~El Fin~ Candy Candy/COMPLETA

EXTRA. Capitulo 50

Están todos en la sala de espera, en el hospital Santa Juana de Chicago.

Todos están nerviosos y asustados por lo que ocurrió en la mañana, una gran tragedia. Hay dolor y sufrimiento por cualquier lado, la señora Leagan se a desmayado dos veces y el Señor Leagan no deja de caminar de un lado a otro.

Annie está sentada junto con Archie quien la abraza tocando su pequeño vientre, ella tiene 5 meses de embarazo.

En el otro extremo de la habitación está Peter con el rostro en las manos, se mira terrible y devastado. Peter se siente un poco culpable por lo ocurrido, ya que Eliza y Neill iban a despedirse de él en la mañana. Peter solo quería despedirse de su amada antes de partir a Londres por un llamado del comandante. Lo cual ya no hizo por el accidente que tuvieron.

Eliza y Neill viajaban al puerto para despedirse de Peter, nunca llegaron porque tuvieron un accidente en el camino. Neill no es la mejor persona manejando un coche. Neill iba demasiado rápido y del camino salió una vaca la cual pudo esquivar pero nunca se dió cuenta del barranco enfrente de ellos, el coche volcó dejando inconscientes a ambos chicos. Un granjero que transportaba leche se dió cuenta del accidente, el cual como pudo saco a los Leagan y los llevo en carretilla hasta el hospital más cercano, y después fueron trasladados al hospital Santa Juana donde ahora están todos tan preocupados por ellos.

Albert entra a la sala de espera, corriendo y desesperado.

-¿Como están ellos?- pregunta con el corazón apunto de estallarle.

- No nos han dicho nada.- dijo la señora Leagan con los ojos hinchados de tanto llorar.- No se como están mis hijos, no se.- y nuevamente callo en llanto.

Otra vez se abre la puerta y entra Candy junto con Terry tomados de las manos.

Por la cara de todos Candy se dió cuenta que aún no sabían nada así que se limitó a preguntar para no hacerle más daño a la señora Leagan.

Caminaron hasta llegar a donde se encontraban todos.

En la sala de espera solo se escuchaba el tic tac del reloj. Nadie hablaba o se movía.

La puerta del quirófano se abrió, asustando a todos, un doctor no muy viejo se acercó.

- Son parientes de Eliza y Neill Leagan.- dijo quitándose el cubre bocas.

-Si.- dijo Albert.

Todos se levantaron y se reunieron junto a él.

-¿Están bien mis hijos?- pregunto la Señora Leagan.

- La Señorita Eliza está estable, ya no corre ningún peligro pero está un poco delicada.- el doctor suspiro.- En tanto al joven Neill hicimos todo lo que pudimos, en quirófano tuvo una hemorragia la cual no pudimos parar . Lo siento- termino el doctor y se retiró.

La Señora Leagan empezó a llorar de nuevo hasta llegar al punto de casi ya no poder respirar, el Señor Leagan la abrazaba tan fuerte tratando de asimilar todo.

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El funeral de Neill fue muy triste, sobre todo por el llanto de su única hermana. Eliza parecía una persona egoísta, fría y mala sobre todo. Pero tenía un poco de amor, el amor que sentía por su hermano, apesar de todo Neill estuvo siempre con ella. Y perderlo fue terrible para ella y para toda su familia.

La mansión en Lakewood y en Chicago, hacia que la familia Leagan no descansara bien. Todo tenia que involucrar a Neill así que la familia decidió alejarse de todo y empezar una mejor vida lejos de todo lo que les recordaba de Neill. Todos ellos tomaron el rumbo diferente. Se fueron lejos  perdiendo un poco de comunicación con todos los demás. En Canadá donde habían decidido vivir, los complacía bien de todas las formas posibles. Eliza empezó a vivir con su pareja hasta llegar al punto de casarse sin avisarle a nadie. Eliza siempre había sido una chica que lo quería todo, sobre todo en su fiesta de boda a la cual no realizo nada, le faltaba algo y ese algo era a su hermano. Ahora estaba felizmente casada y su marido la amaba, por fin Eliza estaba contenta por ella misma.