Snapshots

Saturday July 28: Good Luck Charm

A/N: Hay un cambio de POV de Chloe a Beca justo a la mitad, está indicado con una x y líneas separatorias. 

*** 

La primera vez es un completo accidente. Pura casualidad.

Chloe comparte un par de miradas juguetonas con un chico mientras su equipo de a cappella calienta los músculos justo delante de donde las Bellas están reunidas. Su capitana, Alice, está dando una especie de discurso inspiracional, pero Chloe no presta atención alguna.

Sonríe y se muerde el labio inferior cuando el chico flexiona los bíceps. Él la pilla mirando y sus labios se tuercen en una sonrisa cómplice. Sus cejas se arquean, su cabeza se ladea en una invitación.

Chloe hace un rápido cálculo mental: les quedan todavía dos grupos por delante y Alice está demasiado inmersa en sí misma como para darse cuenta de que Chloe ha desaparecido un par de minutos.

Se muerde el labio de nuevo y asiente con un guiño pícaro. El chico sonríe, retrocediendo un par de pasos hasta desaparecer por un pasillo lateral que desemboca en el backstage. Antes de rodear la esquina, le lanza una última mirada llena de promesas.

La pelirroja devuelve su atención a las demás Bellas. Comprueba que nadie parece haberse dado cuenta de su intercambio silencioso con la competencia, todas parecen estar bebiendo las palabras de su capitana.

De forma disimulada, se va alejando hacia la pared. Se desliza sobre ella hacia la esquina lentamente, y cree que lo ha conseguido cuando siente una mano enroscarse en su muñeca. Gira la cabeza a la velocidad del rayo, temiendo ya la reprimenda de Alice.

Pero es Aubrey quien sujeta su muñeca en un agarre de hierro. Sus ojos verdes le lanzan una mirada dura y precavida.

- ¿Qué haces? – sisea.

- No tardo nada – promete Chloe, tirando hacia la esquina.

- Es el enemigo, Chloe.

La pelirroja pone los ojos en blanco, porque por mucho que quiera a Aubrey y adore la a cappella, considera que su amiga se toma las cosas con quizá demasiada intensidad.

Vuelve a tirar de su muñeca para recuperarla y esta vez Aubrey la deja marchar, pero con una expresión que dice: yo lo he intentado, si te metes en un lío allá tú. Chloe le regala una última sonrisa tranquilizadora antes de desaparecer al otro lado de la esquina, en busca del chico.

***

La primera vez es pura casualidad, pero a la segunda, la tercera vez, ya sabe perfectamente qué está haciendo.

No vuelve a ver al chico al que nunca le preguntó su nombre, ya que su grupo quedó descalificado en esa primera competición. Chloe no sufre mucho su derrota, primero porque eso significa que las Bellas siguen avanzando y, mientras ganen, Alice está feliz y las deja un poco en paz. Y, segundo, porque no es que tenga mucho problema a la hora de encontrar a otra persona con la que sustituir al chico.

Descubre que, enrollarse con alguien justo antes de una actuación es la forma ideal de combatir los nervios.

Mientras tiene los labios de otra persona aplastados contra los suyos, su lengua rozándose contra la suya, y manos recorriendo su cuerpo, resulta que le queda poca potencia mental para pensar en que tiene que subirse a un escenario en cuestión de minutos.

Nunca llegan más allá de la segunda base. Chloe nunca permite que vayan más allá.

Y no sabe en qué momento ocurre, no sabe en qué momento hay un pequeño interruptor en su cabeza que se enciende y provoca el cambio; pero en algún momento ese (mal) hábito – como dice Aubrey – se convierte en una superstición.