonces no pude ver... -apretó su falo- esto.
Harry le enseñó a deslizar sus dedos subiendo y bajando por su falo. Ella se puso de rodillas. Él admiraba el balanceo de sus pechos y la curva de su angosta cintura mientras se mecía de manera inconsciente contra él.
Mientras su excitación se incrementaba, tomó la otra mano de ella y la ahuecó alrededor de sus testículos. Ella respiraba más rápido, asía su polla con exquisita firmeza, casi hasta llegar al dolor. El ritmo era irregular, y sus uñas se clavaban en su piel más delicada. No importaba. Siempre disfrutaba al encontrar el límite extremo de la pasión.
Retiró sus dedos y dejó que ella continuara sola con su falo. Deslizó un brazo alrededor de sus nalgas y la acercó más hasta que sus pechos se mecieron contra su mejilla, llevó su pezón dentro de su boca y lo succionó con fuerza.
____ gimió cuando él deslizó dos largos dedos dentro de su vagina y empujó al compás de su boca y del bombeo de los dedos de ella. Él sentía que sus testículos se tensaban y su eyaculación subía por su falo. Con un gemido, logró liberar el pezón de ____ antes de morderlo con demasiada fuerza. Acabó con fuertes oleadas rítmicas, su espesa simiente caliente bañó sus dedos.
Cuando se relajó sobre las almohadas, ____ aún tenía la mano envuelta en su polla, ahora flácida. Él levantó una ceja. -¿Te he sorprendido?
Soltó su polla y miró fijo sus dedos empapados.
-No sabía que sucedería esto. -Llevó el dedo Índice hasta su boca y lo lamió para probarlo. La polla de Harry brincó en una respuesta instintiva.
-Sabes a mar. -Una sonrisa curvó su exquisita boca - Al principio creí que había hecho algo mal. Luego me di cuenta de que gemías por placer, no por dolor.
Su falo se agrandó al ver que su roja lengua puntiaguda lamía su simiente. Imaginaba cómo se sentiría su boca succionando su polla.
-Eres una virgen muy poco común.
Ella lo miró, con la expresión incierta. Presionó su mano contra las sábanas y se secó los dedos.
-¿Te he desagradado? Me olvidé, se supone que debo ser una doncella inocente a la que no es posible que le interesen estas cuestiones.
-¿Por qué pensarías eso? ¿Imaginas que deseaba acostarme con una mujer que no pudiera entender que el sexo es tentador, excitante e irresistible?
Envolvió su mano alrededor de su cuello y bajó su rostro a su altura.
-Quiero que disfrutes de nuestra cama matrimonial.
Quiero saber que al pensar en eso te humedezcas y te excites. Quiero que me desees.
Su polla recién erecta golpeaba contra el vientre de ella. La recostó y la giró sobre su espalda. Lo miraba fijo mientras él echaba su cabello sobre la almohada. Cuando tocó sus rodillas, ella abrió las piernas con amabilidad, él las separó, deseoso de ver su vagina excitada.
Jesús, estaba duro otra vez sólo con mirar su clítoris hinchado y los labios de su vulva abultados. Estaba lista para él. De su canal manaba néctar, provocando que él deseara frotar su rostro en sus fluidos hasta que gritara su nombre. Se arrastró hacia ella hasta que sus testículos presionaron contra su entrepierna. La parte inferior de su polla rozó su clítoris hinchado y ella se estremeció. Apoyó las manos a ambos lados de su cabeza y la miró.
-Ahora lameré tu sexo y te encantará. Cuando grites e implores por acabar, deslizaré mi polla en tu interior y te encantará aún más.
____ no podía hablar, sus palabras destruyeron lo último que le quedaba de resistencia. Su cabello largo, ahora apenas sujeto por la floja cinta azul, colgaba por encima de uno sus hombros. Ella alargó la mano y soltó la cinta. Él sacudió la cabeza y el cabello se acomodó sobre sus hombros en espléndidas ondas oscuras.
Besó el camino descendente de su cuello y se pegó a uno de sus pechos. Ella suspiró ante la sensación sedosa de su cabello contra su piel y el tirón insistente de su boca. Cuando ambos pezones estuvieron duros y húmedos por sus atenciones, se movió más abajo, rozando sus labios por su ombligo antes de detenerse en el pubis.
-Eleva tus caderas.
____ reaccionó ante su gentil orden y él deslizó una almohada debajo de sus nalgas, abriéndola más ante su mirada.
El primer deslizamiento sedoso de su lengua sobre su sexo la hizo brincar. Él curvó una mano firme sobre su cadera y la sujetó a la cama.
Ella hacía fuerza contra él, ignoraba su risa ante sus intentos ineficaces de controlar sus excesos. Su lengua exploraba su vagina, acompañada de cuatro de sus largos dedos. La llevaba hacia el clímax, con la boca más áspera sobre su suave piel, sus dientes pellizcaron y sujetaron su clítoris hasta que ella se retorció por la necesidad de acabar.
