Capítulo 4. Parte 2.

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La ayudó a salir del vestido y de las enaguas, le dejó el corsé flojo, una enagua de fina muselina y las medias sujetas con ligas. Bajo su suave guía, ella se sentó en el tocador, él se quitó el chaleco y se colocó detrás. Sentía sus dedos en su cabello, separaba con delicadeza los mechones rizados y trenzados de su peinado elaborado. Suspiró cuando le quitó la última horquilla y estiró el cuello.
Él levantó el cepillo y comenzó a peinarle el cabello. -No me había dado cuenta de que tu cabello era tan largo, casi te llega a la cintura.
____ se inclinó hacia atrás, hacia las caricias largas y constantes del cepillo.
-El peluquero que enviaste de Londres quería cortar buena parte de él esta mañana. Insistía en que estaba muy pasado de moda.
-Me alegra que no le hayas escuchado. Estoy ansioso por vedo desplegado sobre la almohada debajo de ti. -Dejó de cepillar y sus dedos comenzaron a trabajar con los cordones del corsé-. Si te quitas esto, podré continuar con más facilidad.
Dejó que soltara el corsé de su cuerpo y luego continuó con el cepillado. Los ojos de ella amenazaban con cerrarse mientras se deleitaba con el suave sonido de las cerdas que se movían por su cabello. Después de cuatro semanas frenéticas, dominada por los planes de la boda, tratando con su madre y un novio escurridizo, estaba lista para caer exhausta. Se despertó de una sacudida cuando Harry llevó el cabello sobre sus hombros y pasó el cepillo por encima de sus pezones, continuó con la caricia desde la clavícula hasta la cadera hasta que ella sintió deseos de ronronear.
Los pezones se asomaban a través de la fina muselina como bayas maduras. Harry capturó su mirada en el espejo. Rodeó la punta de su pecho derecho con el mango del cepillo, haciéndola temblar.
-¿Te agrada eso?
Asintió con la cabeza mientras él incrementaba la presión y luego trasladó sus atenciones hacia el otro pecho. Su respiración se aceleraba. Harry bajó el cepillo.
-Entonces esto te agradará aún más.
Aún de pie detrás de ella, deslizó las manos desde sus hombros y las ahuecó en sus pechos. ____ se relamía mientras él apretaba sus pezones entre los dedos. El calor la quemaba directamente hasta su útero. Resistió el impulso de apretar las piernas.
Su cabeza cayó hacia atrás contra su torso y encontró el grosor de su polla contra su mejilla. Se dio la vuelta y acarició el satén con la nariz. Los dedos de él dejaron de moverse sobre sus pechos y luego pellizcaron con fuerza. Lo rozó otra vez, intentó morderlo. Todo el cuerpo de él se estremeció.
-Aún no, querida. -Se apartó de ella - Tenemos un largo camino antes de que estés lista para meter mi polla dentro de tu boca.
Lo observaba con detenimiento, pero él no parecía estar bromeando. «¿Por qué diablos una mujer aceptaría hacer eso?» Se arrodilló delante de ella y volvió a levantar el cepillo. Ella arrugó el entrecejo y le tomó la muñeca.
-También tienes cabello aquí, ____ -dijo él, sonriendo - Y si hago algo que no te agrada, solo dímelo y me detendré.
Ella obligó a sus rodillas a relajarse, sentía el frío lino de su camisa contra el interior de sus muslos mientras él se movía entre sus piernas. Con el cepillo acarició los rizos que cubrían su pubis. ____ cerró los ojos y oyó el suave rasguño de las cerdas. El cálido perfume de Harry se elevaba para engullir su juicio.
Su dedo reemplazó el cepillo. Vibraba con ligereza en el capullo hinchado que protegía la entrada a sus secretos de mujer. Ella resistió un impulso repentino de coger su mano, aunque no sabía si lo haría para detenerlo o para hacer que se moviera con más rapidez. Cuando se masturbaba de esa manera, nunca sentía con tanta intensidad.
Mientras la yema de su dedo pulgar continuaba haciendo círculos, su dedo medio se deslizaba en su interior. Contuvo un jadeo cuando el placer retumbó dentro de ella.
-Estás húmeda. Tu cuerpo se prepara para recibirme a pesar de tus temores.
____ abrió los ojos y bajó la mirada. Su madre siempre le decía que su curiosidad impropia de una dama sería su muerte. La atención de Harry estaba puesta en el lento deslizamiento de su dedo hacia el interior. Un suave sonido de succión interrumpió el silencio mientras exploraba su vagina.
-¿Es normal estar tan húmeda allí abajo?
-Por supuesto. Tu vagina desea mi polla. Tu néctar facilitará mi camino y lo hará más placentero para ti.
Sus respuestas sinceras y prácticas sobre el sexo hacían que ____ se relajara. Sospechaba que podía preguntarle lo que fuera y él le respondería.
Él deslizó un segundo dedo junto al primero. Ella se puso tensa pero notó que su cuerpo estaba ávido de aceptado, deseaba dilatarse.
Se levantó. Sus dedos aún la tocaban y acercó la boca hasta sus pechos. Lamió un pezón a través de la traslúcida muselina y lo llevó dentro de su boca, succionando al ritmo del movimiento de sus dedos.
Las caderas de ____ se levantaron de la silla mientras luchaba por incrementar la presión de su mano contra ella. Sabía que algo peligrosamente placentero la esperaba, pero no estaba segura si deseaba aceptarlo o huir de ello.
Harry agregó un tercer dedo. Todo sentido de instinto de conservación desapareció cuando la atención de ____ se centró en las exquisitas sensaciones que le provocaba. Se esforzaba por unirse a sus estímulos, comprimiendo el pubis contra la palma acogedora y expectante de su mano. Subió las manos sigilosamente hasta sus anchos hombros y clavó las uñas en sus músculos. Soltó un grito reprimido cuando las sensaciones que solo imaginaba se rehusaron a florecer.
Él levantó la cabeza, con una sonrisa provocadora. -No es una carrera, ____, tenemos toda la noche.
-Rozó el dedo pulgar contra su labio inferior - En realidad, tenemos el resto de nuestras vidas para aprender a complacernos el uno al otro. 

Esclavos del sexo. [Harry Styles] {MUY HOT} |TERMINADA|Where stories live. Discover now