XVIII.

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A/N: El otro día llevé a mi mejor amiga al Jardín Botánico de Madrid y tenemos esta broma recurrente en la que yo ligo con ella para ponerla nerviosa y ella me rechaza. De algo que le dije durante nuestra excursión viene la idea de este (breve) one-shot.

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Resumen: Chloe arrastra a Beca al Jardín Botánico de Nueva York y terminan perdidas en un pasillo convenientemente rodeado de un árbol en concreto.

Rating: K+

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- Solo a ti se te ocurre venir al Jardín Botánico en noviembre – resopla Beca.

Su ceño se frunce al ver la sólida nube de vaho que escapa de entre sus labios cortados por el frío. Son todo recordatorios de que está tan congelada que ya ni siente los dedos de los pies.

Chloe hace chascar su lengua de esa forma reprobatoria que le recuerda a Beca a la directora de su instituto cada vez que acababa en su despacho por haberse metido en líos.

- La ropa que te has puesto es muy fina – le recuerda con un retintín victorioso en su voz. No lo dice explícitamente, pero es un "te lo dije" en toda regla.

Y vale, puede que sí se lo dijera. Puede que sí le insistiera en que haría frío bajo la sombra de los árboles y en que llevaba un jersey inadecuado. Puede que Beca se asomase por la ventana que tienen encima de su sofá cama y decidiera desoír todas las advertencias de la pelirroja porque hacía sol, era imposible que fuera a tener frío con ese jersey.

Se acurruca más en el interior de su abrigo y esconde la nariz bajo la bufanda que Chloe le prestó tras su primera queja. Sus ojos siguen a su mejor amiga mientras esta se pasea tranquilamente por los caminos flanqueados por árboles centenarios.

- Ah, claro. Échame la culpa ahora – refunfuña.

La pelirroja deja de andar abruptamente y gira sobre las suelas de sus botas con un chirrido de arena y piedrecillas. Una delineada ceja se arquea y azul bebé fija a Beca con una mirada poco impresionada.

- ¿Te advertí de que tendrías frío o no te advertí de que tendrías frío? – al ver que Beca no contesta, Chloe se acerca un par de pasos e insiste –. ¿No te dije, y cito textualmente, "Bec, vamos a estar entre árboles y con la vegetación la sensación térmica siempre es menor"?

La morena pone los ojos en blanco, pero su desdén pierde efecto por el fuerte castañeteo de sus dientes.

- Recuérdame de nuevo por qué acepté a venir contigo – es su admisión de que ha perdido esta batalla, y ambas lo saben.

- Porque me quieres – responde Chloe sin pararse un solo segundo a considerar qué decir a eso.

Le regala una sonrisa amplia en la que enseña todos sus dientes que habría hecho que, en cualquier otra persona, pareciera ligeramente psicótica. Pero en Chloe es simplemente adorable.

Azul bebé chispea bajo un haz de sol y Beca no puede hacer otra cosa que apartar la mirada, abrumada por las mariposas pterodáctilos que se agitan en su estómago.

- Además, ¿qué tiene de malo venir en noviembre? – su mejor amiga se encoge de hombros y su mirada revolotea por las altas copas de los árboles que cubren el cielo sobre sus cabezas –. Ya sabes que me encantan los col...

-Colores del otoño, sí, lo sé – le interrumpe Beca, y a pesar del tono cansino de sus palabras, las comisuras de su sonrisa asoman por los bordes de la bufanda –. Solo me lo has repetido unas quinientas veces.

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