28.- Esperanzas

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Algo ha cambiado, lo puede sentir...

-Te amo -Susurra en su oído provocando que su corazón se acelere y sus mejillas se sonrojen.

Era extraño pero la felicidad lo comenzaba a inundar. Era maravilloso.

-Mañana habrá una fiesta Jiminnie, ¿te gustaría ir? -Le dice mientras entrelaza su mano a la del chico de mejillas redondas que lo mira con la duda impregnada en sus pupilas-. No lo pienses demasiado, es hora de divertirse -Y para rematar le sonríe al rubio que pronto se lo piensa mejor y asiente.

-Está bien pero... -La mirada de YoonGi se mantiene fija en él-. N-no me dejes solo, no estoy acostumbrado a estas cosas Suga...-

Lucía tan tierno e indefenso que era imposible que se negara a tremenda petición.

-¿Pero qué dices? Por supuesto que no te dejaré sólo -Lo jala hacia él y comienza a llenarlo de pequeños besos que pronto lo hacen estallar en risas.

-¡Ya! ¡P-para! Jaja... -Pide cuando su novio desliza las manos por debajo de su playera para hacerle cosquillas pero es inútil y en poco tiempo los juegos infantiles van desapareciendo y los actos suben de nivel hasta que al final sus cuerpos se encuentran aperlados por el sudor, moviéndose en perfecta sincronía. Los jadeos y gemidos de los chicos se entremezclan mientras recorren un camino erótico que los lleva al orgasmo.

La oscuridad engulle los cuerpos desnudos y cansados de Jimin y YoonGi que se encuentran recostados en la cama del primero durmiendo tranquilamente después de hacer el amor. Sí, ahora sí podía decir que era eso, hacer el amor.

Llevaban tres semanas de salir de forma oficial y Jimin sentía como su corazón se deshacía del dolor que padecía por el desamor.

Te amo... -Susurra entre sueños el chico rubio que es abrazado de forma protectora por el de piel blanca.

(...)

-No me dejes... -Aprieta su agarre y el chico de cabello negro sonríe ante esto. Habían llegado a la fiesta y Jimin no conocía a nadie, a decir verdad era la primera fiesta a la que asistía y su nerviosismo era bastante notorio.

-Tranquilo Jiminnie-

Las luces neón iluminan el lugar, la música sonaba de manera estridente en las bocinas, había una barra de bebidas dónde conseguir desde una simple soda hasta algunas drogas. La gente bailaba, hombres y mujeres se desataban, algunos se besaban con descaro total y varias parejas se adentraban a los lugares más recónditos para tener algo de privacidad.

-¡YoonGi! ¡Viniste! -Un chico de nariz respingaba, quijada alargada y grandes dientes que formaban una gran sonrisa se acerca a la pareja.

-Hola Hoseok -Saluda con una sonrisa y acto seguido, presenta a su acompañante que los observaba con curiosidad. No se esperaba que Suga conociera a alguien más en esa ciudad-. Oh... nos conocemos de hace años, nuestros padres son amigos-

-¡Es un placer! -Estira la mano y saluda al rubio de mejillas redondas. Era la primera vez que veía a un chico tan tierno y ahora entendía porque YoonGi lo había vuelto loco al hablarle tanto de él.

Después de la presentación el anfitrión se excusa para comprobar que todo estuviese en orden en la fiesta por lo que los deja en la pista de baile.

-Es un chico agradable... -Sonríe provocando que sus ojos desaparezcan en dos rendijas.

-Lo es -Sonríe al verlo así-. me alegra que te sientas más seguro Jiminnie -Le da un beso rápido-. Tengo sed, voy a buscar algo de tomar...-

-Claro, te espero aquí -Le dice sorprendiéndolo gratamente al saber que ya no temía quedarse un instante solo.

-No tardo-

(...)

-¡Hola Jeon! -Saluda animadamente al chico de cabello azabache que acaba de llegar a la fiesta-. ¿Dónde está Tae? ¿Vienes solo? -La mirada del chico que sonreía se ensombrece y sabe que dijo algo que no debía.

-Peleamos...  -Niega con la cabeza-. No es importante Hoseok, hoy nada me impedirá divertirme -Le sonríe mostrando sus dientes grandes que le dan una apariencia infantil y despreocupada.

-Bien dicho amigo -Sonríe con bastante ánimo-. Pasa y haz lo que quieras que ya sabes, mis labios están sellados cuando se trata de fiestas -Le guiña un ojo de manera cómplice.

-Gracias... -Le dice Jungkook y después de alejarse contempla el lugar en busca de una aventura de una noche-. Vaya, no hay mucho... -Dice decepcionado cuando su mirada capta la figura de un chico rubio-. ¿Park?-

Vaya, no estaba muerto...

Piensa de manera sarcástica y casi podría reír por lo irreal que es eso hasta que por un momento siente un nudo en el estómago cuando lo ve besar al chico con pinta de albino que ahora tiene el cabello negro. Sólo lo había visto de frente una vez pero lo podía reconocer perfectamente.

Así que por eso no me ha buscado

-Ese idiota... - Susurra bajo mientras camina hacia ellos.

Le enseñaré a Park a respetarme...

Plan BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora