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- Lo siento - ni siquiera la misma Julie se creía haber pronunciado esas palabras después de que él la hubiera golpeado y la hubiera traído hasta ahí, pero aquella frase y ese par de palabras era justamente lo que necesitaba James en ese mismo instante. – De verdad. . . lo lamento.

- ¿Tú por qué? Al fin y al cabo también estás metida con ese - susurró él frustrado – Con ese y con todos los que esa noche humillaron a mi hermana.- Se quedó en silencio por unos segundos-¿Sabes? Tú tienes la culpa de todo esto bonita - Derribó un par de adornos de la mesa.

Julie saltó en su sitio. – Me gustaría mucho ver la cara de Max cuando vea como follo a su novia.

- No ganarás nada. – logró decirle ella a pesar del enorme miedo que la invadía, tuvo un poco de agallas como para hablar – Hagas lo que hagas conmigo tu hermana no regresará.

Y entonces recibió un fuerte golpe entre los pómulos, se echó para adelante, el cabello le cayó sobre la frente mientras sus lágrimas empezaron a desplomarse totalmente incontroladas.

- Ya sé que no regresará. – admitió. - Resultaste igual de insoportable que el mismo Max ¿eh? Eso me gusta. – sonrió. Sus ojos se tornaron de un color rojizo. – Por eso. . . - de su maletín sacó una cámara de video más o menos vieja. – él podrá ver lo que hacemos. . . - la encendió y la colocó sobre la mesa que quedaba directamente frente a Julie, la enfocaba directo. – Y si. . . le encantará- Volvió a sonreír y esta vez procedió a quitarse la camiseta de un tirón. Julie solo miraba desde atrás, otra vez le dieron ganas de llorar, de correr, de gritar tan fuertemente hasta que alguien la escuchara, prefería mil veces morir en vez de estar encerrada con él.

James encendió un cigarro.

- ¿Quieres? – le preguntó. – es marihuana.




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"Piensa, piensa. . .vamos, tiene que haber una sola pista en toda esta historia, un lugar" de pronto, una idea iluminó su cabeza.

- Está en la casa del lago. – Dijo ¿Cómo no lo había pensado antes? Era ese el mismo lugar en donde había abusado de Emma y Dios quiera que no pasara lo mismo con Julie. Ryan lo miró– Iré solo.

- No, no seas imbécil. . .

- ¡Iré solo! No necesito de tu ayuda ni de la ayuda de nadie ¿me entiendes? Todo este maldito problema es mío y nada más que mío. – le gritó a Ryan. Agarró sus llaves del auto e intentó irse por la puerta principal, prepotente, completamente alterado.

- ¡Que no! – gritó esta vez Ryan, le dio un pequeño empujón. Max se enojó más y le habló de cerca.

- ¿Te das cuenta que en este preciso momento ese hijo de puta podría estar abusando de Julie? – le preguntó y de pronto sintió un gran nudo en la garganta. La mandíbula empezó a temblarle y sus ojos se humedecieron tanto que no pudo evitar derramar una lágrima. Respiró pero aun así lloró como nunca cubriéndose el rostro, quería morir, morir ya pero no sin antes haberle arrancado los huevos a ese animal. – Hasta. . . hasta podría matarla - le dijo con los ojos hinchados. En pocos minutos había llorado todo lo que nunca en su vida había hecho. Le dolía el alma, el mismo corazón, no podía consigo mismo.

- Ella está bien. . .

- Tú no sabes nada.

- Tú tampoco. – le dijo directo. Entendía perfectamente en qué estado estaba su amigo. – Y ni tú ni yo lo sabremos si seguimos así ¿vale? ¿Te ha quedado claro? Si te vas solo eres capaz de matar a la primera persona que se te cruce en el camino ¿me oyes? Te conozco. – Max bajó la cabeza, intentó no llorar pero la mente no lo ayudaba en lo absoluto. – Escúchame. – Max levantó la mirada. – tú mismo lo dijiste. – le animó. – James no tiene ni la más mínima idea de con quién se ha metido. – Max respiró hondo. Sabía que todo esto se lo merecía de algún modo, de alguna manera tendría que pagar sus pecados, de alguna manera tendría que limpiar su pasado. – Y eso lo vamos a demostrar tú y yo.

SECRETOSWhere stories live. Discover now