Capítulo 31.

1.4K 199 70
                                    

Desde el rompimiento entre Soon Young y Jihoon más de un mes había pasado. El vientre de Soon Young había comenzado a notarse adorablemente y Mingyu se encargaba de consentirlo en todas las formas posibles.

Su relación no había avanzado mucho en cuanto a la formalidad de la misma; los sentimientos por el otro estaban más claros que el agua, ambos se amaban y lo sabían perfectamente. Pero de todas maneras acordaron en ir lento, y no apresurar las cosas más de lo que lo habían hecho sin siquiera darse cuenta.

Mingyu había regresado a vivir a la casa de Soon Young ya que no tenía otro lugar a donde ir, pero esta vez ambos dormían cómodamente juntos en la misma cama. E increíblemente para ellos, tampoco habían vuelto a tener relaciones ni a provocarse para tener sexo; su relación había pasado de ser de mejores amigos que se amaban sin darse cuenta y vivían de la adrenalina que les provocaba engañar a sus parejas teniendo sexo prácticamente cada semana, a ser una relación de dos mejores amigos que se amaban profundamente, formarían una familia y eran terriblemente tontos juntos.

Soon Young había ido a trabajar como cada tarde, Mingyu había conseguido recuperar su trabajo en la mañana gracias a que su jefe lo conocía desde hacía ya un buen tiempo y tuvo piedad de él y su situación de "futuro padre sin dinero" (cuya excusa fue ideada por un divertido Soon Young). Por lo que ahora, el moreno se encontraba limpiando la casa mientras hacía unos cuantos llamados.

Soon Young llegó a las cuatro de la tarde muerto de cansancio, al abrir la puerta se encontró con la casa totalmente limpia y a un exhausto Mingyu tirado en el sofá.

—Hola —sonrió el moreno levantándose para recibirlo—, ¿qué tal te fue?

—Bien, pero es agotador —hizo una mueca—. Por lo que veo organizaste toda la casa... quedó impecable.

—Lo sé, merezco un premio —dijo estirando su boca, esperando que el contrario lo besara.

Soon Young sonrió y se estiró para besarlo, pero Mingyu se enderezó y miró hacia el frente antes de que este pudiera juntar sus labios con los suyos. El azabache frunció el ceño y dio un pequeño saltito sin llegar a la boca ajena, después de unos segundos optó por dar un golpe seco con uno de sus dedos en el estomagó del moreno y este se inclinó hacia adelante adolorido.

—Mucho mejor —Soon Young sonrió y tomó del cuello de la playera de Mingyu para besarlo con ternura mientras reía.

—Este mes no tuviste antojos... pero te pusiste agresivo —dijo frotándose el abdomen con dolor—. No sé si prefiero cumplir todos tus antojos caprichosos o aguantar el dolor físico que me produces, hyung...

—Sabes que lo hago con amor, bebé —dijo divertido y alejándose.

—Pero todavía tengo tus dientes marcados en mi brazo —se quejó—. Sólo espero que, si cada mes tendrás algo diferente, el próximo sea de besos y abrazos para remediar todo lo que me has hecho...

—Eso no va a pasar —rio el mayor.

—Bien, el dolor ahora ya no es solo físico —puchereó con la mano en el pecho, del lado de su corazón—. Tu agresividad evoluciona como un Pokémon.

Soon Young largó una carcajada ante tal comparación y abrazó al moreno sin dejar de reír.

—Eres un idiota... —comentó divertido.

Después de volver a besar a Mingyu con dulzura, el mayor se metió al baño para darse una ducha y luego acostarse a dormir ya que Mingyu hace unos cuantos días le había prometido que irían a cenar a un nuevo restaurante en la ciudad por lo que quería estar lúcido para la noche.

* * *

Las horas pasaron, ambos habían descansado lo suficiente y ahora tenían un hambre que podrían comerse cualquier cosa. A las nueve de la noche ambos se encontraron listos para salir.

