Christian Grey, un empresario en ascenso con un futuro prometedor.
Vive su vida feliz, con el amor de su familia, sin preocupación alguna, sin un pasado que lo atormenté.
O al menos eso creía.
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Por fin es sábado creí que nunca llegaría este día, esta semana asido la más larga de toda mi vida. Estoy muy ansioso el día de hoy, no puedo esperar más para ver a Ana, no he podido ir a la cafetería ya que eh tenido mucho trabajo en la semana el cual no me ha dejado mucho tiempo libre.
ahora me quejo pero después ya será menos.
Es medio día, voy a la cocina y le digo a Gail, que me prepare una canasta para un picnic. Gail es mi nueva empleada apenas comenzó a trabajar ayer, es muy eficiente, además de que cocina delicioso creo que mejor persona no pude a ver encontrado, debo de darle las gracias a mi madre por recomendármela.
Me doy una ducha y me visto con unos jeans negros y una camisa azul, me acomodo mi cabello con las manos. Tomo mi celular y veo un mensaje de Mía lo abro.
"hola hermanito, me iras a dejar al aeropuerto la semana que viene verdad?"
Mierda se me había olvidado que prometí ir a dejarla, tendré que organizarme. Miro la hora y son las 2:17. Mejor me apresuro si no quiero llegar tarde. Le mando una respuesta rápida.
"ok ahí estaré"
Tomo la casta que preparo Gail, le doy las gracias, subo la canasta al auto y me pongo en marcha.
Llego a la casa de Ana, con una sonrisa de oreja a oreja toco el timbre, esperando a que ella me abra.
-ho...-digo cuando la puerta se abre pero no acabo de saludar cuando mi sonrisa se desvanece al ver que la que me abrió fue Carla
-hola Cristian, pareciera que no te agrado verme-dice indignada
-no es eso Carla solo que...- y en ese momento es cuando me doy cuenta de que tiene tubos en la cabeza, de esos que las mujeres se ponen para ondular su cabello. Trato de no reír pero es que se ve graciosa. Carla me mira con mala cara, trato de componerme pero no es posible.
-de que te ríes Cristian- me dice molesta.
-lo siento Carla pero es que... creo que se te olvido algo- digo haciendo círculos encima de mi cabeza, ella me mira confundida. Toca su cabeza y comienza a ponerse roja como un tomate de la vergüenza.
-es... este yo... Mmm...-tartamudea-¡ANA! YA LLEGO CRISTIAN.- Grita desesperada. Se da la vuelta y me cierra la puerta en mi cara.
Enserio me cerró la puerta en la cara, bueno fue entendible su reacción yo aria lo mismo si fuera ella, pero gracias a dios yo no uso esas cosas. Pero viendo las circunstancian tendré que esperar. Me siento en los escalones de la entrada y espero...
Oigo que se abre la puerta detrás de mi volteo y veo a Ana parada en la puerta, lleva un vestido color verde jade con un cinturón café alrededor de la cintura el cual ase que parque su perfecta figura.
Me mira avergonzada mientras se muerde el labio, me levanto y me coloco enfrente de ella
-hola-le digo besándole la mejilla.
-hola... lo siento por lo de mi madre dice que te pide disculpas por la fachas en las que la viste-dice apenada
-no te preocupes no es nada comparado, de cuando veo a mi hermana recién levantada-Ana comienza a reírse, lo cual es bueno me gusta verla feliz.
-Nos vamos- me pregunta ya calmada.
-Claro.
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Vamos tomados de las manos con nuestros dedos entrelazados, llevo la canasta de comida en mi otra mano, mientras vamos platicando y riendo de cosas sin sentido,
Llegamos en donde está un gran césped en donde hay familias, niños jugando, parejas besándose lo cual es incómodo de ver.
Tiendo la manta y me siento. Mientras que Ana se arrodilla y se coloca sobre sus talones ya que si se le alzara el vestido daría una gran vista la cual no quiero que vea nadie y espero verla solo yo.
Mientras comemos fruta, reímos por la forma en que encontré a su mama.
-flores para su novia joven- oigo a un niño detrás de mí, el cual tiene una cesta de rosas de diferentes colores. Es un niño rubio y ojos verdes y la verdad me da mucha ternura.
-hola- lo saluda Ana
-hola señorita es usted muy hermosa-dice el niño quitándose la gorra, haciendo una reverencia ante ellas. Que niño tan educado
-gracias-le contesta Ana ruborizada.
-sabe joven algo que me dice mucho mi madre es que la forma en la que se le puede enamorar a una mujer es con una rosa blanca ya que esta refleja la pureza de la mujer amada y su novia es muy linda por fuera y también por dentro.
-gracias amigo tomare tu consejo- le digo tímido. No puedo creer que un niño de 12 años me de consejos. pero en algo tiene mucha razón Ana es linda sea como sea.
-y cómo te llamas?- le pregunta Ana al niño.
-bueno yo me llamo Christofer, para servirle.
-un nombre muy lindo para un niño guapo- dice Ana mientras le sacude el pelo con la mano. Ok no es por nada pero me están dando celos y solo es un niño. No grey enserio quien te viera. Tú cállate que no sabes nada subconsciente.
-dame una por favor-le digo al niño el la saca de su cesta y me la entrega, le pago con un billete de cien dólares y le digo que se quede con el cambio, el cual el acepta gustoso.
-muchas gracias joven es suertudo de que tenga una novia tan linda como la señorita, créame que si yo tuviera su edad ya la habría conquistado y hasta casado con ella joven, no la deje ir.-me dice Christofer orgulloso.
-lose, y créeme que yo también quiero casarme con ella-digo mirando Ana con amor, ella se pone roja como un tomate y se muerde su labio.
-pues échele ganitas joven, y gusto en conocerlos, gracias y conpermiso.-Christofer se da la vuelta y se va.
- un niño muy simpático no te parece?- le digo a Ana.
-si es muy lindo e indiscreto.
-porque? si dijo exactamente lo que yo pienso sobre ti.
-enserio?-alza la cara y me ve a los ojos, bueno grey dale otro beso que esperas.
Y sin más me acerco a sus labios y comienzo a besarla con amor, si con amor dije.
Nos separamos por falta de aire, y cuando nos recuperamos le entrego la rosa.
-bueno esto es tuyo. Y con esta rosa prometo conquistarte y enamorarte cada día hasta que cuando llegue el momento en el que tú seas mi novia y créeme no te dejare ir jamás pase lo que pase.
-eres u romántico sabes y me gusta.
-solo por ti soy así y hare que te enamores de mí.
Se avienta a mis brazos y me abraza, por un momento me pongo tenso pero al sentir su piel, al oler su olor maravillosos mis temores desaparecen sé que ella ara que mi vida cobre sentido, porque ella es tierna, tímida, inteligente, linda, hermosa, son infinidades de cosas que me encanta de ella.
