Capitulo 40

784 50 7
                                    

Ha llegado la misma carta cada semana. La carta no cambia nada, dice exactamente lo mismo.Ya han pasado varios meses y no han llegado otras noticias de Albert.

Querida Candy.

En Londres estoy bien. No hay nada de novedoso por ahora, solo trabajo y más trabajo. Espero que estés bien y me gustaría que contestaras alguna carta que te envío y no solo que Archie o Annie me digan que estás bien. Se que estás enojada por no haberte dicho nada. Pero hoy es mi día 96 que estoy en Londres, te prometí que contaria los días y estoy cumpliendo mi promesa.

W. Albert Andrew.

Candy doblo la carta. Se la regreso a Annie con una cara de pocos amigos.

— Candy no puedes estar enojada con él. Solo por eso y además por todo este tiempo, no lo vas a odiar por siempre ¿O si?

— Realmente no se Annie. Me siento engañada por que él me mintió.

— Pero no debes de tenerle un odio. Él te adoptó y gracias a él tienes lo que tienes.

— Nunca le pedí que lo hiciera.

— Basta Candy. No puedes decir tonterías.

— No son tonterías. Yo no sé lo pedí.

Se notaba el enojo que tenía Candy. Pero era imposible hacerla entrar en razón. Claro, estaba dolida pero no era la manera de comportarse.

— Lee la carta, dice lo mismo. Confirma tu misma.

— Espera Candy no te vallas.— dijo Annie, pero Candy no le hizo caso. Sigue siendo la misma rebelde.

Otra semana más y con ella otra carta. La carta que Candy está vez no leyó.

— Candy podrías leer tu carta por favor.— era la cuarta vez que Annie se lo decía.

— Ya me voy. Llegaré tarde al consultorio.

— No puedes seguir así Candy.

— Adiós Annie.

Un mes más. Un mes sin leer las cartas de Albert.

— ¿A donde vas Candy?— pregunta Archie.

— Iré al hogar de Pony. Tiene más de una semana que no voy.— dijo Candy con una sonrisa apretada.

—Esta bien. ¿Te esperamos para cenar?

— No, creo que no llegaré hoy. Me quedaré aya.

— Por cierto Annie me dió esto para ti. Dice que ella no te lo entrega porque ya no eres razonable.

— ¿Que es?

— Creo que son las cartas de Albert.

— No las quiero.

— Por favor Candy— dijo Archie con tono convincente.

Candy las tomo de mala gana y se fue.
Llegó al hogar de Pony, donde saludo a sus madres y estuvo jugando con los niños. Era raro ya no ver a John por ahi.
Cuando ya entraba la noche, todos los niños se cepillaron y se fueron a la cama.

— Me contado Annie que no has querido leer la cartas del señor William.— dijo la Señorita Pony.

— Ya me lo imaginaba.

— Candy, el Señor William quiere hablar contigo pero tú se lo niegas.— dijo la hermana María.

— Pero que me puede decir. Sus carta dicen lo mismo. Y ¿Por que no me llevo mejor? Creo que todo estaría mejor.

— Sabes las razones Candy.— dijo la hermana María.

— Te recomendamos que leas esas cartas.— dice la Señorita Pony.

— Te dejaremos sola.— dijo la hermana María retirándose junto con la Señorita pony  y dejando sola a Candy.

Candy saco el paquete de cartas que se le habían acumulado. Y empezó a leer. La primera carta no tenía mucho que decir pero después de la segunda todo cambio.

Candy.

Me ha contado Archie y Annie que no has querido leer mis cartas. Pero se que las vas a leer tarde o temprano.

Te quiero decir la verdad de los negocios.
Se que no te gustará el por qué estoy en Londres.

Cuando era joven, hablo de cuando todavia no era cabeza de los Andrew. La tía Erloy arreglo un matrimonio con una joven de mi edad aquí en Londres. Al ser cabeza de los Andrew me tengo que casar con ella, ya todo está planeado, una hija de las personas más ricas de Londres se casara conmigo. Claro que yo lo estaba de acuerdo pero descubrí que es necesario y mi visita a Londres es para conocer a mi prometida.
Perdón por no decirte nada.

W. Albert Andrew.

Candy quedó en shock tras la noticia, esa si que era un carta diferente. No tenía nada en común con las demás.

¿De verdad? Esto debe ser una broma. Albert se casara. ¿Porque nunca me dijo nada? Esto no debe ser cierto.

Pensaba Candy.

Siguió leyendo las cartas y cada vez era más difícil.

Candy.

Hoy es mi día 106 en Londres.

Te preguntarás porque en mi última carta te conté eso y no te lo conté antes. Era porque no me gustaba la idea de casarme. Pero es mi día 106 y Rachel es muy dulce y amigable, me cae muy bien. Hemos salido un par de veces y me agrada.

W. Albert Andrew.

¿Porque nunca quise leerlas? Aquí dice mucho que no se. Me e encerrado en mi mundo por mucho tiempo. Me e comportado como toda una niña caprichosa.




Candy.

No se que me pasa. Hay algo en Rachel que me atrae, a de ser porque es una mujer noble, hermosa y ante todo humilde.
Siento que la quiero.

W. Albert Andrew.

Rachel parece ser una buena persona. Albert no juzga mal a la gente y si dice que Rachel es encantadora es por que realmente lo es.

Las próximas cartas Albert contaba todo sobre Rachel, todo lo que ocurría en el pequeño mundo que compartían.
Era algo bonito a pesar de ser una boda arreglada. En las cartas Albert podía expresar su amor, sus cartas decían que era feliz, y lo era.

*

—¿ Ustedes sabían algo?— pregunto Candy.

— En parte.— contesto Archie.

—¿ Y porque nunca me lo comentaron ?— pregunto Candy, tenía muchas pregunta por hacer. Pero muy en el fondo sabía que era su culpa.

— Si no mal recuerdo, tu no quisiste leer las cartas. — dijo Annie.

— Debieron de haberme dicho.

— Claro que no. Tu sola tenías que saberlo, tenía razón Albert tarde o temprano te enterarás.— dijo Annie muy segura.

— Bueno reconozco que fue muy egoísta de mi parte.

Toda la tarde se la pasaron hablando de Albert, no se escuchaba otra cosa que no se refería a él. Detrás de todo había otra noticia. La cual llegaría en un sobre.

---------

Hola.

Ya está el nuevo Capítulo.

Sigo con la duda si a ustedes les aparecen bien los capítulos. Veo que hemos perdido votos en los capítulos y siento que es por culpa de ellos mismos. No aparecen ordenados y me gustaria saber si lo están.
Si están ordenados por favor avísenme.

Chaíto. Y gracias por aquellos que siempre están al pendiente.

Nos leemos pronto.

~El Fin~ Candy Candy/COMPLETAOnde histórias criam vida. Descubra agora