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- ¿No crees que ya te he dado muchas? – los ojos de Julie se inundaron en lágrimas. – Ya no puedo Max. . .

- No te vayas. – se apretó los labios mientras hacía puños las manos. – Te necesito, te necesito Julie. . . – la miró a los ojos, ella también lo hizo. – Lo siento.- murmuró con la cabeza gacha. – No quería decepcionarte más. . . mierda, yo. . . yo no quería perderte mi amor. – levantó el rostro topándose con el de ella. Julie estuvo a punto de comerse sus labios de mojarlos con los suyos, de mezclarlos con las lágrimas que brotaban ahora de sus ojos pero en vez de eso no desistió.

- Tengo que irme. – le dijo.

- Escúchame. . . - le rogó Max.

- No, te he dicho que esto se acabó

- No. . No. . Por favor - Max buscó su mirada haciendo que ella no tuviera más opción que mirarlo. – perdóname. . . no quiero Julie, no quiero perderte.

Volvió a bajar la cabeza. ¿Antes se había sentido así? No, nunca. Eso explicaba muchas cosas, era la primera vez que lloraba por amor porque le dolía en verdad, porque sentía que debía desahogar su pena en varias gotas de agua salada que lo harían sentir bien, porque no había peor castigo que perder a la única persona que no lo había juzgado al conocerlo.

- Te amo. – y lloró frente a sus ojos. Las lágrimas cayeron, sus labios se mojaron al igual que sus mejillas, su mentón quedó empapado, su lengua por fin pudo probar el sabor de sus propias lágrimas y siguió llorando. – Te amo mi amor en serio te amo demasiado mi vida -dijo debilitado, podía morir en ese entonces y no le importaría. Entendía que su castigo era ese que el destino lo había hecho salvarse tantas veces de una prisión o cosas parecidas porque sabía que algo peor vendría luego, alguien que lo enamoraría hasta los huesos y que tendría que perder por sus propios actos.

Sintió las tibias manos de Julie limpiarme las lágrimas.

SECRETOSWhere stories live. Discover now