Capítulo 2.

2.7K 306 232
                                    


El timbre del departamento sonó rítmicamente, indicándole a Mingyu la llegada de su amigo. Arrastrando los pies y caminando pesadamente hasta la puerta, le abrió al sonriente castaño.

—Vamos, se derretirá el helado si sigues caminando como perezoso —comentó, riendo mientras entraba a la sala y se dirigía a la cocina para dejar el helado en el congelador—. Hay que dejarlo unos minutos para que se vuelva a congelar... A menos que quieras comer batido de chocolate, vainilla y...

Soon Young detuvo su habla al notar el silencio de la cocina, cuando volteó buscando con la mirada a su moreno amigo se encontró con que estaba sólo. Poniendo los ojos en blanco, él también fue a la sala, descubriendo a Mingyu tirado en el sofá.

—Me dejas hablando solo en tu propia casa. Tan descortés —chasqueo la lengua y entrecerró los ojos mientras miraba a su amigo recostado cómodamente en ese mullido sofá.

—Yo sólo te invité por el helado, ya dejaste el helado, puedes retirarte —comento sin quitar la vista de la tele. Soon Young sabía que no hablaba en serio así que le pego en uno de sus muslos para que se moviera.

—Muévete, también quiero ver tele —pidió.

Mingyu se puso sobre su costado, dejando un poco de lugar en el borde del sillón al de pequeños ojos.

—Eres un mal amigo —repitió, como por décima vez en el día mientras se sentaba en ese pedacito libre del sofá.

—Si lo repites una vez más, probablemente puedas patentarlo como tu eslogan oficial —comentó riendo.

—Y me sorprende que tú no hayas ganado un diploma a la peor amistad del planeta —replicó.

—¿Quien dijo que no? —respondió y Soon Young puso los ojos en blanco.

Una vez más, el castaño golpeó la pierna del más joven para que se moviera y le dejara más lugar. Al ver que Mingyu no le haría el menor de los casos, término por recostarse frente a él.

Ambos quedaron en forma de cucharillas, siendo Soon Young la más pequeña, sin darse cuenta. Mingyu siguió viendo tele sin inmutarse y apoyando su mentón en la cabeza de su amigo. Mientras que éste cerró los ojos durante unos segundos, con algo de sueño.

—Se me durmió la mano —comentó Mingyu, riendo.

Su brazo había quedado entre su estómago y la espalda del mayor, separándoos por pocos centímetros. Algo adolorido, quito la mano de ahí y termino por reposar su brazo sobre la cintura del mayor.

Al sentir el pesado y dormido brazo de Mingyu caer sobre su cuerpo, se encogió de dolor pegando su trasero a la entrepierna del contrario. Quien hizo lo posible por no concentrarse en el provocativo pero inconsciente roce, al cabo de unos minutos termino por removerse en el lugar, en un intento de alejarse para evitar que su erección siguiera creciendo.

—Huh... ¿crees que el helado ya este lo suficientemente congelado? —preguntó, aunque de su boca salió un inevitable jadeo.

Soon Young se sentó en el sofá rápidamente, con sus manos en sus piernas. Él, al igual que Mingyu, quería ocultar aquello en su pantalón y el rojo de sus mejillas.

—Si... y-yo creo que si —asintió—. ¿Vas tu o... voy yo?

—Voy yo...

Mingyu se levantó y fue casi corriendo hasta la cocina, donde abrió el congelador y prácticamente metió la cabeza para tratar de bajar su temperatura corporal.

Después de unos segundos, tomó el helado, sirvió un poco en dos tazones y regreso a la sala.

—Joder, Hoshi, acordamos que íbamos a dejar de hacer estas cosas —suspiró Mingyu, realmente ninguno de los dos había logrado volver su temperatura a la normal.

—No fue mi intención —dijo llevando la cuchara a su boca—. Fuiste tú y tu brazo dormido los que me aplastaron e hicieron que me moviera así.

—Fuiste tú quien se acostó conmigo.

—Tu no me dejaste lugar...

—Hay otro sofá, justo ahí —señaló.