Gritó e intentó tirar de su cabello cuando él retrocedió, su rostro de pirata estaba encendido de lujuria. Se arrodilló entre sus muslos, con una mano friccionando su gruesa polla. -Ahora me tomarás.
____ se estremecía mientras él colocaba los primeros centímetros de su falo dentro de ella. Él observaba su rostro, se detuvo al encontrar la barrera de su himen. Aun manteniendo su mirada, llevó el dedo índice de ella hasta su boca, lo lamió y luego lo presionó contra su clítoris.
Ella casi cae de la cama, provocó que él fuera más profundo e intentó ignorar la fuerte oleada de dolor que vino a continuación. Él gruñó y continuó con su inexorable deslizamiento hacia el interior. Por primera vez, ____ pensó en la posibilidad de que podría partirse en dos. Bajó la mirada a su entrepierna y contuvo un gemido. Solo había entrado la mitad.
-No creo que pueda entrar más -su voz sonaba aguda y muy impropia de ella.
-Podrá. –Harry permanecía apoyado encima ella, con la expresión resuelta - Solo necesitas relajarte. -Inclinó la cabeza y lentamente lamió su pezón - Ahora acaba, no te vuelvas del todo recatada conmigo. Recuerda que eres mi instrumento de placer. Déjame tocar un poco más. -Ella observaba que su lengua vibraba hacia atrás y adelante sobre su pecho. Él movía sus caderas con el mismo ritmo sutil; su polla se deslizaba más profundamente en su interior con cada flexión suave de su pelvis.
Cautivada, se rindió ante la danza erótica a la que la inducía. El deslizamiento de su falo y la suave lamida de su lengua se volvieron el centro de su ser. Dejó que su placer se incrementara junto al de él hasta que sus uñas se clavaron en sus hombros y gritó su liberación. El cuerpo de él se sacudió al liberar un torrente de simiente caliente en lo profundo de su útero. Se desplomó sobre ella, con la boca cerca de su oído.
-Ahora eres mía. Soy el único hombre al que le permitirás estar entre tus muslos. Soy el único hombre que siempre te brindará placer.
Cuando el amanecer atravesó las cortinas aún abiertas, ____ se volvió de su lado para observar a su esposo que dormía. Ya no llevaba el medallón que había vislumbrado al encontrarlo con Daisy. Bajo la luz tenue pudo ver las finas líneas plateadas que había sentido grabadas en su espalda durante la noche. Alargó la mano para tocarle la nuca. Sus dedos rozaron un parche de piel elevada e intentó seguir el dibujo.
Contuvo un grito agudo cuando Harry se levantó de golpe de la cama y la inmovilizó debajo de él.
-¿Qué demonios haces? -La giró sobre su espalda y la miró enfadado.
____ tragó e intentó resistir su mirada feroz. -No he querido asustarte.
Harry se pasó una mano por el cabello despeinado. -No estoy acostumbrado a dormir con nadie.
____ arrugó el entrecejo.
-¿Entonces temes que te ataquen en tu propia cama? Después de un largo rato, Harry rio.
-En la cama de otros, sin duda. Los maridos tienen tendencia a llegar a casa de manera inesperada.
Ella luchó por ocultar su pena.
-Toqué las cicatrices de tu espalda. Eso es lo que probablemente te despertó. -Inspiró en busca de coraje - Te han herido, ¿no es verdad? Justo antes de nuestra boda, mi padre me contó que fuiste esclavo turco siete años de tu vida.
Él se apartó y se sentó al borde de la cama, exponiendo su espalda con cicatrices delante de ella. Alisó las sábanas de lino con sus largos dedos.
-¿Y qué más te ha contado?
-Solo que te encontró por casualidad a ti y a otro muchacho inglés, que insistió en compraras y os trajo a ambos de regreso a Inglaterra.
-N os salvó la vida. Siempre le estaré agradecido.
Ella sentía falta de emoción en sus palabras cuidadosamente pronunciadas. «¿Habría preferido que le dejaran morir? » -A mí también me alegra que te haya salvado. Harry se volvió con brusquedad para mirada con una ceja levantada.
-¿Por esto? -Bajó la mirada a su creciente erección-. Cualquier hombre podría darte esto.
____ sonrió.
-En realidad pensaba en mi padre. Me hace sentir orgullosa de ser su hija.
-Touché, señora. -Se arrastró hacia ella, asiendo su polla con una mano - Y ahora, ya que ambos estamos despiertos, quizá me dejes entrar en ti otra vez.

Esclavos del sexo. [Harry Styles] {MUY HOT} |TERMINADA|Where stories live. Discover now