CAPITULO 33

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Los rayos del sol comienzan a filtrase por toda la habitación, lo cual hacen que me despierte, me remuevo un poco y siento a alguien enfrente de mi e inmediatamente recuerdo que anoche Ana y yo hicimos el amor como locos, me entrego su virginidad y dios, lo disfrute. La amo.

Inhalo fuertemente y me llega el aroma a flores que ella desprende, estoy feliz como nunca lo había estado, pero también nervioso no se cual vaya ser su reacción, pero tengo la esperanza que le viernes el día de la inauguración de mi empresa ella este a mi lado junto con toda mi familia pero antes debo hablar con ellos para que estemos bien nuevamente para que estén apoyándome en este paso tan grande en mi carrera.

Mis pensamientos se esfuman cuan siento que poco a poco Ana comienza a moverse abriendo los ojos lentamente, cuando lo hace completamente se asusta un poco perdida pero inmediatamente se encuentra con mis ojos y me sonríe tímida.

-buenos días - me dice con un ligero rubor y sé que esta avergonzada porque estamos piel con piel y eso es excitante.

-buenos días amor - le respondo el saludo y le doy un beso. ¿Amor? me encanta como suena, porque si Ana es mi amor y quien da sentido a mi vida

-¿cómo amaneciste?- me pregunta un poco soñolienta

-ahora que estás conmigo mejor que nunca- le digo dándole un largo beso que poco a poco nos hace subir de nivel, comienzo a acariciar sus piernas de arriba hacia abajo, haciendo que ella se remueva por la excitación, me coloco encima de ella y cuando estoy listo para penetrarla mi celular comienza a sonar. Maldita sea ¿Quién rayos osa interrumpirme?

-debes contestar - me dice Ana entre jadeos y alejándose de mí.

-no quiero contestar, estoy contigo.

-puede ser importante

-está bien - cedo a regañadientes, tomo mi celular y veo que es mi padre, así que contesto - ¿bueno?

-Christian hijo que bueno que me contestaste - suena emocionado, como cuando gana un caso

-¿qué pasa papá? ¿Necesitas algo? No te ofendas pero estaba ocupado.

-oh, perdón por si te interrumpí pero tu madre me contó que viniste ayer a la casa y de lo que hablaron, sabes, me alegro de que hayas querido hablar con ella aunque no sé si ya la perdonaste o nos perdonaste, pero quería saber si puedes venir a una cena que estamos organizando tu madre y yo, solo vendrán tus hermanos, abuelos, ya sabes solo la familia ¿qué dices?

Me quedo pensando en si es buena idea ir, pero antes alejo el teléfono un poco.

-¿quieres ir a cenar a casa de mis padres esta noche?- le pregunto a Ana en susurro, ella abre los ojos sorprendida y asiente un poco insegura- bien

-¿bueno? ¿Hijo? ¿Sigues ahí? - la voz de mi padre sale por el teléfono y reanudo la llamada

-sí, sigo aquí

-creí que me habías colgado. Y bien ¿qué dices?

-está bien iré, sirve hablo con toda la familia y llevare a Ana conmigo

-oh, me alegro que bien que las cosas estén bien entre los dos, me la saludas cuando la veas por favor

-sí, de hecho estoy con ella ahora mismo- digo mientras veo a Ana pícaramente y ella se cubre el rostro para ocultar lo roja que esta

-oh, lo siento hijo no sabía que los interrumpí en algo importante -suena apenado- bueno hijo los esperamos esta noche a los dos, sigan en lo suyo. - y cuelga

-bien y ¿qué quieres hacer hoy?- me pregunta Ana inclinando un poco la cabeza en señal de curiosidad

-¿qué te parece si terminamos lo que estábamos haciendo? y después podemos ir a dar un paseo

-me encanta la idea podemos llevar a Tobi

-cierto hace tiempo que no veo a ese travieso

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Ana y yo hemos pasado toda el día fuera del escala paseando y disfrutando de cada momento, fuimos al parque a pasear a Tobi, comimos helado, hamburguesa, algodón de azúcar y cualquier otra golosina que encontramos en el camino, debo de reconocer que no soy fan de ese tipo de comida pero estar junto a Ana hace que sea completamente diferente, ella es feliz yo también.

-¿te divertiste? – le pregunto, mientras caminamos para ir al escala a prepararnos para esta noche.

Pero antes tuvimos que dejar a Tobi en casa de Ana-ya que no podemos traerlo al escala-ese perro el cual Ana dice que es nuestro hijo es un travieso ya que lo tuve que corretear por que se había soltado de la correa para ir detrás de un gato, no niego que fue divertido hacerlo pero también fue una vergüenza ya que Ana no paraba de reír.

-claro que si Christian – me responde al mismo tiempo que rodea mi cuello con sus brazos para darme un tierno beso.

Un carraspeo nos hace separarnos e inmediatamente cubro a Ana en forma protectora al darme cuenta quien es.

-¿qué hace usted aquí? – pregunto mordaz

-querido, es una calle y por esta pasa mucha gente es una casualidad el que me los haya encontrado ¿no crees?

-si, por supuesto-respondo cortante – hasta luego señora Lincoln-tomo a Ana de la mano muy firme, para irnos, pero antes Elena dice algo.

-muero de ganas por verte esta noche cariño – dice intentando ser seductora pero solo logró darme escalofríos, espero que mi madre no la haya invitado y si es así, no sé qué depara esta noche con la presencia de esa fea mujer.

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREOù les histoires vivent. Découvrez maintenant