Epílogo: Perseverancia

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-Jungkook... por favor mirame a los ojos... -Lo llama una y otra vez pero, como en otras ocasiones, no obtiene lo que desea. Aquel joven que alguna vez lo vió con cariño había desaparecido, dejando tras de sí un vestigio lastimero que no hacía más que dar lastima a cualquiera que lo observara. Jeon Jungkook estaba loco, enfrascado en su propio mundo y al parecer no regresaría a la vida que tenía antes.

-Jimin... Minnie... -El menor balbucea una y otra vez aquel nombre, ignorando por completo al chico que se encuentra a su lado-. Jimin... -Una sonrisa se forma en su rostro demacrado al ver a aquel chico de mejillas redondas más allá de la figura amorfa que no reconoce. Para Jungkook, Tae había desaparecido, todo su pensamiento se resumía a la ilusión de ver a Park.

-Jung... -Calla, sabe que no recibirá respuesta por lo que al final, como otro día, se levanta de la silla y sale de la habitación.

Desearía que volvieras

Lo mira a través de la ventanilla de la puerta, observa cada movimiento que hace y siente una punzada de dolor en su pecho.

Comienzo a creer que todo es inútil

Jungkook no sería capaz de tener una vida normal.

Todo es mi culpa...

-¡Mierda! -Golpea la pared con su puño y se deja caer al suelo mientras comienza a llorar-. ¿Por qué? ¿P-por..? -Se había lastimado la mano con ese golpe pero no le importaba. Ya nada era igual y eso le provocaba un gran dolor que lo desgarraba. Había perdido al hombre que amaba.

(...)

-¿Por qué pasó esto? No entiendo -Niega con la cabeza mientras observa al suelo.

-¿Día malo? -Le habla el joven de nariz respingaba que acaba de llegar.

-Hobie -Sonríe en cuanto lo escucha y levanta la mirada para verlo de frente-. Hola-

-¿Qué tal? -Le pregunta mientras despeina su cabeza-. Vengo a ver si ya te haz alimentado-

El menor niega con la cabeza y se pone de pie. Mientras esto ocurre, el joven de rostro alargado alcanza a visualizar su herida y hace una mueca en señal de desaprobación.

-Tae, no...-

Se percata de que ha sido descubierto y se sonroja por eso-. No tengo mucho apetito -Susurra al tiempo que esconde su mano detrás de él-. Tranquilo, no es nada-

-Bien -Lanza un suspiro con paciencia-. Entiendo que las cosas son difíciles pero no puedes estar así -Al ver que el menor asiente completamente avergonzado decide omitir el discurso que le tenía planeado-. Mejor vamos a comer, ¿de acuerdo?- Le dice tranquilo y acto seguido, toma su mano con delicadeza y le da un beso a la zona lastimada.

El sonrojo del menor se hace más notorio con esto pero ninguno dice algo al respecto y caminan rumbo a la cafetería más cercana.

(Meses después...)

-Tae... ¿Qué piensas hacer al respecto?-

Levanta la vista de su plato -casi intacto- para ver al adverso.

-No sé a qué...-

Plan BWhere stories live. Discover now