CAPÍTULO 20

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-De que hablas? - la miro frunciendo el ceño.

- solo déjame hablar y cuando termine, si no quieres saber de mi entenderé.

-¿Pero de que hablas? Te amo Anastasia... - coloca su mano frente a mi callándome.

-solo escucha por favor...- asiento dejando que continúe - nos conocimos cuando eramos niños, fuimos muy unidos, pero cuando mis padres se separaron, me tuve que ir con mi madre y me aleje de ti. Tiempo después me entere de que estabas en el hospital, no sabia que te había pasado, lo único que quería era estar junto a ti. Pero cuando te fui a visitar, tu madre me hecho diciendo que no me quería cerca de ti, por que te volvería hacer sufrir, era una niña y no sabia que te pasaba.

-¿Estuve en el hospital?- la interrumpo. Esto es confuso, no recuerdo haber estado alguna vez ahí.

-¿No te lo dijo Grace? - pregunta confusa a lo que yo niego.

-La única vez que recuerdo haber estado en el hospital de niño, ella me dijo que tenia una infección estomacal - niego una y otra vez. eso fue lo que mi madre ¿por qué razón podría mentirme? - me levanto, comienzo a camibar de un lado a otro

-Eso no fue verdad. Habias caído en depresión y paso algo que te llevo al hospital - continua Ana.

-y ¿por que no te recuerdo? - la miro, con las manos en la cabeza

-eramos niños.

-No. Esa no es razón. He soñado con una niña de ojos azules como los tuyos, diferentes sueños pero siempre con esa niña. Dudo que solo sean sueños.

-¿Qué has soñado? - me mira buscando una respuesta.

Comienzo hablar, sin apartar la mirada de ella.

-la primera vez no le vi la cara, solo se despedia de mi y yo me quedaba llorando, después que ella perdia un oso y yo con tal de no verla llorar le compraba uno en forma de perro, lo curioso fue que nunca le veía la cara, hasta que hubo uno en que nos besábamos y fue cuando vi sus ojos. Pero este último fue un recuerdo estoy seguro por que llego a mi cuando tu mamá nos descubrió metiéndonos mano en el sillón. Pero aún no se quien es.

-Era yo...- murmura Ana con la mirada fija en el suelo.

-¿Que?- digo confuso.
No puede ser, ella no...

-Yo era tu niña de ojos azules - me mira con sus ojos cristalinos - No lo recuerdas... Perdiste la memoria.

- No. Una cosa es que no te recuerde y otra que yo nunca me haya enterado que perdí la memoria, te amo, eres mi tesoro, la mujer de mi vida y te creería todo lo que me dijieses, Disculpame, pero esto si que no te lo puedo creer, es absurdo el solo escucharlo.

-Se que no me crees... Pero no recuerdas tu infancia. Ahora pregúntate el ¿Por qué?

- Me niego a creerte, mi familia me lo hubiera dicho, jamas me mentirían, ¿por que debería creerte? ¿Dime por que?

- por que tu familia decidió callar lo que te había sucedido, para que yo me alejara de ti.

-No. Es imposible, yo te conocí hasta ase apenas unos meses, el que tus ojos sean iguales a los de la niña que he soñado no te da derecho a alegar que eres tu.

-Claro que si. Por que soy ella, y muy en el fondo lo crees. No te quieres dar cuenta, pero entonces solo explicame, ¿por que nos dimos nuestro primer beso junto a los rosales de la casa de tus padres? y tu los has dicho eso fue un recuerdo no un sueño y lo recordaste cuando me besaste, o ¿cuando tu madre le cambio la cara cuando me presentaste como tu novia? y ¿la foto que encontraste asé unos días en mi cuarto?, estaba Elliot, Mia, tu y yo ¿Por qué yo debería tener una foto de nosotros cuando eramos niños? si se supone que yo no te conocía en ese entonces. Piensa en que tu familia no siempre te fue sincera, no te quiero poner en contra de ella pero ¿por que callar tu niñes? ¡por que nunca contarte de ella?

-Basta - la enfrento mirándola a los ojos. Esto es confuso maldita sea. - ¿Qué más sabes de mi según tu?

-tu madre biológica era una prostituta y adicta al crack murio de una sobredosis ¿no es así? - abro los ojos como platos. Jamas le conté sobre ella, vaya ni por error la mencione.

-¿como lo sabes?

-por que me lo dijiste una mañana en la que te fui a visitar a tu casa. Cuando eramos niños por supuesto. Habías tenido una pesadilla, te abrase y fue cuando me contaste sobre ella - se levanta del sofá, se acerca a mi a paso lento y toma mi cara entre sus manos obligándola a verla - ¿como podría saberlo si no fuese por ti?

Maldita sea, si es cierto que perdí la memoria ¿por qué ocultarmelo? ¿por qué alejarme de Ana? no tiene sentido lo que dice.

Entonces es cuando recuerdo las palabras de mi madre a se unos momentos... Me alejó de Ana, para que no me hiciera sufrir, pero Ana la reto en decirme lo que Grace me ocultaba.

Ira comienza a recorrer mi cuerpo lentamente, esto debe tener una jodida explicación.
Veo a Ana que me mira con un semblante preocupado, su mirada esta triste y se que me oculta algo más.

- ¿Por que nunca me lo dijiste? - quito sus manos de mi cara y grito tomándola de los hombros sacudiéndola.

- Christian... - susurra con los ojos cerrados.

- Dime todo lo que sabes... Y no quiero que me ocultes nada - mi voz es fuerte y fría. - Dimelo! - grito más fuerte ante su silencio.

- te fui a visitar mientras estabas en el hospital, pero cuando me vio tu madre me corrió, diciéndome que si tu estabas en esa cama y en coma era por mi culpa. Por que te deje cuando mis padres se separaron. No queria que volvieras a sufrir por mi culpa. A pesar de lo que me dijo no lo hice... Estuve cerca de ti en secundaria, nunca te diste cuenta, muy pocas veces nos cruzamos y cuando lo hacíamos ni nos mirábamos, y como no, si no me recordabas.

- ¿Por qué no me lo dijiste en el momento en que nos conocimos?

- no te lo diría, a la primera, pensaba que pasara un tiempo para poder decírtelo.

Estoy enojado, furioso diria yo, se que no recuerdo nada de ko que me dice, pero por que no me lo dijo. Cada día odiaba más y más el no recordar parte de mi vida, era malditamente frustrante y ahora me entero qué fue por que perdí la memoria, y que toda mi familia lo sabía y no me lo dijo.

- Christian... - murmura Ana en voz baja.

- calla, no quiero escucharte, no quiero hablarte, ni quiero verte. No ahora.

- perdoname...

- Debo irme, tengo mucho que saber y comprobar lo que dices - me dirijo a la puerta para salir, al abrirla me encuentro con Carla que me sonríe, no le respondo dejo que pase y salgo de ahí. Escuchando el grito de Ana diciendo mi nombre.

No le hago caso, al llegar a la calle tomo un taxi y me dirijo a bellevue.

Tengo mucho que saber, es hora de ir con Grace.

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREWhere stories live. Discover now