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Julie abrió la puerta del auto y salió corriendo de ahí. Él de inmediato terminó de desvestirse para ir tras ella. Le tenía ganas y ahora no tenía por qué negarlo como antes.

- Ven aquí - le dijo una vez fuera del auto.

- Ven tú- le dijo ella llamándolo con las manos, Max se fijó en ellas, eso solo hacía que se estremeciera más por dentro.

Julie retrocedió unos pasos, alejándose más de Max, y llegando a tocar el agua del lago con la punta sus pies. Un espasmo le recorrió el cuerpo.

- ¿Vas a meterte sola? – le preguntó él. Julie le dio la espalda, se metería de una buena vez antes de que sintiera más frío. – mnh, qué lindo - dijo observando el bonito trasero de Julie.

Y él la esperó aún afuera. Julie era preciosa, en todas las facetas, pero algo que a él le gustaba muchísimo era verla mojada, en el sentido literal de la palabra, cubierta de agua. Decidió entrar al agua también, aguantándose el frío. Empezó a buscarla, palpando hasta sentir la cintura de ella bajo el agua, se la tocó.

- ¡Max! – saltó ella, saliendo del agua.

- Ah, eras tú- dijo él riendo. Se hundió en el agua para perder el frío también.

- ¿A quién más esperabas tonto? – le dijo ella, lo vio salir del agua, fue entonces cuando lo abrazó por el cuello, colgándose de él y enredando sus piernas tras la espalda de Max.

- A nadie más - le acomodó el cabello tras la espalda, su cuello quedó libre para él, para su boca. Se lo besó de inmediato escuchando un pequeño gemido de entre los labios de Julie.

–Solo a ti mi amor.

- Me habías dicho algo antes de salir del auto. - Julie le sonrió.

- Si. . . - le respondió él. Apretó sus piernas para que le abrazaran más la espalda. Los bóxers pronto reventarían, necesitaba liberar todas esas inmensas ganas que traía dentro de él, lo necesitaba demasiado. Se había acostumbrado a su delicioso sabor, a sus gemidos, a lo bien que se sentía cuando le hacía el amor, la tocaba y de inmediato estaban los dos besándose, la manera en la que se amaban era única.

-Creo que sabes perfectamente como estoy ahora no?

- La verdad no. – mintió.

- Pensé que sí. – bajó la mirada, encontrándose con los senos de Julie apretados por su cuerpo, su tibia lengua se posó sobre uno de ellos. Ella se mordió el labio, apretó la espalda de Max al sentir su lengua sobre sus dos senos.

–Necesito. . .

-No lo digas mi vida. . . - solo hazlo, pensó. Suavemente besó los labios de Max. – yo también lo necesito.

Él sonrió, de inmediato bajó a Julie de su cuerpo, ahora abrazándole la cintura, posicionó sus manos sobre sus caderas, bajando por ellas hasta el límite, le bajó la ropa interior. Julie se retorcía por dentro, todo esto la enloquecería, quería sentirlo de una vez dentro de ella, cogiéndola con todas la fuerzas que tenía su novio. De inmediato hizo lo mismo que él, bajó los bóxers de Max, mientras ambos se hundían en el agua de nuevo.

- ¿Y si alguien viene amor?

- Shh. . . - la calló él besándole en los labios. – nadie pasa por aquí a estas horas y si viene alguien, que suerte va a tener de ver esto JAJA.

- Eres un. . .

- ¿Tonto?

- Si- le apretó el cuello y él la aferró ante su cuerpo, acercó su pene a la feminidad de Julie, sentía lo caliente que estaba todo allá abajo, amaba esto, jamás se arrepentiría de todo lo que había hecho por ella. Arriesgaría su pellejo las veces que fueran necesarias. Le apretó el culo, y entró en ella con todas las fuerzas.

SECRETOSWhere stories live. Discover now