Savior [Jeffrey Dean Morgan]

20

Una semana después de aquel encuentro pasional que tuvimos, donde yo saque coraje -de no sé donde- y lo bese, las cosas entre nosotros cambiaron un poco. Bueno, ni tanto, solo que a nuestra relacion de "amistad" le habíamos sumado los besos y que ahora podía acercarme a él y tocarlo (no de la manera que piensan) sin morir de vergüenza.  

-- Hola -digo cuando entro al apartamento, dejo las llaves y mi bolso en una mesita.- 

-- Hola preciosa -escucho su voz pero no lo veo, camino hasta la sala y ahora si, él esta acostado en un sofá leyendo un libro. Le doy un suave beso a modo de saludo y él sonríe satisfecho.-

-- Iré a ducharme... ¿ya cenaste? -el asiente.- Ok, yo también. 

Después de un delicioso baño, hoy fue un día agotador. Estuve toda la semana haciendo la sección de fotos, me habían dado mi primer paga... bastante generosa. Guarde la mitad y el resto me compre ropa (ya que tenía unos pocos trapos decentes) y algunas otras cosas básicas. Que bueno era volver a sentirse independiente, o al menos un 50% independiente ya que vivía con Jeffrey y no tenía gastos comunes. 

-- ¿Que lees? te vas a cansar la vista leer con poca luz -susurro cuando vuelvo a la sala, me había puesto comoda, es decir, una camiseta de Jeffrey, estaba refrescando, el otoño estaba por llegar.- 

-- Una colección de poemas bastante aburridos... -palmea un lado del sofá y yo me siento allí, él como siempre coloca mis piernas sobre sus rodillas y me da suaves caricias.- ¿Cómo estuvo tu día?

-- Bien... ¿y tu? -me acerco un poco más y me siento entre sus piernas, tengo un poco de frío así que me acurruco sobre su cálido pecho.-

-- Aburrido, el martes que viene tenemos que volver a Georgia -toma mi mentón y hace que lo mire.- ¿Quieres ir?

-- No quiero quedar sola -acaricio su cabello y me acerco para besarlo, diablos, los labios de este hombre se volvieron mi adicción. Puedo sentir todo su cuerpo pegado al mio, pero me siento un poco incómoda, asi que cambio de posición sin dejar de besarlo, ahora me siento sobre su regazo nuevamente pero con cada pierna a un lado. Mala idea. Hay zonas que entran en contacto y santa mierda, siento como la tela de su jean acaricia mi entrepierna apenas protegida por mis bragas.- Jeff... -susurro y abro mis ojos.-

-- Me encanta como tus labios se hinchan -pasa su pulgar por allí y yo entreabro los labios.- Te hace ver tan sexy... diablos Cassandra, no puedo controlarme al tenerte asi, despeinada con los labios hinchados y solo con mi camiseta... y para completar encima mio. -yo me sonrojo y escondo mi cara en su cuello, su cuerpo vibra por la risa. Intentar seguir este hombre es como ir corriendo al lado de un auto, es demasiado intenso.-

-- Eres un poco intenso -me sincero y lo vuelvo a mirar.- o soy yo que no tengo experiencia alguna con hombres... -el ríe y me da un casto beso.-

-- Pues no parece que tengas poca experiencia -me dice y yo me vuelvo a sonrojar, santo dios.- No te avergüences, Cass me encanta que seas asi. Aunque debo admitir que me encanta que tengas ese toque de inocencia -susurra sobre mi oido, creo que mojé mis bragas, no... reitero, moje mis bragas.- 

-- Callate. -sin nada más que decir vuelvo a atacar sus labios, el me recibe gustoso nuevamente. Acaricio su cabello y su nuca, los inocentes roces de su jean con mi entrepierna hace que este ambiente suba su temperatura. ¿Alguna vez dije que estaba con frío? Aqui hace un calor... Siento sus manos acariciar mis piernas y me tenso, mierda, miles de recuerdos van cayendo sobre mi mente y hace que mis ojos se llenen de lágrimas.- Para... -susurro pero creo que él no me escucha, sus manos llegan a mis nalgas y yo salto de su regazo.- Para te dije! 

-- Nena, ¿que sucede? -esta agitado, igual que yo, solo que la calentura se fue de mi cuerpo... ahora hay solo temor.- Si fui rápido de mas lo siento -toma mi mano y cuando piensa que va a tirar de mi a su regazo nuevamente, me equivoco, solo la acaricia suavemente.- 

-- No es que... 

-- Sientate -palmea su lado y yo obedezco, pero a una distancia decente de él.- No me mires así, no tengas miedo nena... soy solo yo. 

-- Es que... -miro mis manos y entrelazo la mia con la de él, tiene unas manos muy grandes... o las mías que son muy pequeñas, sus dedos son largos.- 

-- ¿Eres virgen? -me pregunto y yo lo miro un poco sorprendida.- Si tienes vergüenza de tu cuerpo podemos hacer algo para que te sientas cómoda... 

-- No...

-- No... ¿que?

-- No soy virgen -vuelvo a mirarlo y ahora esta un poco sorprendido- Es otra cosa... algo que necesito decirtelo

-- Oh. -aparta su mano de la mía.- ¿Qué mas escondes pequeña?