CAPITULO 29

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Comienzo a reír fuertemente, el motivo, no lo sé. Elliot me ve como si tuviera dos cabezas y cabe decir que no ayuda para que me calme.

-me puedes decir que mierda te pasa? - me pregunta irritado- te confieso algo muy profundo y serio por primera vez en mi vida y tú te ríes, que te pasa-dice fingiendo estar ofendido

-nada, Lelliot solo que, me sorprendió que tuve tantas oportunidades de encontrarme con Ana y las desaproveche pero si me preguntas si me arrepiento claro que lo hago - le digo ya un poco más calmado después de mi ataque de risa.

-bueno esto es muy raro de ti pero me alegra que no te deprimieras más de lo que ya estas.

-no te voy a negar que me duele que no me hayan dicho nada pero eso no quiere decir que dejare de ser feliz. Me tomara tiempo procesar todo esto no lo dudes.

-entonces... - inquiere alzando una ceja.

-entonces buscare a papas, a mía para aclarar todo no quiero estar solo el día que inaugure mi empresa, me sentiría vacío sin mi familia.

-y Ana

-ella será a la primera que busque, es el amor de mi vida, la amo Elliot te juro que lo hago se ha vuelto indispensable para mi mucho antes de lo que recuerdo, la necesito y este par de meses sin ella ha sido una tortura he estado tentado en llamarla pero no me sentía listo para hacerlo, pero ahora que se todo lo que ha pasado la buscare recuperare el tiempo perdido y seré feliz con ella

-ay hermanito lo que hizo el amor contigo

-feliz, eso me hizo

-pues qué esperas para buscarla

-no iré y le diré, Ana te perdono y quiero que volvamos a estar juntos, no sería justo Elliot, ella se merece algo mejor y sé que será lo mejor.

-cuéntame

Le digo mi idea, que se me ocurrió hace un mes, si así es pensaba en Ana todos los días por que la amo, y a pesar de que no habláramos estoy seguro de mi ocurrencia.

Quince minutos después de contarle todo lo que eh planeado en mi cabeza a Elliot sonrío satisfecho y el me mira con horror.

-acaso tú estás loco- grita como si le hubieran pellizcado una nalga, eso fue una mala referencia ahora que lo pienso.

-te sorprende

-me asusta más bien, enserio... bueno no me queda más que apoyarte si esta es tu decisión así será, pero necesitaras mucha ayuda. Qué día lo harás-

-mañana mismo, la quiero ver ya y no esperare más tiempo, quiero que este junto a mi este viernes.

-ok tienes que hacer muchas llamadas así que te dejare – dice palmeándome el hombro mientras se pone de pie.

- no lo harás,

-que por que – me mira horrorizado, como si lo fuera a secuestrar.

- porque antes me ayudaras a recoger todo este desastre antes de que llegue Gail porque si no me mata y también a realizar las llamadas así que creo que dormirás aquí el día de hoy, por que mañana tu supervisaras todo. – me pongo de pie mirándolo con una sonrisa de niño que quiere un dulce.

-porque no le pides ayuda a Mia, a ella le encanta todo este tema de la organización.

-porque es un torbellino con ideas muy locas, la amo pero ahora te necesito a ti.

-te aprovechas de mi nobleza y de que sea el hermano mayor- dice sacando la lengua en un gesto infantil.

-no te quejes y más vale que empieces ya, porque tengo una llamada importante que hacer-

-qué pero eso no es justo que te pasa

-ya, ya menos quejas y más limpieza

-idiota

-también te amo- digo antes de dirigirme a mi despacho voy hacia los ventanales y me concentro en la puesta de sol que me ofrece Seattle. Saco mi celular del bolsillo y aprieto el botón de marcación rápida el tono de espera suena tres veces, oigo el sonido cuando contestan.

-bueno

-Carla soy Christian - se queda en silencio el otro lado de la línea aun no ha de creer que soy yo.

-vaya que sorpresa recibir tu llamada

-por favor no le digas a Ana que llame, iré al grano así que necesito un favor.

-tú dirás...

PASE LO QUE PASE... TE RECORDAREWhere stories live. Discover now