Capitulo 15

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Hacia un poco de frio, el sol empezaba a dar sus pocos rayos de luz, era hora de levantarse, o perdería el barco hacia Escocia.

Solo faltaba media hora para partir, el joven castaño corría para no perder su barco, tuvo que rodear y hasta atravesar personas, pero después de tanto esfuerzo por pasar, logro llegar.

Al fin miraría a su madre de nuevo, su corazón latía cada vez mas rápido, como si quisiera salir de su pecho, era la emoción y el cansancio, pero se sentía bien y entusiasmado.

Después de tanto buscar dentro del barco encontró su camarote, era un lugar pacifico y un poco pequeño, con unas franjas rojas, una cama en el centro, un baño y un pequeño sillón con una mesa de centro. Era algo sencillo pero confortable.

Terry salio de su camarote a dar un vistazo por todo el barco, el barco tenia un poco de nieve regada en algunas partes. Habían muchas familias juntas, también parejas e igual que él, los solitarios. El joven caminaba tranquilamente y un niño resbaló con un poco de escarcha que había en el suelo, calló y fue a quedar enfrente de él.

El pobre niño se encontraba tirado, Terry lo ayudo a levantarse.

-Pequeño ten mas cuidado. Dijo Terry
-Si señor, y gracias por ayudarme. Respondio el niño. Era un niño como de 8 años de edad, tenia el cabello café claro, su piel clara y ojos negros, vestía con una playera azul celeste, con un abrigo un poco grueso, y pantalones de algodón.

-Y dime, ¿Con quien vienes?. Pregunto
-Vengo con mi hermana mayor, ella tiene 14 años.
-Ustedes dos solos vienen y sus padres, ¡hoy es navidad!. Le recordó terry al niño.
-Pues nuestra padre se encuentra en América y iremos a ver a nuestra madre a Escocia y ahí nos quedaremos, creo que este año no habrá Navidad.
-Pero son muy pequeños para viajar solos y sobre todo para no estar con sus padres una navidad.
-Ya nos acostumbramos. Dijo el niño con cara de tristeza, en sus ojos se podía ver que extrañaba a sus padres.

Terry camino junto al niño un buen rato. Los pequeños copos de nieve caían lentamente, se podía ver como caía uno por uno.

-Y a todo esto ¿Como te llamas?. Pregunto el joven.
-Me llamo Louis.
-Bonito nombre Louis, ¿Y tu hermana?
-Ella se llama Cinthia.

Al final del pasillo, había una joven de 14 años, cabello castaño de gran melena, en una coleta y tenia un parentesco a Louis.

-Ella es mi hermana. Afirmo Louis, señalando a la joven.
-Hola mucho gusto, tu eres Cinthia supongo, la hermana de Louis.
-Si, soy yo, mucho gusto. Dijo la jovencita, quedo un poco impresionada por el chico, era muy apuesto aún que un poco mayor para ella.

Se la pasaron hablando todo el rato, hasta que llego la hora de la cena, el capitán del barco les había hecho una pequeña cena de Navidad a sus pasajeros, sabia que muchos no estarían con sus parientes y era lo menos que podía hacer.

Después de cenar cada uno se dirigió a su camarote a descansar. Al final de cuenta no había sido la peor Navidad de todas, al contrario fue una navidad para hacer mas amigos, y divertirse un poco.

Lakewood

Ya era hora, el coche de los Andrew esperaba afuera, mientras que Albert daba vueltas por toda la puerta esperando que bajara Candy de su cuarto.

Albert se había vestido muy elegante, con su traje de vestir, con saco y corbata, era color negro y con  camisa azul por dentro, zapatos negros de vestir, se miraba muy apuesto, se afeitó bien y se rebajo un poco el cabello.

Candy sabia perfectamente que se pondria, ya tenia mucho tiempo que había comprado su vestido, era para una ocasión especial que mas que Navidad para poder usarlo.

Su vestido era azul, hacia juego con la camisa de Albert, era de manga larga y hasta los tobillos, tenia unas cintas de seda de color azul celeste, con algunos encajes en las mangas y en la parte del pecho. Su cabello lo dejo suelto, son un listón en la parte de enfrente del mismo color del vestido, se miraba muy hermosa, sin duda era otra.

Candy tomo su abrigo y ya decidió bajar para irse con Albert al hogar de pony.

Una sombra de acercaba a las escaleras, Albert noto aquella presencia y voltio a ver. Candy iba bajando uno por uno de los escalones, mientras de sujetaba del barandal de las escaleras, Albert se quedó boca abierto después de verla bajar, no había palabras que expresara lo bella que se miraba.

-Oh Candy, te miras hermosa esta noche.
-Gracias Albert. Dijo Candy mientras sus mejillas se tornaban a un rojizo un poco intenso.
-Me siento afortunado de que estemos juntos en Navidad.
-No es para tanto Albert, ¿Ya nos Vamos?.
-Claro Candy, vamonos.

Albert colocó su brazo enganchado al de Candy y empezaron a caminar rumbo al coche. El coche se dirigio al hogar de pony, Annie y Archie ya se encontraban ahí, al igual que  rubios se encontraban muy elegantes y los niños de hogar igual estaban muy presentables, listos para la cena y la noche que les esperaba.

El coche por fin llegó, los dos bajaron de él, tocaron la puerta y entraron al hogar, dentro del hogar estaba la mesa del comedor con mucha comida, obviamente no faltaba el pavo relleno y muchas velas, todo estaba muy bien adornado, con luces de varios colores y escarchas verdes con brillo, estaba muy limpio y no podía faltar el árbol de navidad, con muchos regalos debajo de él.

Al ver a Candy y Albert muy elegantes, los niños quedaron asombrados.

-Ohhhhhhhhh. Debían todos los niños en coro.

Hasta que el pequeño John se acerco.

-Candy te ves como una dama muy hermosa.
-Oh, gracias John. Contestó la chica.

Después de tantos alagos y una buena plática con sus amigos y sus madres, decidieron empezar a cenar, todo sabia y olía muy bien, estaba exquisito. Todos terminaron de cenar y era la hora de abrir regalos, todos los niños estaban muy contentos por sus regalos.

Para ponerle mas diversión a la fiesta decidieron bailar, todos bailaban al compás de la musica, reían y se la pasaban bien.

~El Fin~ Candy Candy/COMPLETAWhere stories live. Discover now