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Al observar que ella dormía decidió levantarse de la cama, de verdad se le había quitado el sueño, en todo el día las cosas habían estado pesadas, se había encontrado con muchas personas que no veía desde hace cinco años o menos, así que encendió el televisor principal, era pequeño y antiguo, hasta horas de la madrugada nunca había nada bueno para ver, cambió de canales un buen rato hasta que encontró uno, algo que le llamó muchísimo la atención.

"Átala de las manos a la cama, haz que se estire en ella hasta quedar completamente expuesta a ti"

Un canal pornográfico.

"Ella sentirá que todo su cuerpo es tuyo, de tu posesión. Una vez atada de manos a la cama, tápale los ojos con un pañuelo oscuro"

Mnh. . .ahora que lo recordaba había visto antes uno de esos típicos programas para personas que no lograban alcanzar el clímax con sus parejas, él en cambio era un experto pero ese tipo de cosas le llamaban la atención.

"Hazla probar diferentes cosas, ella deberá adivinar que son. . ."

Y se imaginó a Julie atada de manos y extendida sobre la cama completamente desnuda.

"En el momento en el que la hayas hecho probar todo lo que tú deseas deberás penetrarla suavemente al principio como si buscaras un camino entre su cuerpo"

Oh mierda, todo esto empezaba a ponerle excitado, ya quería hacérselo de esa y muchísimas formas más, observó su erección entre sus pantalones y la acarició sobre los bóxers " Como me pones Julie, como te amo mi amor" pensó.

Y apagó el patético pero innovador programa de sexo, sabía perfectamente cómo hacérselo a su princesa, no tenía por qué escuchar indicaciones de otro hombre que apenas y sabía causar la mitad de lo que él, sabía cómo llegar al orgasmo con ella, cómo hacerla gozar y disfrutar tanto hasta gritar, sabía cómo causarle un delicioso placer en todo el cuerpo.

Pero si. . . lo de los pañuelos le había gustado, tal vez lo intentaría.

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