Capitulo 6

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La hermana María se encontraba sentada en un sillón del cuarto, se abrió la puerta.

-Hola hermana María ya regrese con las cosas.
-Esta bien Hija.
-No Ah dicho nada el doctor sobre la salud de John.
-No.
-Hermana María es mi turno de cuidar a John, usted valla y descanse un poco y dese un baño, que ya empieza a oler. Dijo Candy riéndose.

La hermana María muy intrigada y enojada, toda roja como tomate.

-Candy. Also la voz la hermana.
-Solo es una broma hermana jaja. Dijo con una sonrisa muy burlona.
-Bueno ya me voy te veo alrato Candy, cuida muy bien de John.
-Claro hermana por eso soy Enfermera. Contestó Candy guiñandole un ojo.

Candy fue a ver la temperatura de John, al parecer ya estaba más tibio, hiba por un buen camino, el niño se recuperaría muy pronto.

Se abre la puerta de la Habitación.

-Ah hola Candy, vengo a ver la temperatura. Dijo el doctor.
-Hola doctor, ¿Como Ah visto a John estos días aquí?
-Por suerte Candy Ah respondido bien, y muy pronto se lo llevaran.
-¿Cuantos días?
-Un par de días ya.
-Hay que gusto Doctor. Salto Candy de emoción abrazando al doctor con mucha Fuerza.
-Bueno Candy ya me voy. Dijo mientras la alejaba de aquel sorpresivo abrazo.

Se quedó sola Candy con John en el cuarto, unos lindos ojos Café oscuro se Abrían mientras miraban a todos lados.

-¡Candy!
-¡John! ¿Como te sientes?
-Mucho mejor Candy, tu me has cuidado todo este tiempo y así quien no estaría mejor.
-Hay John gracias a estos atendidos que tuvimos en este hospital te has recuperado, y me da mucho gusto saber que ya pronto nos pondremos ir a Casa.
-Encerio Candy? Ya nos iremos.
-Si John, en un par de días ya estaremos en el hogar de pony.
-Gracias Candy.

Entro una enfermera al cuarto, con una bandeja de comida, un caldo de pollo, y un plato de frutas con un vaso de Jugo de naranja.

-Hola, ya llegó la Comida.
-Gracias, ya tenía mucha Hambre. Dijo John tocándose el cabello y sacando su lengua de un lado como de costumbre.

Candy hecho una risita muy pequeña por la acción de aquel niño en cama.

En un pequeño hotel.

Un chico dormía muy agusto, no se acordaba de todos los problemas que tenía, era como si no tuviera de que preocuparse.

El sol pegaba entre las cortinas de aquel pequeño balcón, haciendo poca luz entrar al Cuarto, el rostro del chico se iluminaba con esos pequeños rayos de sol.

Un lindo sueño pasaba por la mente de Terry.

Terry, Terry, Terry, ¿Donde estas?
Candy Candy aquí, ven aquí estoy.
Ah ya voy, espérame.
Candy que hermosa te ves hoy, no has cambiado nada, ha pasado mucho tiempo mi Tarzán pecosa.
(Tomando sus manos y mirandola a los ojos)
Me encanta esa mirada, esos hermosos ojos color esmeralda, ese brillo en ellos.
Oh Terry, me sonrojas.
Candy se que te veré pronto.
Si Terry pronto
(cada vez más cerca uno del otro, un tierno beso, un beso de en sueño un hermoso sabor a cereza en sus labios)
Te amo Candy.
Terry Terry Terry, alguien llama...

Toc, toc, toc.

-Ah Ah que pasa. Desperto el joven mirando hacia la puerta.
-Señor Grandchester.
-Em si, ¿Que deseaba?
-Le han mandado un Carta.
-Ahora voy.

Terry se levantó de su cama, se puso sus zapatos, y camino a la puerta, todo desubicado. Abrió la puerta y era un joven con uniforme.

-Buenas tardes señor, tenga su Carta.
-Gracias joven. Dijo cerrando la puerta de su cuarto.

De quien podrá ser la carta.
Penso mientras le daba vuelta al sobre para ver quién lo había mandado.

-¡Susana Marlow! Dijo exaltado.
¿Cómo supo donde encontrarme?

Buenas tardes mi querido Terry, te has de preguntar cómo se que estás en Chicago, tengo unos conocidos ahí, que aseguran verte en un pequeño hotel de Chicago. Me pregunto como estas, tiene unos varios días que no se nada de ti, me entristece que no estés ami lado.
Acuérdate que todavía estás casado conmigo, yo no te eh dado el divorcio, y estaría muy contenta si regresarás, prometo ya no celarte pero regresa porfavor.

Con amor y cariño Sasana Marlow.

No pensaría regresar con ella, eso de ya no celarme no creo que sea verdad la conosco ya dos años, y se que eso son puras mentiras para hacerme regresar, pero no conseguira que yo regresé. Lo que me puede es que no quiera darme el divorcio, yo a ella no la quiero y mucho menos la Amo, mi Corazón le pertenece sólo a una mujer.
Y se llama Candy.

Terry guardo la carta en su sobre tirandola a un cesto de basura.

El chico despidió salir a dar un paseo, agarró su abrigo de piel color cadera, se puso sus guantes blancos, botas para nieve, y un lindo sombrero que hacía juego con su abrigo.

Salió del hotel y camino sin rumbo.
A lo largo de su trayecto, vio una cara muy familiar.

Si era ella.

Tanto tiempo, al parecer no cambiado nada.

Al ver que voltio la mirada la persona, Terry se voltio para no ser visto y sobre todo por esa persona.

Lastima el plan no salió bien, esa persona alcanzó a ver a Terry, y fue directo hacia donde el.

-Hola Terry , tanto tiempo sin verte, ¿Como has estado? Y ¿ Que haces aquí en Chicago?
Pero cuéntame cómo te Ah hido, que tal todo, sigues estando muy Guapo todo un galán y un caballero para mi, todo lo que necesito.

Terry no hacía nada, sólo dejaba que aquella persona hablará, no había algún otro ruido en el lugar.
Así que dijo sus primeras palabras después de tanto choro que le dieron.

~El Fin~ Candy Candy/COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora