Capítulo 35.

1.1K 169 23
                                    

Después de diez minutos, Soon Young fue llevado a la habitación. Como aún estaba dormido por la anestesia, Mingyu volvió a dejar a su hija en la cuna y pidió a su familia que se fuera, así los padres de su pareja podrían entrar a verlo.

Soon Young permaneció dormido unos treinta minutos más y cuando despertó y vio a su hija, comenzó a llorar como niño pequeño causando las risas de los presentes.

—Mi bebé preciosa... —dijo hipando por el llanto y posteriormente arrugando la cara de dolor. La herida en su vientre ahora dolía como los mil demonios.

—Es igual a ti, mi amor —dijo acariciando el cabello del azabache—. Pero deja de llorar, te harás daño —Mingyu, con un pañuelo, secó las lágrimas en las mejillas coloradas de Soon Young y sonrío.

—En verdad, me alegra tanto verlos juntos como una familia feliz —dijo el señor Kwon mirando a su nieta y luego a su hijo y yerno, minutos antes de abandonar la habitación.

—Gracias, Mingyu, por cuidar tan bien de nuestro hijo todos estos años —dijo la mujer, tomando la mano del moreno y sonriendo agradecida.

—Señora, sabe que Soon Young siempre ha sido alguien muy importante para mí... hacerle daño es algo que jamás haría —sonrío—. No podría lastimar a la persona que más amo.

Soon Young, al oír aquellas palabras, falló en todos sus intentos de dejar de llorar y siguió derramando lágrimas incluso diez minutos después de que sus padres se fueran, mientras repetía una y otra vez que lo amaba con todo su ser y que lo hacía muy feliz estar junto a él y con una pequeña hija en brazos.

Mingyu solo podía reír, dejar pequeños besitos en su rostro y burlarse de él por haberse vuelto tan llorón los últimos meses.

* * *

*Dos semanas más tarde*

Eran las cuatro de la mañana del quinto día de enero cuando el radio que tenían en su habitación y en la del Seo Young se encendió y dejó oír el llanto de la pequeña en su cuarto.

—Mingyu... es tu turno —Soon Young movió el cuerpo del dormido moreno para que se levantara y fuera a ver a su hija.

—¿De qué? —balbuceó.

—La bebé está llorando...

—Ya voy...

En cuanto Mingyu se levantó, Soon Young aprovechó para estirarse y ocupar toda la cama el solo. El moreno seguía más dormido que despierto, caminaba arrastrando los pies y al salir por la puerta se chocó un brazo con la pared.

—¿Que pasa, Younggie? —preguntó tomándola en brazos y meciéndola para que deje de llorar— ¿Tienes hambre?

Sin dejar de mecer a su hija y de tararear, se dirigió a la cocina para preparar su biberón y luego dárselo en su cuarto. La silla mecedora que su padre les había regalado era demasiado cómoda; comenzó a alimentar a la niña quien rápidamente tomó toda la leche, luego de eso le dio unos golpecitos en la espalda para que expulsara los gases y empezó a mecerse en la silla para hacerla dormir una vez más.

Antes de que la bebé se durmiera, quien cayó bajo los efectos de Morfeo fue Mingyu. Había sido un día de trabajo demasiado largo para él y las horas de sueño que había tenido hasta ahora no le habían bastado, por lo que se durmió con la pequeña en brazos.

Las horas pasaron, el sol salió y la alarma de Soon Young sonó ruidosamente despertándolo con un sobresalto.

—¿Ming? —preguntó, al encontrarse completamente solo en la habitación.

La casa estaba en silencio, ¿se habría ido? Agarró su celular y se levantó para recorrer la casa a ver si su novio se encontraba allí o se había ido a comprar cosas para desayunar. Al llegar a la habitación de su hija, se encontró con ambos dormidos en la silla mecedora.

Soon Young rio en voz baja y sacó su teléfono para tomarles una foto, pero al olvidar quitarle el flash, Mingyu despertó.

—¿Qué pasó? —preguntó adormilado— No puedo creer que me haya dormido aquí con Seo Young en brazos, soy un desastre —rio levemente.

—Nada, solo le tomaba una foto al novio más lindo del mundo —sonrió con diversión, viendo la mueca de dolor que el moreno tenía.

—Estaba babeando otra vez, ¿verdad? —Mingyu dejó a la niña en su cuna y vio asentir al mayor— Buenos días, mi vida —dijo besando su frente.

—Buen día —respondió—. ¿Te sientes bien?

—La espalda me está matando, pero estoy bien.

—Ve a bañarte, yo prepararé el desayuno en lo que te relajas —comentó acariciándole la espalda con cariño.

[...]

Durante la tarde, mientras miraban televisión con la niña recostada en el sillón entre ellos, ambos comenzaron a sentir un olor desagradable en el ambiente.

—Cariño, la niña ya se ensució —dijo Mingyu cubriendo su nariz infantilmente.

—Lo noté —dijo levantándola—. Pero, creo que es momento de que aprendas a cambiar un pañal, ¿no crees?

—¿No puede ser mejor sólo cuando haya orinado? —preguntó, esperando que el contrario accediera.

—No, ahora. Sígueme —ordenó.

El moreno se levantó entre protestas y suplicas tontas (las cuales fueron totalmente ignoradas) y siguió a su novio hasta la habitación de la pequeña. Soon Young colocó a la bebé sobre un cambiador y se hizo a un lado para dejarle el trabajo al más alto, quien, con una mueca de asco, comenzó a desabrochar el pañal.

El de pequeños ojos procedió a darle instrucciones de lo que debía hacer y lo que no, como debía tomar a la niña y como no debía hacerlo.

—Listo. Lo logré —anunció el moreno con emoción una vez que Seo Young tenía el pañal puesto.

Hoshi, quien se había ido para ir al baño, regresó sonriendo orgulloso de su pareja, pero aquella sonrisa se borró al instante en que vio a su hija.

—Mingyu, bebé... ¿No crees que los dibujos del pañal deberían estar en el frente? —preguntó riendo y pasando una mano por su cara.

El mencionado miró a la bebé y luego a su pareja, se mordió el labio y rio.

—Bueno, casi lo logró a la primera —comentó avergonzado y viendo como el más bajo se encargaba de colocar correctamente el pañal de su hija.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¿Hola? ¿Alguien sigue aquí? Regresé de mi pequeño hiatus y vacaciones con mi familia. 

¿Cómo están? Las extrañé♥

Espero que les haya gustado el capítulo y me disculpo si hubo algún error. ¡Gracias por leer!♥

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora