XII.

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"Esta es una idea que lleva rondando por mi cabeza bastante tiempo ya, más concretamente, desde el 27 de septiembre que Brittany (Snow) subió a Instagram esa foto con esa camiseta (lo entenderéis cuando lo leáis) ; pero me ha faltado el tiempo y las ganas para escribirlo. Hasta hoy. En el metro. Volviendo a casa a la 1 de la noche. Todo muy normal, ¿verdad?"

Eso lo escribí la noche del martes al miércoles, cuando todavía no había perdido mi fe en la humanidad. Este capítulo iba a ser mi pequeña celebración por el triunfo de Hillary, porque si bien no es perfecta, por lo menos no es un misógino, homófibo, racista y tirano. Pero ante los inexplicables, incomprensibles y aterrorizantes resultados de las elecciones estadounidenses, este capítulo ha pasado a ser una especie de desafío y un escape. Desafío a Trump, porque jamás aceptaré que alguien así trate de destrozar todo por lo que hemos luchado y nos devuelva al siglo XIX. Y un escape tanto para mí al escribirlo, como para vosotros al leerlo.

Ánimo a todos - especialmente si alguien está viviendo en EEUU - y recordad que LOVE IS LOUDER.

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Resumen: Basado en la foto de Brittany con una camiseta que dice "Kiss me, I voted."

Rating: K+

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A tres meses para fin de curso, Chloe se enteró de que no tenía suficientes créditos para graduarse, porque suspender tantas veces Literatura Rusa traía más consecuencias consigo que tener que repetir.

Inmediatamente, la pelirroja se volvió loca buscando por todo el campus actividades a las que pudiera apuntarse para ganar créditos. Ya estaba en las Bellas, pero eso no era ni de lejos suficiente para compensar por tres años.

Acabó atendiendo a millones de seminarios sobre temas a los que jamás habría dedicado cuatro horas de su vida - como el XVIII Congreso de Católicos y Vida Pública -, pero se vio forzada a sentarse en una silla y escuchar a señores mayores - siempre señores mayores que parecían haber salido del ataúd solo para hablar, y hablar, y hablar con voz temblorosa, monótona y jadeante durante horas seguidas.

Chloe estaba ya al borde de la desesperación, planteándose tirarse por la ventana antes que tener que ir a otra conferencia más solo por 6 créditos, cuando Beca tuvo la mejor idea del mundo.

"Tía, si te dan créditos por estar en las Bellas, ¿por qué no te apuntas a otros clubs? Si te muestras participativa y haces millones de cosas, quizá se olviden de que eres la peor estudiante de Literatura Rusa del mundo."

La pelirroja había plantado tal beso en la mejilla de su mejor amiga que la DJ se había sonrojado hasta las puntas de las orejas y había huido del salón con la excusa de ir a por un vaso de agua.

Así fue como Chloe acabó afiliada al Club de Debate de Barden. Y, en verdad, había nacido para eso. Nada mejor que ser ella la que hablara durante horas y horas sobre un tema que de verdad le apasionaba - sin contar la a cappella porque se lo habían prohibido después de una acalorada discusión con otro miembro del club que tuvo que ser disipada antes de que Chloe se abalanzara sobre la garganta del chico.

También se unió al periódico de la Universidad, porque allí le aseguraron que podría tener su propia columna en la que informase sobre el panorama de la a cappella, ya que era tan popular en Barden.

Casi sin darse cuenta, fue acumulando créditos de una forma mucho más sencilla y entretenida que muriendo de aburrimiento en el fondo de una sala de conferencias y tratando de disimular que tenía más ganas de estampar su cabeza contra la pared repetidamente antes que tener que seguir escuchando.

SnapshotsWhere stories live. Discover now