CAPITULO 24

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Despierto desorientado, al no encontrarme en mi cuarto, me restregó los ojos y recuerdo que estoy en el departamento de Elliot.

Otro sueño, otro recuerdo, estoy confundido no se en donde encaja este sueño, ¿el señor Steele? El padre de Ana, mi miga en aquel entonces carajo necesito saber que fue eso. Mi desesperación me esta matando por no saber que fue lo que me paso.

Mierda.

Me levanto de la cama y tomo una ducha, miro la hora en mi celular y son mas de las nueve. Vaya ahora si que dormí mucho tiempo.

Las risas de Mía y Elliot se escuchan del otro lado de la puerta, me e puesto la misma ropa de ayer ya que aquí no tengo nada.

Salgo y voy hacia la cocina y, me encuentro con Elliot lleno de chocolate en la cara y Mía en la nariz. Estallo en carcajadas por sus caras.

- el príncipe a despertado - se burla Elliot con una reverencia, después de que me recupero de mi risa.

- Elliot, ya vas a empezar - lo reprende Mía y se lo agradezco - par de holgazanes vayan a sentarse que ya llevo el desayuno.

- no quieres que te ayudemos - le pregunto con amabilidad niega y salgo siendo empujado por Elliot detrás de mi.

Cuando nos sentamos Mía ya trae el desayuno esperamos a que se siente y desayunamos con un silencio tranquilo, pero muy cómodo

Creo que es hora de cortar el silencio necesitó saber si ellos saben algo.

- cuando conocieron a Anastasia ¿Qué pensaron? - les pregunto mirando a uno y después al otro.

- es linda, y puedo asegurar que es la mujer de tu vida - dice Elliot sonriente pero con una chispa de nerviosismo.

- ¿a qué viene esto Chtistian?

- tu sabes porque Mía - la miro fijamente, ocasionando que fije su mirada en su plato - tu también Elliot.

El me mira con duda, haciendo como si no entendiera a que me refiero.

- quiero que me digan todo lo que saben de ella y sobre mi perdida de memoria. - hablo, mirándolos fijamente para que hablen.

Mía se a puesto roja, como si tuviera ganas de llorar y Elliot fija su mirada hacia la nada frunciendo el ceño, como si recordará algo.

- y bien? - los presiono para que comiencen hablar.

- recuerdo que cuidabas mucho a Ana al igual que a mi. Tuviste un accidente no se de que pero ocasiono que cajetas en coma durante dos años, te visitábamos todos los días y hubo una vez en que Ana te fue a visitar pero mamá la golpeo y la corrió diciéndole que por su culpa tu estabas en esa cama, fui testigo de ello. Tiempo después la busque y estuvimos comunicadas. Cuando despertaste siempre me preguntaba por ti, quería saber como estabas. - dice Mía con voz entre cortada.

- mamá nos hizo creer que tu estabas mejor sin ella y que serias feliz - habla Elliot con voz triste - eramos niños y creímos que eso era bueno, estuvimos en contacto con Ana e incluso fue a la misma secundaria que nosotros, pero mamá se entero y la amenazó. Ella no hizo caso y aun que no pudiera hablarte, por el hecho de que cuando despertaste no la recordabas, pensó que mantenerse al margen de ti era lo mejor.

- ¿por qué? - preguntó sin expresión.

- ¿por qué? ¿qué? - pregunta Mía sin entender a que me refiero.

- por que lo callaron, por que le dieron preferencia a Grace antes que pensar en mi.

- hermano... - susurra Elliot.

- nose dan cuenta? Siento que todo a mi alrededor es falso, que todo es mentira que mi vida es un engaño.

- no pienses eso - habla Mía con la voz apenas audible.

- y como no hacerlo, no se que pensar, no recuerdo nada de cuando era niño solo las malditas pesadillas de mi madre biológica, no se que fueron de esos seis años perdidos en mi infancia

- lo siento

- no Mía, no se quien mierda soy, pensé que con tener el amor de mi familia, mi empresa en desarrollo y el amor de Ana, era perfecta mi vida y ¿qué me encuentro? Con que todo lo que creí cierto, se esta desvaneciendo por un silencio que decidieron todos.

- perdoname Christian... Se que lo que hicimos estuvo mal.

- claro que lo estuvo pensaron en ustedes nada más no pensaron que algún día me iba a enterar y que me iban a ocasionar un dolor tan fuerte que ni yo puedo con el.

- sufrías por la partida de Ana y pensamos.... Que...

- que era feliz? Como no hacerlo si toda mi vida a sido una mentira. Perdí seis años de recuerdos, y lo único que tengo de esos seis años son sueños, sueños borrosos que no sabia en donde encajaban en la vida que creí perfecta para mi.

- perdoname, perdoname, - Elliot con la cabeza agachada comienza a suplicar en susurro como un mantra, baja su voz, que no logró entender que dice, me mira y de momento se levanta dejando la silla tirada por su impulso, y se dirige a su cuarto.

Voy detrás de el pero cuando llego a su puerta ya la a cerrado con seguro. No entiendo que le pasa, esto lo puso mal, se que el ocultármelo le haya dolido, pero no entiendo su reacción.

- déjalo, el estuvo muy afectado por acultartelo, entiéndelo, el que se hay callado lo que sabe lo tiene mal, siempre me decía que te lo quería decir, que no soportaba el ocultarte a una persona importante para ti.

-somos hermanos, se supone que hay lealtad entre nosotros, como siempre la hubo pero me doy cuenta que no es así, o al menos no de parte de ustedes.

-entiendenos Christian

-no entiendanme ustedes, tu estarías bien si te llegaras a enterar que perdiste la memoria y que te alejaron de alguien a quien querías

-no - susurra culpable

-lo vez - le digo echándole culpa, talves - ¿tienes las llaves de mi auto? - le pregunto y asiente da la vuelta para ir por ellas.

Regresa y me las tiende diciéndome una y otra vez que la perdone. Pero ya no quiero hablar ya no quiero seguir con esto y sentirme herido ya no más. Sin decir palabra salgo de ahí, voy al estacionamiento y me subo a mi auto. Arranco sin medir el limite. Quiero estar en mi casa, en mi refugio, no quiero y ni puedo ver a nadie, se que Gail estará y me preguntara que me pasa pero tendrá que esperar a que yo pueda asimilar esto que me esta pasando.

A mis veinticuatro años me siento como un niño indefenso tal y como en mis pesadillas, me siento abrumado, frustrado, engañado incluso.

Piso el acelerador sin ver a que velocidad voy, me paso dos semáforos en rojo y esquivo autos constantemente. Llego al estacionamiento de mi edificio y bajo dando un azote a la puerta. Subo al elevador, presiono mi piso y me recargo en la pared sin fuerzas de caminar.

Las puertas se abren y Gail me recibe con una leve sonrisa y los brazos abiertos, no se si es por que me extrañó o por que se da cuenta que algo me pasa y sin pensarlo dos veces la abrazo y lloro como nunca lo e hecho me refugio en sus brazos, me susurra un tranquilo, pero no puedo dejar de llorar las lágrimas salen sin permiso a más no poder.

Minutos después de que me e calmado un poco me lleva a mi habitación y me recuesta en mi cama aunque es temprano necesito descansar de todo esto o por lo menos no pensar.

-descansa mi niño lo necesitas te despertare más tarde - me dice mientras me arropa, me da un beso en la frente y lo ultimo que oigo es la puerta cerrarse detrás de ella.

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREWhere stories live. Discover now