Savior [Jeffrey Dean Morgan]

04

¿Quieres ir a cener conmigo? Esta noche, en mi casa. Su propuesta sigue repitiéndose una y otra vez en mi cabeza, ¿por qué quería que fuera a cenar en su casa? Justo yo. 

Ya sabes, me encantaría que fuera en un restaurante, pero no quiero que te sientas incómoda. 

Si, claro, incómoda. Lo más seguro es que tuviese vergüenza de ir a un lugar público con una persona como yo. Suspiro y termino de pasarme el labial bordó en mis labios, al menos, tenía que ir un poco decente. Él me había dicho que fuera vestida normal, asi que opte por ponerme mis jeans más decentes y un top, y mis infaltables all stars, bueno, tampoco tenía otra cosa más decente para ponerme en los pies. 

Cuando llego al hotel donde se quedaba tiro de las mangas de mi top, no quiero que vea mis moretones, no quiero que comience a hacer preguntas. Quedo parada en el medio de la vereda, la parte cobarde de mi comienza a presentarse, podía decirle que estaba enferma, o que mis padres no se sentían muy bien y tenía que quedarme en casa, si... eso sería creíble. 

"No seas cobarde, sube. Piso 3, puerta 18" Leo su mensaje y miro hacia arriba, no veo nada. Asi que tomo aire y decido enfrentar esto de una vez por todas, asi mejor ve lo aburrida que soy y me deja en paz. Aunque en el fondo no quiero, me gusta tenerlo por cerca, ¿Que haré cuando termine las filmaciones? No lo veré por un buen tiempo, ¿y si su personaje muere y tiene que dejar es set?, que falta que hará. 

-- Te vi por la ventana -me dicen sonriendo cuando abre la puerta.- Lo siento por llamarte cobarde, es que parecías a punto de dar media vuelta e irte.

-- Lo estaba -me encojo de hombros y entro a su habitacion, aunque para ser un hotel, era un mini apartamento esto.-

-- Ponte cómoda, lo siento, quería ir a un restaurant... pero la gente te pide fotos o sino las toman escondidas y no quiero que se arme un lío, no quiero meterte en mis líos. 

-- Esta bien, me parece genial estar aca... -no sé que decir, ¿qué se supone que debería decir? lo unico que quiero es irme.- 

-- Se que te parece raro que te haya llamado, pero es que... no lo sé, tenemos una especie de amistad en el set, creí que podíamos conocernos un poco más afuera del trabajo. No quiero que pienses que soy un degenerado o algo asi, por favor.

-- No -sonrío por la desesperación en su tono en la ultima frase.- Esta bien. 

-- Ven, tomas vino o algo? -yo asiento- Cuantos años tienes? 

-- 19, dentro de unos días hago 20 -tomo la copa de vino que el me alcanza- 

-- Harás algo? -niego.- 

-- Estoy juntando plata para mudarme, no puedo hacer gastos. 

-- Oh que bien, chica independiente -rie y yo imito su gesto, creo que el vino me está dejando mas alegre. Sigo a Jeffrey hasta la cocina cuando suena el timbre y el para de caminar de golpe, choco contra su espalda y siento algo mojado en mis pechos, mierda, me tiré el vino encima.- Oh, dios, lo siento. 

-- NO, creo que yo debería prestar mas atención, soy una torpe -intento limpiar el desastre que me hice con el vino pero es en vano, mi top antes rosa, ahora esta casi rojo.- 

-- te presto una camiseta, no vas a quedar así -me hace una seña que lo siga y cuando entro en la puerta lo veo que tiene una camiseta negra en sus manos.- Allí esta el baño, ve a cambiarte, voy a ver la comida. 

Me encamino al baño y me  saco el top, en el enorme espejo puedo verme casi completa, los moretones en mis brazos se hacen notar, mierda, cómo los voy a ocultar si su camiseta es de mangas cortas. Suspiro e intento pensar en una excusa mientras me la coloco, un olor varonil invade mis fosas nasales y mis piernas flaquean, dios mio, ¿así de delicioso huele siempre?. 

Después de cenar tranquilamente, entre charlas y risas agradezco que él no se haya dado cuenta de mis moretones, o simplemente ignoro. Lo que también agradezco. 

-- No creas que no vi tus moretones -me susurra cuando llegamos a la planta baja del hotel.- No se porque cosas pasas Cassandra, pero quiero que sepas que puedes contar conmigo, para lo que sea, siempre. No te guardes todo, eso es tóxico. 

-- No me pasa nada Jeffrey -veo como él tira de mi mano hasta abrazarme, al principio me tenso pero cuando siento su calor corporal y su maldito olor llenar mis fosas nasales, por segunda vez en el día, me relajo y paso mis brazos por su cintura. Dios mio, este hombre es hermoso, tanto por fuera como por dentro. Intento centrarme en él para no terminar quebrandome y contándole todas las desgracias que me pasan, el alcohol tiene sus efectos.- 

Cuando me subo al taxi tomo su camiseta entre mis manos y la acerco a mi nariz, es como sentirlo cerca, es como tener tranquilidad con solo sentir su perfume. Suspiro y cierro los ojos, Jeffrey me gusta, mucho, pero es alguien totalmente lejano para mi.