Capitulo 21

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Pago el taxi y bajo como alma que lleva el diablo. Toco el timbre desesperadamente.
Cuando la puerta se abre, revela a Gretchen.

- señor Grey - me mira con el ceño fruncido y aleteando sus pestañas.

No estoy de humor. Ignorándola, me paso de largo, entro a casa y voy directo a la habitación de mis padres, en busca de Grace, al no esta ahí. Comienzo a buscarla por todos lados, voy al patio trasero y escucho unos sollozos. Se que la he encontrado.

La miro sentada en el césped viendo los juegos infantiles que instalaron para mis hermanos y a mi hacia algunos años.

Me acerco sigiloso, tiene la mirada perdida y con pañuelos a su alrededor.
Cuando estoy a un paso de ella, sale de su trance, voltea y me mira. No expresa nada en su rostro solo esta pálida y con sus ojos rojos.

- hijo... - susurra, pero levanto la mano para a ser la callar.

La miro y me mira, durante unos minutos. Esta débil, jamás la había visto así tan decaída.

Camino y me siento a su lado sin mencionar palabra. Se que si lo hago comenzare a reclamar y a exigir respuestas sobre lo que me a dicho Ana.

- ¿Es cierto? - pregunto, sin mostrar expresión alguna. Mi madre me mira, sin saber a que me refiero, así que continuo continuo - ¿me separaste de Ana?

Baja su mirada al suelo, negando una y otra vez. Sorbe su nariz, para recomponerse.

- si... - susurra, con voz entre cortada.

- ¿por qué? - levanto la voz - dímelo todo.

- Christian...

- Dímelo ya - grito perdiendo el control.

- eras un niño, ella te hizo sufrir, por ella llorabas día y noche, por ella tenias pesadillas, por ella perdiste la memoria, por ella perdiste parte de tu niñez, por ella...

- ya deja de culparla, dime de una vez por que te lo callaste?

- esta bien comenzaré del principio...

- te escucho -

Toma una bocada de aire, mira al cielo, aprieta los ojos y cuando los abre, muestra decisión y fuerza.

- Carla y yo eramos amigas desde la universidad junto con Elena. Cuando quedo embarazada, me alegre por ella, ya que yo no podía tener hijos. Anastasia nació, me robo el corazón en el primer instante en que la vi. Ray y Carla decidieron viajar por el mundo, para disfrutar a su niña, antes de que tuviera la edad para comenzar el preescolar. Jamas perdimos contacto, me contaba sus aventuras y sobre como crecía la pequeña, yo le contaba sobre tu adopción y sobre como te comportabas con Elliot, y cualquier chisme de sociedad.
Dos años después regresaron, los invite a almorzar y fue ahí donde se conocieron, no te querías separar de la pequeña y así fueron los siguientes años. Te apegaste tanto a ella, me alegraba por que ella fue la primera persona a quien dejaste que te tocara, comenzabas a jugar con Elliot, el ya no te tenía miedo, hacían travesuras y andaban de aya para acá. Recibiste bien a Mía cuando la trajimos a casa, ella junto con Ana las protegías de todo.
Tenias más confianza con tu padre y conmigo.
Pero entonces los padres de Ana se separaron y ella tuvo que mudarse, llorabas día y noche por su partida, a tal grado de caer en depreció.
Después tuviste un accidente y caíste en coma durante dos años. Cuando despertaste no la recordabas, solo a tu madre biológica, así que decidí que no se te contaría nada de ella y todos estuvimos de acuerdo...

- todos menos yo...

- fue por tu bien

- ¿Mi bien o el Tuyo?

- fue por el tuyo por supuesto, eres mi hijo por eso hice que todos calláramos sobre la existencia de Anastasia. Pero ella aún seguí detrás de ti para hacerte sufrir.

- ¿Eso crees? Tu no sufrías pesadillas todas las noches por tener una infancia llena de maltrato y si fue cierto que Ana me ayudó cuando era niño ¿porque no hacerlo durante mi adolescencia?

-pero te hizo sufrir más que tu madre biológica

- y tu preferidas que gritara y llorará durante las noches por que las malditas pesadillas no me dejaban dormir a que tuviera el consuelo de haber conocido a Ana. ¿Cierto?

- si... - murmura entre sollozos - mil veces, no quería que ella estuviera en tu vida.

- pues te resultó mal tu silencio. Por que ahora no te reconozco y A pesar de todo Ana volvió a estar a mi lado sin que tu pudieras impedirlo

- te vas a ir con ella?

- No quiero verla - sonríe como si hubiera ganado la lotería - ni a ti - su sonrisa se esfuma.

-¿porqué?

- piensas que después de que me separaras de ella y de que obligaste a todos, callar sobre mi perdida de memoria te quiero ver ahora.
No sabes lo que sufría por no recordar mi infancia.

- no lose. Pero gracias a eso pudiste ser feliz.

- a costa de engaños y mentiras Grace.

-y no me arrepiento de haberlo hecho hijo.

-no puedo creer tu cinismo, dime ¿que es lo que debo pensar ahora sobre ti?

-no hay nada que pensar.

-claro, a ti no te importa lo que siento, nunca te a importado.

-claro que si, eres mi hijo

- No. soy el niño que criaste a tu maldito beneficio.

-Callate Christian

-¿para qué? para que te sigas asiendo la víctima lo cual no eres.

-hijo...

-no soy tu hijo - suelto fríamente y su cara palidece. Se que eso le a dolido, pero ahora no puedo pensar en ello. Ella no esta sintiendo lo que yo.

-oyeme bien Grace, no voy a permitir que te vuelvas a meter en mi vida sin que yo me de cuenta y si por lo menos quieres que en mi quede un poco de afecto hacia ti, vas a buscar a Ana y le vas a pedir disculpas por todo lo que le has hecho. y eso incluye las veces en la que la golpeaste

-yo no hice tal cosa, como puedes si quiera pensarlo

-lo creo, por que no pienso que Mía lo haya dicho nada más por que si

- ¿y si no lo hago? -  susurra con sus ojos llorosos. me acerco a ella.

-me olvidare que fuiste la mujer que me ayudo después de que me encontraran con mi madre biológica - le digo entre dientes. abre sus ojos como platos horrorizada ya que sabe a que me refiero.

Doy la vuelta dejándola parada, sin mirar atrás. Esto me esta doliendo y se que si no me mantengo fuerte jamas sabré que me paso, estoy seguro que sobre esto era lo que mi padre me a querido decir, tengo que hablar cuanto antes con el, no puedo seguir con la maldita duda. 

Cuando voy a llegar a la salida la puerta principal se abre dejando entrar el auto de mi padre.

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREWhere stories live. Discover now