Cuenta la leyenda que existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que, están destinados a encontrarse a pesar del tiempo, el lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse.
¿Y UST...
**AGRADEZCO CADA UNO DE LOS HERMOSOS COVERS QUE USARÉ PARA ESTE CAPÍTULO. SUS MUESTRAS DE AMOR SON MI MAYOR REGALO. GRACIAS POR EL APOYO, GRACIAS POR HACER DE HILO DEL DESTINO LO QUE ES. GRACIAS POR LEER Y ESPERO QUE DISFRUTEN DE LA LECTURA.
"Muchas veces es más fácil escuchar lo que el corazón quiere decir que huir de él. No cometas el error de cerrar tu corazón e impedir que libere sus sentimientos, porque puede darte muchas sorpresas".
-Su Escritora
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Las luces que se veían a través de la ventana del coche que pasaba rápidamente por las calles de Japón con rumbo al centro de Tokio. Las luces creaban un arcoíris de esplendor en los grandes edificios. Lauren observó el perfil de Camila que iba a su lado perdida en el paisaje de la ciudad, y sus ojos se suavizaron al verla tan emocionada y tan linda.
En realidad la quería. Lo podía decir por la forma en que se sentía por dentro cuando la miraba. Cuando le sonreía Lauren pensaba que podía dejar de ser una hija de puta, y convertirse en alguien especial por ella. Esa noche había planeado una sorpresa para Camila y quería que esa noche fuera inolvidable. Porque esa noche, por primera vez Lauren Jauregui iba a pedirle a alguien que fuera su novia.
Lauren suspiró al sentir el leve temblor en su cuerpo y cuando Camila se giró sonriéndole y señalándole un lugar en la calle Lauren sonrió acercándose un poco más a ella. Esa noche se veía tan hermosa, que Lauren apenas podía respirar. Estaba cautivada por esa mujer, no podía negarlo más. Lauren siempre había sido completamente honesta con sus sentimientos.
Camila era capaz de sacar una versión de ella que nadie conocía. Era una versión que solo existía para ella y se sentía bien. No había nada que le ocultara, no había nada que esa mujer no supiera de ella y eso era más de lo que Lauren había tenido jamás. Era algo real, confiable, honesto y amoroso. Era la única persona que le había demostrado que la quería por lo que era, por ser simplemente Lauren.
-Estas muy callada-dijo Camila rompiendo el silencio y viendo a Lauren a los ojos que la observaba profundamente.
-Solo estaba observándote-respondió Lauren sonriéndole un poco y tomando la mano de Camila entre las suyas.
-¿Me veo bien? No quiero desentonar contigo-preguntó Camila con un poco de inseguridad y Lauren se acercó acariciándole la mejilla dulcemente.
-Te ves hermosa-susurró Lauren pegando su frente a la de Camila y suspirando. Había tanta paz en su cercanía, era tan agradable poder sentir sus caricias, su aliento, su cuerpo-, jamás podrías desentonar conmigo. Tú y yo formamos la perfección.
Camila suspiró derritiéndose por ella y acariciando dulcemente su nariz con la de ella mientras le sonreía.
-Hace unas semanas no pensabas lo mismo-susurró Camila.
-Hace unas semanas era una ciega de mierda-respondió Lauren haciendo que Camila sonriera un poco-, lamento mucho todo lo que te hice.
-Eso ya no importa-Camila pasó un mechón atrás de su oreja y sonrió-, ¿Adónde vamos?
