Capitulo 18

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Candy se quedó en la habitacion de Albert toda la madrugada, se habia quedado velando por cualquier cosa que le ocurriera a Albert, hasta que ya no pudo mas quedo completamente dormida. Lo único que pudo hacer es pedirles un gran favor a algunos trabajadores para que avisaran en la casa hogar y a Annie y Archie sobre el terrible accidente, y un pequeño homenaje de despedida a Josep.

Los rayos del sol atravesaban los ventanales de la habitación, brindando una luz pura y natural, al mismo tiempo unos bonitos ojos esmeralda se abrían poco a poco, un poco hinchados ya que no había dormido mucho. Vio a su querido Albert que seguía dormido. Y se levanto lentamente para no despertarlo.

Albert estaba dormido no muerto así que aunque Candy hiciera todo lo posible por no hacer ruido, Albert sintió su presencia. Así que dejo ver sus lindos ojos zafiro.

Candy a un paso muy despacio y de puntillas consiguió llegar a la puerta habriendola estaba y una voz débil se escuchó.

-Candy, no te vallas, quedare conmigo.

Candy salto del susto, no sabia que Albert ya había despertado y su voz la hizo temblar un buen rato.

-Albert, por favor, deja de hacer eso, me vas a matar.
-Perdón no fue mi Intención.
-Esta bien Albert, ¿Como te sientes?
-Pues siento que estaré un buen de tiempo en esta cama, así que ya me estoy acostumbrando.
-Lo bueno es que tienes a la mejor enfermera en casa.
-Ah propósito enfermera, ¿Y su trabajo? Dijo Albert levantándole una ceja.

La pobre chica se le había olvidado de que sus vacasiones no eran eternas, tenia que volver a la pequeña clinica.

-¡Hay dios mio! Como se me pudo haber olvidado. Dijo Candy llevándose la mano a la frente. -Tengo que ir inmediatamente, para hablar con el doctor Francis.
-Creo que seria lo correcto.
-Bueno Albert te tendré que dejar solo, y perdón por no quedarme pero ya vez todo el compromiso que tengo.
-Candy, hablando de compromisos, ¿Quisiera saber que van hacerle a Josep? Se que no estaré presente ahí por mi pierna, pero me gustaría que le dieran una de las mejores despedidas, fue un gran empleado, y era una buena persona, con un corazón muy noble, y aunque no estuvo mucho tiempo conmigo le tome un gran afectó.
-Josep fue una gran persona y que mejor que despedirse de él de una manera muy digna. Dijo Candy mientras le rodaban un par de lágrimas.

Candy salio de la habitación y fue a ver como iba todo con lo de Josep.
Los reunió a todos en la cocina y ella tuvo que hablar ya que Albert no podía.

-Bueno, eh  hablado con Albert y me dijo que le gustaría que Josep se fuera con una buena despedida.
-Si señorita Candy y muchas gracias. Dijo una voz débil y temblorosa, era la esposa de Josep, era una señora como de 35 años, tenia los ojos hundidos de tanto llorar, su nariz estaba roja y parecía que no se hubiera peinado.
-Bueno, Josep era un buen hombre y se merece eso y mas, que lastima que se aya ido. Dijo Candy y sus ojos se empañaron de lágrimas.- Bueno me retiró tengo que hacer unos compromisos mas, regresare para la ceremonia.

Candy se retiro de ahí y fue camino al consulturio donde trabaja.

Cuando llego al consultorio estaba muy nerviosa, ya que tendría que renunciar a su trabajo, para cuidar de Albert mientras curaba su pierna quebrada. Estuvo afuera como 10 minutos pensando las palabras que le diría al Doctor Francis, hasta que se armo de valor y decidió entrar.

Dentro del consultorio había poca gente, al parecer el doctor Estaba atendiendo muy rápido.

-Muy buenos días. Dijo Candy a las personas que estaban esperando su turno.
-Buenos días señorita. Contestaron varias personas de ellas.

Se dirigió a su despacho y tocó.

-Doctor soy Candy.
-Candy, pasa por favor. Respondió una voz un poco ronca.

Candy abrió la puerta, el doctor Francis se encontraba sentado en su escritorio escribiendo una nota a la paciente que se encontraba con él en el escritorio, a un costado de él estaba una joven de cabello rojizo y corto, ojos miel, con gafas y un traje de enfermera.

Otra enfermera, acaso ya sabía en doctor Francis que renunciaría, pero si no se lo dije a nadie, ni a Albert. Pensaba Candy.
Estaba tan pensativa que solo miraba la nota que escribía.

-Candy, ¿Como has estado? ¿Que tal tu navidad?. Pregunto el Doctor

Candy no contesto, estaba tan distraída que no oyó que le hablaban.

-Candy, Candy, Candy, ¿Estas bien? Repitió el Doctor.
-Ah, eh, perdón doctor Francis que decía? Contestó Candy.
-Que pérdida estas Candy, los muchachos te tienen muy distraida. Dijo el doctor mientras se burlaba de ella.

Candy se ruborizo un poco, y por fin adaptándose a la platica.

-Perdón Doctor, estoy un poco distraída
-Candy se nota que estas distraída, no es necesario que me lo digas, a todo esto me parece que hoy es tu día de trabajo, verdad?.
-Am, doctor Francis de ese venia a hablar con usted.
-Permiteme tantito Candy.

-Tenga su receta medica, los medicamentos lo puede conseguir en la farmacia que esta aquí a la vuelta.
-Gracias Doctor, compermiso.

La paciente se retiró, ya podían hablar mas agusto.

-Bueno Candy ahora si, hay que olvidadizo soy, te presento a Miriam. Dijo el doctor mientras señalaba a la joven.
-Mucho gusto Miriam, yo soy Candy.
-Hola Candy el gusto es mio, e escuchó mucho de ti. Dijo Miriam.
-No se que tanto te contó el doctor Francis.
-Casi nada Candy. Dijo el doctor soltando una risita.- Y cuentame ¿Coml estuvo tu navidad?
-Bueno sobre eso venia a verlo.
-Yo me retiro. Dijo la joven enfermera.

Dejando solo a los dos.

-Doctor sobre eso le venia a ver.
-¿Que paso Candy?
-Mire, navidad la pase en el hogar de pony, ya era muy noche cuando veníamos de regreso ayer, tuvimos un accidente con Albert y nuestro chofer murió en el accidente y Albert tiene una pierna quebrada, y venía yo a pedir mi renuncia, porque me quiero  cargo de mi amigo Albert.
-Oh Candy, que terrible, gracias a que vienes a avisarme, y así puedo contratar a Miriam.
-Entonces esta de acuerdo?
-Claro Candy, cuida mucho de Albert y se la buena enfermera que eres.
-Oh mucha gracias Doctor, y cuidese, me tengo que retirar.
-Descuida Candy, puedes irte.

Candy salio del despacho, se despidió de  Miriam y salio del consultorio. Afuera la esperaba uno de los coches de los Andrew, para irse de regreso a la mansión, se subió y el coche empezó a avanzar.

~El Fin~ Candy Candy/COMPLETAOnde histórias criam vida. Descubra agora