Plan B

1.- Obsesión

           

Finalmente se encontraba durmiendo después de haber estado más de una hora llorando y dando vueltas en su habitación. Una vez más lo había dejado plantado, marchándose con el chico de sonrisa cuadrada, con ese idiota. Bien, no tenía nada en contra de él, reconocía que era muy simpático y buena persona pero los celos lo cegaban, la envidia lo carcomía... No puedes ser él, le reprimía su mente cansada momentos antes de caer rendido por el sueño.

Más tarde, esa misma noche recibió un mensaje que le aceleró el corazón: Discúlpame por lo de hoy, ¿puedes venir a mi casa?

Emocionado se levantó de la cama y se fue a lavar el rostro para eliminar el rastro de las lágrimas. Cuando terminó su aseo se dedicó una vista rápida al espejo y sonrió satisfecho. Y ahí estaba, Park JiMin -sólo Jimin para los demás- saliendo de su casa por el balcón para entrar a la casona de al lado, donde lo esperaba un joven de grandes dientes que formaba una sonrisa descarada y coqueta, su querido Kookie, aunque bueno, técnicamente no era suyo. No eran nada más que vecinos, ni siquiera eran grandes amigos, el chico siempre fingía no conocerlo en la escuela y Jimin lo defendía en su mente, después de todo tenía novio.

-Hola Minnie -Lo saluda con una sonrisa de lado mientras se sienta en la cama y estira una mano para atraerlo-. ¿Me perdonas? -Le dice al chico que lo observa en silencio, dedicándole el mejor de sus pucheros y tomándolo en brazos.

-Sabes que no puedo estar molesto contigo por mucho tiempo... -Le susurra al oído y atrae el contacto visual. Acto seguido, las palabras sobran cuando los besos aparecen en escena, Jungkook lo iba despojando de su ropa y prenda por prenda los chicos quedaban desnudos. Los gemidos y jadeos recorrían la habitación. Jimin era penetrado con lujuria por el menor. Al principio siempre lo lastimaba por las ansías de estar dentro de su cuerpo pero pronto el dolor se convertía en placer y en poco tiempo gemía por más, al tiempo que alzaba el trasero y recargaba su rostro entre las cobijas. El menor lo embestía con fuerza, sosteniendo su cadera, sintiendo como su miembro era deliciosamente apretado por el estrecho interior de Park... Llegando al orgasmo gracias a las penetraciones y a su mano al masturbar su miembro, el de cabello naranja tuvo una revelación que pronto ignoró. Solo te busca por sexo, no te engañes Jimin-.  ¡Ah! ¡M-mierda! ¡Shh-ah! -Sus muslos se llenan del semen que cae luego de que el chico se corriera en su ano.

-Buenas noches Minnie... -Se despide desde la cama donde reposa desnudo, mientras el chico sale del balcón para regresar a su casa-. Te quiero -Le sonríe de lado y siente como su corazón corre desbocado.

(...)

-Saluden por favor a su nuevo compañero que a partir de ahora... -La mañana pasa lenta para el chico de mejillas redondas que, aburrido, observa su celular para comprobar si no ha llegado algún mensaje de Jungkook. Nada, ni siquiera un saludo-. Soy Min YoonGi, mucho gusto -Su mirada es atraída por la de un joven de cabello turquesa, que lo observa desde la distancia. Y por un momento, el resto de alumnos e incluso el profesor, desaparece. Sus miradas se funden y sus mejillas se tiñen de carmesí cuando percibe un leve movimiento que curva la comisura de los labios del chico por un instante. ¿Fue una sonrisa? ¿Estaba viendo bien o..? Había desaparecido, no hubo sonrisa pero el joven no apartó la vista de la suya. En ese momento entra un mensaje a su celular y se distrae del contacto visual: Buenos días Hyung...

-¡Hola! Aquí emocionada ya que estoy publicando mi primera historia, espero que les guste ^^-.