CAPITULO 28

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Comienzan a salir unas cuantas lágrimas a Elliot, me duele el verlo así, quisiera decirle que esta bien y que me disculpe por como lo trate, pero ahora que esta dispuesto hablar, no puedo cortarle la inspiración tengo que saber todo lo que sabe.
Toma una bocada de aire y sigue hablando.

-Cuando estabas en el hospital, Ana te visitaba sin que mamá se diera cuenta, teníamos un plan - sonríe al recordarlo - cuando nos quedábamos Mía, papá o yo contigo, dejábamos que te viera, claro con la ayuda de una enfermera que era amiga de Carla para que la dejaran pasar, hubo una vez en que la cache dándote un beso en la boca, fue gracioso por que se puso roja y salio casi corriendo diciendo que regresaría al día siguiente.<<

Sabia que no era sólo un sueño - digo para mis adentros

-Pero como nada es para siempre, hubo una vez en que Grace la descubrió contigo, Mía fue quien presenció como le hecho la culpa por tu estado, cuando yo llegue Grace le dio una cachetada, trate de defenderla pero no podía moverme al ver a Grace golpearla, la vi furiosa y no fui capaz de mencionar palabra. No sabes como me arrepiento tanto de no haberla defendido maldita sea.
Vi como Ana salia de la habitación llorando y con una mano en su mejilla  entonces dos semanas después despertaste, y no la recordabas.

>>No recordabas nada aparte de nosotros, eran casi nulos tus recuerdos y en ningún momento mencionaste a Ana, recordabas lo que viviste con tu madre biológica fue raro en su momento pero el doctor nos explico que debido a tu accidente era claro que no recordarás parte de tu infancia.<<

>>Entonces Grace nos obligo a callarlo, Mía y yo creímos que lo mejor para ti era  ocultar la existencia de Ana, pero no perdíamos la fe en que la recordarías tarde o temprano y así nosotros poder ayudarte a estar con ella, pero paso el tiempo y cuando ibas en secundaria, Ana estaba en la misma que tu, fue becada por su promedio, nos enteramos por que compartía una clase con Mía, pero tu no notabas su presencia, empezaste a salir con Leila y a ella se le partió el corazón y se resigno a la idea de que jamas la volverías a querer.
No pensamos que Grace se enteraría y a la salida de la escuela la amenazo con echar abajo el negocio que Carla iniciaba, y decidió alejarse de ti, pero no por lo que le había hecho Grace si no por que te vio feliz con Leila y pensó que estabas mejor con ella.<<

>>Sabes lo curioso es que no iba sola - lo miro intrigado - iba con la señora Lincon, ya sabes la esposa del maderero - asiento, con el ceño fruncido - creeme que yo también me pregunto por que narices esa señora se metió, nunca me dio buena espina, ni lo hará. Te cuento que hubo una vez en que se me insinuó cuando tenia dieciséis años, la rechace por supuesto. Fue traumante. Entonces la observaba no por que me interesara si no por que quería saber que tramaba, entonces cuando tu tenías quince te observaba descaradamente, todavía recuerdo la rabieta que hizo cuando se entero de tu relación con Leila, parecía una ex novia celosa, te lo juro.<<

>>Pero en fin en preparatoria tu terminaste con Leila, por su engaño, que curiosamente su amante era José tu amigo y primo de Ana.

Te mentiría si te digo que Ana no radiaba de felicidad por tu rompimiento con Leila, creeme que no era la única feliz, también Mía y yo, incluso papá.

¿Recuerdas la veces en que Mía decía que iba a ver a una amiga o a quedarse en su casa, a la cual nunca conocimos?. - asiento algo confundido - era Ana. Ella siempre fue su mejor amiga y la mantenía al tanto de tus movimientos.<<

Soltamos unas pequeñas risas al mismo tiempo.

>>Pasaban los meses, y siempre ideábamos planes para que te la cruzaras en la calle, o que tuvieras una cita a ciegas con ella pero siempre declinabas, alegando que no querías conocer a nadie por que aun resentías el engaño de Leila.
Y entonces entraste a Harvard, ella ya no podía estar cerca de ti por que sus planes eran otros, pero seguíamos en comunicación con ella, incluso papá le ofreció ayuda pero ella no acepto. Entonces tu dejaste la universidad y ella se graduó.

Fuimos a su graduación, que por suerte fue el día en que mamá se había ido aun congreso de medicina y te dijimos que nos acompañarás, pero tan terco que eres no quisiste ni por la fuerza - dice con una sonrisa de lado.<<

>>Entonces sin planearlo, ni pensarlo, y mucho menos imaginamos que fueras a la cafetería de Carla y chocaras con Ana. Esa misma tarde se comunico con papá, Mía y conmigo y nos contó todo, no podíamos creerlo pero al final reímos, ya que tras varios intentos fallidos de juntarlos el destino se encargo sólo.<<

Vaya, si que el mundo es un pañuelo.

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREWhere stories live. Discover now