Capitulo 46

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Esa noche Candy trato de hablar con Albert algo que fue tan inútil. Él estuvo toda la noche cuidando de Rachel. Albert no tenía ningún título de enfermero pero lo hacía bien.

La única enfermera de la casa era Candy, claro que Rachel se negó a que Candy la atendiera.

Candy al fallar tantas veces se fue a su habitación. Estando ahí descanso un poco ya que tendria que ir a su trabajo en la mañana y si quería estar activa necesitaba estar energética.

*

Me duele el cuello, me e quedado dormido sobre la cama. No es nada cómodo. Pero me siento mejor saber que está bien. Se ve tan tranquila  cuando duerme. Necesito ducharme.

Albert se levantó lo más cuidadosamente. Y poco a poco salió de la habitación. Haciendo el ruido menos posible atravesó el pasillo para llegar a su habitación y darse una ducha.

Candy había hecho su último intento de hablar con Albert en la mañana. Pero no se encontraba en su habitación por lo cual tuvo que irse sin haber hablado con él.

*

El sol atravesaba las cortinas. Dejando un destello de luz por la habitación. Repentinamente Rachel abrió los ojos mirando a todos lados. Se sobresalto cuando se dió cuenta que Albert no estaba.

¿Donde esta Albert? Y si esa revoltosa ya hablo con él y ya lo puso en mi contra. Mi plan no se arruinara, necesito encontrarlo.

Después de ducharse, Albert fue a desayunar. Y después de hacerlo se encargaría él personalmente​ de llevarle el desayuno a la cama a Rachel.
Mientras que Rachel salía de la habitación en busca de Albert. Claro se sentía mejor pero tenia que hacerse pasar por la víctima. Así que cada vez que caminaba hacia gemidos de dolor para hacer creer a todos que estaba mal y que estaba en un estado crítico. Era buena actriz, para ser exactos.

Albert llevaba el desayuno en una charola la cual dejo caer cuando vio a Rachel a punto de bajar las escaleras por las cuales había caído ayer por la noche.

– ¡Rachel espera! ¡¿Que estás haciendo?!– grito Albert muy preocupado.

Albert corrió subiendo las escaleras, llegando a la par de Rachel la detuvo y la giro para llevarla de nuevo a su habitación.

–¿Pero que estabas pensando?. Acaso quieres caerte de nuevo. Tuviste suerte una vez, pero la tendrás a la siguiente.

– Lo siento Albert. Pero no te encontré y no quería estar lejos de ti.– dijo Rachel fingiendo arrepentimiento.

– Esa no es una excusa Rachel. Ven vamos tienes que regresar a la cama.

*

Tiene que haber una manera de hablar con él.

–Señorita, enfermera, joven.– hablaba un paciente, del cual Candy no se habia percatado por andar en otro mundo pensando en como podría hablar con Albert lo más rápido posible.–¡Disculpe!– dijo exaltado el Señor.

– Oh. Discúlpeme, tenia la mente por otro lado.– dijo Candy sacando la lengua.

Fue un día largo en el consultorio. Candy estuvo haciendo​ muchas cosas. Después que el Señor la revivió de sus pensamientos el día fue muy ocupado, y gracias a ello pudo mantener la mente fuera de Albert y de Rachel.

Necesitaba un consejo urgente.

Y no había lugar mejor para encontrarlo que en el hogar de Pony.

Saliendo del trabajo Candy se dirigió al hogar de pony. Cuando llego rápido se sintió en casa, ese lugar le traia buena vibra y buenos recuerdos. También los niños del hogar se sentían bien cuando ella llegaba.

~El Fin~ Candy Candy/COMPLETAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt