CAPÍTULO 25

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-Christian – oigo mi voz a lo lejos, me remueven para que despierte pero no quiero. – mi niño despierta – es Gail la que me habla, pero no quiero levantarme – Christian Grey o se levanta o le hecho el agua que traigo, en la cara – me grita desesperada pero a la vez con burla.

Me levanto de golpe, si algo que se de Gail es que lo que dice lo cumple – ya desperté no es necesaria tanta violencia – le digo un poco asustado y se burla.

-Bueno ya es hora de comer y a llegado la persona que te recomendé para chofer.

-a si claro tu marido – digo sin dar importancia, su cara cambia, esta asombrada de que lo sepa – la otra noche sin querer te escuchar diciendo "te quiero amorcito" – me burlo asiendo una voz chillona.

-niño, sabe que no es bueno escuchar conversaciones ajenas ¿verdad?– dice tratando de sonar ofendida con ambas manos en la cintura

-lose pero no me hagas escuchar cosas que no quiero – le digo y salgo rápido de mi habitación antes de que me jale la oreja, corro hacia la sala aun riendo por mi ocurrencia.

Me recompongo cuando veo a un hombre, con porte profesional y serio, me agrada. Me acerco hacia él tendiéndole la mano en forma de saludo.

-Buenas tardes, soy Christian Grey – me presento con una sonrisa, para que no se sienta incomodo aun que con su cara seria no se sabe.

-señor Grey – devuelve el saludo para después presentarse – Jason Taylor

-Mucho gusto, bueno sabes de lo que trata el empleo ¿cierto?– asiente y continuo – bien se de tu relación con la señoras Jones y no pongo objeción – le digo y se ruboriza un poco, así que tan serio no es.

-No daremos molestia señor.

-Bien, solo que dime Christian, con señor me haces sentir viejo

-pero...

-solo fuera de casa me puedes decir señor o señor Grey ¿si? – asiente algo confuso.

Media hora después de que hayamos revisado su contrato, se a instalado, pasamos a la mesa, para comer. Puso resistencia cuando le dije que quería que comiera junto con Gail y conmigo, pero soy el jefe así que le tuve que decir que era una orden, y accedió.

Comemos mientras me cuentan el como se conocieron, y a la objeción que puso el padre de Gail al no querer que su hija se casara con un ex militar.

Cuando terminamos, me voy a mi estudio a seguir trabajando, ya que no hecho nada ayer ni hoy en la mañana y tengo un monto de trabajo que a ser.

Por ahora no quiero pensar en lo que me he enterado, mi trabajo ocupa mi mente, no quiero distraerme , no ahora.

Mi celular comienza a sonar, miro y es una llamada de Ana, no contesto, a los pocos segundo llega un mensaje de Elliot con un: perdóname

Lo miro y es como si me dijera que lo perdonara por otra cosa. Entra una llamada de Mía, no contesto, mi celular suena una vez más con el nombre de Ana en la pantalla, cuando corta, miro el reenvío de llamada y me debato en hacerlo o no.

Pero quiero oír su voz, esa voz tan dulce que tiene y que me encanta, le llamo, al segundo tono contesta

-Christian – su voz diciendo mi nombre me estremece – Christian estas ahí? – pregunta con ganas de llorar – perdóname por favor... - sigue hablando – se que estuvo mal pero perdóname... te amo – eso quería escuchar.

-adios – susurro sin saber que decir

-Chris... - no dejo que termine y cuelgo.

Me voy a la sala y voy al mini bar, me sirvo una copa, son más de las once me dirijo al ventanal para mirar a Seattel dormir a mis pies, se ve hermoso como siempre, bebo del vino que está en mi copa.

Me termino mi bebida y a mi lado aparece Gail, se supone que debe estar dormida, ya es tarde y ella siempre madruga. La miro con el ceño fruncido a lo cual se inmuta, me sonríe como si supiera que necesitara de alguien con quien pueda hablar y se que es así.

-ven vamos a la cocina te preparare un té y me contaras que te sucede – me dice quitando la copa de mi mano, me conduce a la cocina y me siento en el taburete de la isla.

Permanezco en silencio jugando con mis manos mientras espero. Honestamente no se si pueda terminar de decirle todo sin que termine enojado o llorando cualquiera de las dos, pero mierda necesito decirlo necesito sacar lo que siento, desahogarme sin importar como termine. Esta de espaldas para prenderle a la tetera, así que sin que me diga algo comienzo hablar.

-perdi la memoria – se tensa y voltea a verme para ver mi expresión. Me mira con los ojos llorosos sin creer lo que le he dicho – por un accidente que al parecer nadie de mi familia sabe, o no me quieren decir.

-pero como...

-dificil de creer ¿cierto? Pero sabes que es lo más curioso – niega y sigo – que Ana es la niña que aparece en mis sueños – ahoga un grito cubriéndose con ambas mano su boca

-¿hablaste con tu padre? – dice sirviéndome la taza de té que ya esta lista.

-más que eso – le digo y bebo un poco de té.

Comienzo a decirle lo que escuche en la casa de Ana ayer que la fui a ver, la pelea que tenia con Grace, sobre lo que hable con Ana, Grace, Carrick y mis hermanos, todo el rato a permanecido callada, sin interrumpirme, su cara cambio constantemente, cuando término me mira con comprensión se nota que está enojada pero no conmigo eso es más que claro.

-¿pero que les pasa a tus padres? se que tuvieron miedo, pero eso no lo haría un padre que sabe que su felicidad esta con su mejor amiga aunque le duela. Ocultarte tu infancia es lo peor que le pueden a ser a un niño que esta creciendo es como si le cortaran las alas y sobre todo por lo que pasaste antes de que te adoptaran, tu hermanos eran chicos lo entiendo pero cuando tuvieron uso de razón debieron decírtelo y hubieran evitado todo esto y Ana de ella si que no puedo creerlo no he tenido el gusto de conocerla pero el que haya callado te perjudicaba y a ella también. Perdieron más de quince años juntos, estoy segura que su amor a sido de toda la vida. A pesar de lo que pasaste con Leila. No consivo el pensar sus supuestas razones por lo cual callaron.

Dice perdiendo un poco la cordura se que quiere entender todo esto, y aprecio que lo haga ya que quiere lo mejor para mi. Después de un silencio rodea la isla y me abraza colocando sus manos alrededor de mi cuello.

Sin saber en que momento ya estoy llorando, sin control, me susurra un "todo estará bien", ¿pero cuándo será eso? No se si pueda ver a alguien de mi familia o a Ana. Siento que todo alrededor de mi se derrumba y que no puedo evitarlo.

Enterarme que perdí la memoria de niño, es difícil de entender y que no puedo creer que crecí "feliz" pero con engaños.

Gail se separa de mi y me sonríe, tratando de decir que cuento con ella y se que es cierto. Tomo el té que esta en la taza y me levanto del taburete, para irme a dormir sin antes darle las buenas noches.

Llego a mi recamara y me coloco mi ropa para dormir, me meto entre las sabanas y caigo en un profundo sueño.

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREDove le storie prendono vita. Scoprilo ora