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Max salió de ducharse mientras Julie seguía acostada en la cama como hace media hora. No había querido ducharse con él, lo cual se le hacía rarísimo. Se secó el cabello con una toalla de manos. Traía el típico pantalón de lana que se ponía para dormir cuando vivía en Kingston, y arriba sin camiseta. Wow, tantos recuerdos. Dejó la toalla sobre la cama y caminó de rodillas por ella hasta llegar al otro filo y encontrarse con Julie.

- Hola mi princesa hermosa - besó sus labios

- Hola. - le saludó ella con una apenas un hilo de voz. Max supo que le pasaba algo.

- Ok, dime qué está pasando. - abrió las sábanas y se metió bajo ellas con Julie. El cuerpo de ella se volteó para mirarlo, extendió sus piernas desnudas sobre la cintura de Max, las cuales él recibió apretándolas con su brazo. -Es por Chas y Alex ¿verdad mi amor?

Ella asintió, sin querer hablar.

- Princesa -Julie le acarició el rostro. - Jamás se atreverían a hacerte algo, saben. . . saben muy bien - se aclaró la garganta. Siempre se le había hecho difícil expresar sus sentimientos. Y más cuando estaba a solas con ella. - Saben lo mucho que significas. .. Para mí. . .

Julie se acercó para besarlo. Él le devolvió el beso. Acogiendo su lengua en la de ella. Le acarició las piernas suavemente.

- Además saben que si llegan a tocarte les romperé los huevos.

- ¡Max!

- Es la verdad.

Ella negó con la cabeza mientras reía por su comentario.

- Nadie va a tocar mi bebé. - soltó las piernas de Julie, dejándolas caer sobre las sábanas, mientras él se posiciona sobre ella y su cuerpo. Relamió los labios y poco a poco se acercó a sus finos labios para besarlos ligeramente. Un beso pequeño que ella convirtió en uno más grande. Le apretó la nuca, Max soltó una risa mientras la besaba, le estaba mordiendo un labio y él hizo lo mismo, Julie también río. Max se inclinó para besarle los senos, había quedado con muchas ganas de más después de lo del lago. Se lo hizo saber.

- Mmh. . . - susurró ella al sentir la boca de Max buscar sus pezones. Se le erizó la piel de inmediato.

- Me has dejado con ganas mi vida - la llenó de besos sobre el cuello- ¿Quieres. . .

Cuando de pronto Chas abrió la puerta de la habitación. Primero con un gran círculo en los labios, sorprendido, y después mostrando una sonrisa pícara al observarlos a los dos, uno sobre otro.

- Eh. . .

- ¿TAN DIFÍCIL ES TOCAR LA PUTA PUERTA? - le preguntó Max girándose, realmente enojado. Julie se ruborizó por completo, sintió que su rostro hervía de lo nerviosa que estaba. Chas no hizo más que reír de nuevo y fijarse en la poca ropa que traía Julie . -Si no fueras la novia de mi mejor amigo. . .- dijo en sus pensamientos.

- Si, bueno. . . vine a ver si querían comer algo. . .pero veo que ustedes ya estaban comiendo. . .

- ¿Qué quieres?

- Los de al lado han organizado una cena por tu llegada.

- ¿A mí? - preguntó Max, ligeramente sorprendido. Aunque no tenía por qué, siempre había sido bien recibido en Kingston.

- Sí, la familia de Sara.

- ¿Marsh? - insistió Max.

- Si, ella. - afirmó Chas. - siempre le has gustado así que. . . - Julie empezó a prestar atención, aunque no se dio a notar. -Y su familia quiere darte la bienvenida, hace mucho que no te ven, como todos.

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