15

2.9K 234 25
                                    

Amigos. Amigos. Amigos. Esa palabra recorría mi mente desde hace horas, intentaba buscar un trabajo pero era imposible concentrarme, la frase que Jeffrey me dijo hoy por la mañana no me dejaba concentrarme. "Somos amigos no?, es lo mínimo que puedo hacer por ti" Obviamente que él me veía como una amiga, era casi como una hija para él. Solo que yo, mierda. Estaba muy confundida, ya no veía sus abrazos como algo "paternal", cada vez que me abrazaba mi corazón se agitaba. Me encantaba cuando me daba suaves caricias, como en las manos, o en el brazo. Y diablos, confiaba en él, era mi amigo... pero yo sentía un interés diferente, y eso me asustaba, nunca había sentido nada por nadie, nunca ningun compañero de colegio me interesaba, me parecían inmaduros e irresponsables. Y mira ahora, tenía un "amigo", 30 años mayor y me interesaba más que nadie. 

Maldita sea Cassandra, no puedes enamorarte de un hombre mayor, ¡ENCIMA ES FAMOSO! Tiene a miles de mujeres y... ¿no es casado?, el pánico aumenta en mi. ¿Y si es casado? Dios santo, en que lío me metería!. En ninguno, responde mi conciencia. No estan haciendo nada malo, o si?

--Me encantaría saber que pasa por tu cabecita -escucho una voz ronca y doy un respingo cuando lo veo parado en la puerta.- Estas lista? 

-- Me asustaste -susurro y el ríe.- Estaba distraída

-- Lo siento -abre la puerta y me deja pasar.- ¿Estas bien?

-- Si, ¿y tu? -el me levanta su dedo pulgar dándome entender que todo estaba bien.- 

Cuando llegamos a nuestro destino mis manos empiezan a temblar, las escondo en los bolsillos traseros de mi jean, no quería dejar a Jeffrey nervioso... aunque creo que él nunca esta nervioso, siempre lo veo relajado y confiante. Todo lo contrario a mi. 

Entro a mi casa, o antigua casa y siento un olor fuerte a alcohol, veo como Jeffrey hace el mismo gesto con la nariz, es horrible este olor. Ignoro las botellas por encima de las mesas y los condones usados en el sofá, subo directamente a mi habitación y tomo mi mochila que ya estaba pronta y mi cajita de ahorros. No tenía nada literalmente en mi habitación, solo una cama y algunos adornos en una cómoda. 

Cuando bajo las escaleras me sorprendo al ver a Jeffrey observando las botellas. Le hago una seña para salir y el me sigue. 

-- Creo que me saque un elefante de mi espalda -río cuando subo al auto.- Mira mis manos -muestro mis manos temblando y el las acaricia suavemente.-

-- Ya esta, no tendrás que volver. -deja un suave beso en mis nudillos pero su mirada se desvía hacia adelante, sigo el mismo recorrido y me sorprende ver a ese hijo de puta bajar de su auto, sin pensar dos veces me agacho quedando con la cara a centímetros de la entrepierna de Jeffrey, mierda, otra situación incómoda a nuestro favor.- ¿Ese es tu padrastro? Ya puedes levantarte

-- Lo siento, me asuste -susurro totalmente sonrojada, si alguien viese la posición comprometedora en que estábamos hace dos segundos atrás.- ¿Podemos irnos? -el asiente y arranca el auto.- 

-- Quiero que te quedes aqui hasta cuando quieras -me dice y coloca su ropa en su maleta, habíamos vuelto a la habitación del hotel.- Si necesitas dinero, es solo pedirme -Jeffrey mañana por la mañana volvía a California, a su hogar, las grabaciones habían terminado.- 

-- No puedo creer que ese hijo de puta me haya robado! -gruño y golpeo la mesa.- ¿Sabes cuanto me costó juntar esos 5 mil dolares? -lo miro y el niega.- Claro que no lo sabes! Eres asquerosamente rico, no sabes lo que es pasar hambre, lo que es tener que ir a la escuela con tu ropa toda rota porque tu mamá no puede comprarte otra, no sabes lo que es en invierno pasarlo con apenas una sudadera. No sabes de nada! -maldigo cuando siento mis lagrimas mojar mis mejillas.- Diablos! 

-- Cálmate! -sus brazos me rodean y yo me dejo abrazar.- Shhh nena -besa mi cabeza y yo inmediatamente me calmo, sus caricias en mi espalda no tardan en llegar.- 

-- ¿Que voy a hacer? -susurro entre sollozos.-

-- vente conmigo -se aparta y me sonríe, yo frunzo el ceño.- Vente a california conmigo, asi puedes dejar todo ese pasado que tanto te atormenta, allá puedes conseguir trabajo, empezar de cero. 

-- No, no creo que sea buena idea.

-- Diablos, si lo es! -su sonrisa se ensancha más.- Vendrás conmigo a california y si no te llevaré a rastras 

¿Que podría pasar de malo si me voy a california con Jeffrey Dean Morgan?

Savior [Jeffrey Dean Morgan]Where stories live. Discover now