—Yo conduzco esta vez —anunció tomando las llaves y saliendo después de él de la casa.

—¿Iremos a ese nuevo restaurante que nunca recuerdo el nombre, pero parece muy bonito desde afuera? —preguntó riendo.

—Sí, y el mismo que parece ser muy caro, pero no me importa porque lo gastaré en ti... además te debía una salida de este estilo —sonrió.

Ambos subieron al auto y viajaron cantando a todo pulmón las canciones que sonaban en la radio. Tenían casi veinte minutos de viaje, por lo que lo mejor era divertirse mientras tanto.

Al llegar, los dos chicos pudieron comprobar que el restaurante era realmente hermoso; tenía árboles en su interior y las mesas rodeaban una piscina de decoración repleta de flores de loto flotando en el agua.

Wa~ en verdad es precioso —susurró mientras caminaba de la mano de Mingyu, mientras seguía a un joven que les indicaría cuál era su mesa.

Mingyu asintió de acuerdo con él y siguieron caminado con sus dedos entrelazados. Finalmente los dirigieron a una mesa en el exterior debajo de un árbol. Era el restaurante más lindo que ambos habían visto en toda su vida.

Después de tomar asiento y leer la carta, Soon Young se espantó con los precios.

—Mingyu, ¿piensas dejar mi carro como forma de pago? —preguntó viendo el menú— Yo no pienso caminar hasta casa, si eso planeas tendrás que cargarme.

—No te preocupes por los precios, Soon Young —rio divertido por la reacción del otro—. Por una vez en nuestras vidas, no nos hará daño gastar más de lo debido en buena comida. Así que deja de preocuparte y disfruta de nuestra cita, no quiero que llegues a los treinta con la apariencia de alguien de sesenta.

Soon Young respiró hondo y asintió, comenzando a pensar en que podría comer. Al cabo de varios minutos ambos tenían en mente que ordenar; carne de cerdo, fideos con salsa de frijol negro y una gaseosa para ambos. Naturalmente Soon Young no podía tomar alcohol y Mingyu optó por acompañarlo en su bebida dulce para no tentarlo a hacer algo que no podía.

La cena transcurrió entre risas y charlas tranquilas, alguna que otra hoja caía sobre ellos, pero estaban tan felices que ni siquiera les importaba y solo la quitaban con rapidez.

Cuando terminaron de comer, se quedaron un buen rato allí sentados tomados de las manos sobre la mesa y hablando tranquilamente.

—¿Sabes? Quería hacerte una pregunta, pero antes no lo consideré adecuado porque estabas recuperándote de lo de Jihoon... —comentó el moreno con nerviosismo— Ahora que estamos totalmente seguros de nuestros sentimientos, que hemos arreglado todos nuestros problemas de manera adulta y que no hay nada que nos lo impida... quiero que formalicemos lo nuestro —sonrió. Los ojos de Soon Young brillaron tiernamente y Mingyu se levantó de la silla para acercarse al otro y volver a tomar sus manos para levantarlo—. Quiero que seas mi novio, quiero besarte y amarte cada día más hasta que te conviertas en el amor de mi vida... si es que no lo eres ya mismo —rio un poco—. Quiero que seamos una familia de verdad, como una pareja que se ama con un hijo o hija corriendo por la casa y...

Antes de que Mingyu siguiera hablando, Soon Young lo abrazó y lo calló con un dulce beso. Si el moreno seguía hablando tan dulcemente, probablemente terminaría llorando como niña y no se arriesgaría a que sus hormonas lo incentivaran más a llorar.

—Acepto ser tu novio, lo aceptaría una y mil veces si pudiera —sonrió, rozando su nariz con la del contrario—. Te amo tanto, Mingyu, me pregunto cómo fui capaz de rechazarte hace años...

—No me importa el pasado, solo me importa lo que somos ahora y lo que seremos en un futuro —dejando un corto beso en sus labios, acarició su mejilla—. También te amo, mi amor.

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Where stories live. Discover now