Ambos terminaron de comer el helado en un incómodo silencio y luego llevaron las cosas usadas a la cocina. Gracias al frío postre, ambos habían logrado calmar sus hormonas.

Mientras miraban un programa de televisión sentados (esta vez, correctamente) en el sofá, Mingyu cruzó sus piernas haciendo que su apretado pantalón marcara perfectamente su bien dotada entrepierna.

Soon Young no pudo evitar pasar la mirada por allí después de querer ver la hora en el reloj de muñeca del contrario. Se mordió fuerte el labio y rápidamente volvió la vista a la tele.

«No, Soon Young, acordaron no volver a acostarse. Contrólate, esto está mal. Esto no...» sus pensamientos fueron interrumpidos por sus propias acciones.

—Sé que prometimos no tener más sexo entre nosotros, pero no puedo cumplir mi promesa teniéndote a ti a mi lado con este pantalón tan apretado —dijo mientras se sentaba a horcajadas sobre el moreno de casi un solo movimiento.

Mingyu se quedó en shock durante unos pocos segundos antes de que una sonrisa lasciva se dibujara en su rostro. Con desesperación unió sus labios con los ajenos mientras rodeaba con sus brazos la cintura del contrario.

El beso iba volviéndose cada vez más desesperado y obsceno a medida que los segundos pasaban. Soon Young empezó a mover sus caderas haciendo una deliciosa fricción entre ambas erecciones, sonsacándole pequeños jadeos al moreno.

Mientras las manos de Mingyu desabotonaban la camisa del castaño, este iba dejando pequeños besos y mordidas (con cuidado de no dejar ninguna marca) a lo largo de su mandíbula y cuello. Una vez que el pálido torso de Soon Young estuvo descubierto, Mingyu capturo con sus labios uno de sus pezones mientras que pellizcaba y masajeaba el faltante con una de sus manos.

—Agh, si... —gimió el de pequeños ojos, arqueando la espalda y pegándose más a la caliente boca del menor.

Cuando el resto de las prendas estorbaban demasiado, fueron lanzadas al pequeño sofá libre junto al que se encontraban. Soon Young, deseoso por sentir la extensión de Mingyu dentro de él, se mantenía rozándose piel contra piel.

Ninguno de los dos se preocupaba por que Wonwoo llegara a la casa; ambos sabían que cuando él y Mingyu discutían, el azabache no regresaría de la casa de su madre, hasta el día siguiente.

—Quiero que me la metas de una jodida vez —pidió, cuando Mingyu rozo su entrada con sus húmedos dedos.

—Me encanta sentirte tan desesperado —sonrió.

Sin dejar que Soon Young se moviera de sus piernas, Mingyu se estiro hasta alcanzar su billetera de la cual extrajo un pequeño paquete plateado, cuyo borde rasgó con los dientes. Y después de deslizar el condón por su extensión, alineó su miembro con la dilatada entrada de Soon Young.

El mayor de los dos siseó de placer al sentir la deliciosa intromisión del moreno en su interior. Después de unos pocos segundos que tardó en acostumbrarse comenzó a moverse mientras se sujetaba de los anchos hombros del contrarió y éste comenzaba a embestirlo con rapidez, tocando repetidas veces su punto dulce.

—Oh, joder, ahí —gimió en voz alta y echando su cabeza hacía atrás—. M-mas... Agh Dios... M-mas rápido.

—¿Te gusta así, tigrecito? —preguntó el más joven, deleitándose con los agudos gemidos del contrario.

—M-me encanta —sonrió moviéndose al ritmo de las embestidas y disfrutando los masajes que Mingyu le daba a su miembro y a sus bolas.

Después de unos minutos donde las estocadas fueron más fuertes y rápidas, ambos se corrieron al mismo tiempo siendo manchados en el abdomen por el semen de Soon Young mientras se unían en un apasionado beso.

—Esto quedará entre nosotros —susurraron al mismo tiempo, después de que sus sentidos volvieran a ser los mismos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

No iba a actualizar hoy, pero... ALV TODO xD

Espero que les haya gustado el capítulo n.n

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang