Savior [Jeffrey Dean Morgan]

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Sus manos acarician mis muslos hasta llegar a mi entrepierna, grito peor nadie me escucha. Escucho su risa, se está divirtiendo el muy hijo de puta. Vuelvo a gritar pero no pasa nada, solo sus manos vuelven a recorrer mi cuerpo hasta llegar a mis senos, los manosea y yo lloro, de rabia, de ira, de asco.

Abro mis ojos y mi piel se eriza por el frío, cuando me siento en la cama veo que Jeffrey no durmió conmigo, mi corazón se encoje. Esta realmente enojado conmigo. Me doy cuenta que ni siquiera me saqué la ropa, así que me desvisto y me coloco una de sus camisetas. Veo una luz por debajo de la puerta así que me dirijo hasta la sala, la televisión está encendida y él duerme en el sofá.

Me agacho hasta sacar sus botas y después saco sus lentes, cuando vuelvo de la habitación con una manta y una almohada veo que son las 3 de la mañana, dios. Suspiro al empujarlo un poco para que apoye su cabeza en la almohada, beso sus labios y me dirijo a la habitación, en estos momentos solo quiero estar entre sus brazos, nada más.

***

Vuelvo a ver la foto y mis lágrimas caen. Jeffrey y una mujer en un restaurant, una mujer rubia, para ser exactos, su ex mujer. Él tiene una mano sobre el brazo de ella. Se aburrió de mi, no me quiere más. Era obvio, un hombre  como él no iba a aguatar salir con una cría problemática como yo.

No lo ví en todo él día, cuando desperté el ya no estaba más, quería hablar y aclarar las cosas, pero ahora solo quería irme y desaparecer. Escucho la puerta abrirse y me limpio las lágrimas, dejo mi celular en la mesa y me doy vuelta para servirme café. Escucho sus pasos y mi cuerpo me traiciona, más lagrimas escapan de mis ojos.

--Cass... -escucho su voz detrás de mi y un sollozo involuntario se me escapa, maldita sea.- ¿Estas bien? –su mano toca mi cintura y yo termino tirando la taza al piso por el susto.-

-- No me toques –me doy vuelta y lo encaro, no importa que me vea fatal. Quiero saber la verdad.-

-- Si es por lo de ayer lo sient... -yo niego y tomo mi celular, lo desbloqueo y le muestro la foto.- ¿Qué es esto?

-- Eso debería preguntártelo yo, no? –dejo mi celular de lado y miro la ventana, no quiero verlo.- ¿Ya te aburriste de mi?

-- ¿Qué? Dejame expl...

-- Explicarme qué? ¿Qué decidiste volver a salir con tu ex mujer? La cual estuviste mas de 10 años casado...

-- No me estas dejando explicarte, estás actuando como una niña Cassandra –aprieta sus puños y me doy cuenta que está furioso nuevamente.-

-- ¿Acaso ayer tu no estabas actuando igual? –pregunto alterando la voz.- No me dejabas explicarte, solo me gritabas

-- No tiene nada que ver! Aquello fue una burrada por tu parte –me grita y mis lágrimas caen.-

-- ¿Por qué me culpas de todo? Solo quise ayudarlo!–me agacho para recoger los pedazos de vidrio y veo como Jeffrey se acerca y yo me encojo, mi cuerpo responde como si estuviese con aquel infeliz.-

-- nena... no diablos, no! –escucho sus gritos y solo me encojo más en mi lugar.- No, no, no! –siento sus brazos rodearme e inmediatamente me calmo.- jamás te haría algo así, por favor... mírame, nena... -lo miro y él saca algunos mechones de mi rostro.- Nunca vuelvas a hacer eso –por un segundo dudo si se refiere a lo de ayer o lo de ahora.- Jamás en mi vida te haría daño, te prohíbo pensar eso, antes me muero que ponerte una mano encima. –como puedo paso mis brazos por sus costados, él me levanta y camina conmigo en brazos hasta la cama.-

-- Lo siento, es que ayer estabas tomando alcohol... y me gritaste –susurro bastante dolida.-

-- Mierda, lo siento mucho mi niña –besa mi cabeza.- Es que estoy tan estresado y cansado, cuando me enteré quede furioso...solo de pensar en que estas cerca de ese enfermo, me mata... No quise gritarte, diablos, lo siento mucho –limpia mis lágrimas y me empuja para que me acueste.- Duerme un rato, después hablaremos si? –yo asiento.- Y no vuelvas a dudar de mi, te quiero, estoy loco por ti... y no te cambiaría por ninguna otra mujer.

Cuando él sale de la habitación intento calmarme pero no puedo. Sus palabras me tranquilizaron bastante, pero mi corazón sigue dolido, a media noche él se acostó y durmió en la misma cama que yo, pero ni siquiera me toco.