Capítulo 21.

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Soon Young logró que Mingyu se sentara en el asiento trasero del auto y así poder llevarlo a su casa. Al llegar, el moreno se bajó del carro y entró rápidamente; aún seguía borracho, pero ya no tanto como antes. Sin que Soon Young pudiera decir palabra alguna, se encerró en lo que venía siendo su cuarto y se tiró a dormir.

El mayor también caminó a su habitación y se sentó en su cama, tratando de pensar en todo lo que Mingyu le había dicho; no quería que se vaya, estaba perdiéndolo de forma rápida y dolorosa.

Después de quitarse la ropa, se recostó y cerró los ojos intentando conciliar el sueño, el cual dificultosamente llegó a él después de dar vueltas y vueltas entre aquellas sábanas.

* * *

A la mañana siguiente, Mingyu se despertó con un terrible dolor de cabeza y estomacal; sujetándose de la pared se dirigió al baño y devolvió todo lo que había tomado la noche anterior en el bar y la anterior en el club.

—Supuse que despertarías con resaca, así que te compré esto... —dijo Soon Young dejando una botellita con vitaminas y comida anti-resaca cuando Mingyu había abandonado el baño para ir a la cocina.

—Gracias —respondió el moreno, sentándose y vaciando el contenido de la botella en su boca de un sólo trago.

Un terrible silencio los envolvió dejándolos en una situación incómoda y el mayor de los dos trato de romper el hielo.

—¿Recuerdas algo de lo qué paso ayer? —suspiró.

—Todo, cada palabra de nuestra conversación... —respondió.

—Mingyu, por favor... no quiero que te vayas —suplicó—. No quiero perderte... hemos estado toda una vida juntos, ¿por qué no puedes apoyarme en esto tan especial e importante para mí?

—Soon Young, ya lo hablamos... estás lastimándome con cada una de tus acciones —suspiró—. Eres, de los dos, quien se la pasa repitiendo "debemos cumplir nuestra promesa". Pero también eres tú quien el setenta por ciento de las veces decide romperla...

—Pero tú lo permites... podrías detenerme también, ¿por qué no lo haces? —preguntó, caminando de un lado a otro nervioso.

—¡Porque estoy enamorado de ti, joder! ¿Por qué rechazaría acostarme con la persona a la que amo? —espetó—. En cambio, tu, simplemente lo haces por diversión, lo has dicho miles de veces. "No hay sentimientos de por medio", estás hablando por ti mismo... como siempre lo haces.

—Mingyu...

—Cállate —ordenó, con cansancio. No se sentía de la mejor forma para seguir discutiendo—. Anoche dijiste que no ibas a impedir que me fuera. Por el amor de Dios, esfuérzate por cumplir eso al menos.

—¿A dónde vas a ir, Mingyu? No tienes casa, Wonwoo y tú no están juntos como para...

—Iré a casa de mis padres, como debí hacerlo desde el primer momento —interrumpió, lo único que faltaba era que le recordara su rompimiento con el azabache—. Lo decidí ayer.

La decisión había sido rápida y lógica para la situación de Mingyu; tal vez tenía el dinero para rentar un nuevo departamento, pero también debía comprar los muebles, pagar los servicios y la comida para poder vivir de manera decente. El dinero no le alcanzaba para todo, y si bien debía renunciar al trabajo (al cual estaba faltando en este mismo momento) en su ciudad natal podría conseguir uno nuevo.

—Mingyu, estás tomando decisiones demasiado precipitadas —comentó el otro.

—No me importa... allá estaré mejor que aquí —respondió con indiferencia.

Soon Young no habló, simplemente se lo quedó mirando sin saber qué hacer para evitar que se vaya. Se negaba a perder a aquella persona especial con la que había crecido, prácticamente, tomado de su mano; pero todo parecía imposible. Mingyu estaba claramente más que decidido en dejar su trabajo, ir a lo de sus padres y alejarse de él.

El moreno se levantó ignorando la triste mirada del mayor sobre él y volvo a meterse a su cuarto, comenzando a llorar en silencio una vez más cuando la puerta se cerró. Tomo su teléfono y navegó por Internet tratando de comprar un boleto de autobús a su ciudad natal; la fecha más cercana era hoy mismo a las once de la noche. Sin pensarlo dos veces presionó la pantalla un par de veces más, seleccionó con que tarjeta quería pagar y compro un boleto de ida.

No pensaba volver. Al menos no por unos cuantos meses.

Seguido de eso, llamó a su madre para informarle.

—Salgo hoy a las once de la noche, mamá... —dijo tratando de ocultar lo entrecortado de su voz—. Probablemente llegue dos horas más tarde. Lo siento si es algo tarde, pero cuanto más rápido me vaya de aquí mejor... es una larga historia, te la cuento cuando llegue... si, también te amo. Adiós.

[...]

Las horas pasaron lenta y tortuosamente para ambos. Ninguno de los dos chicos se dirigió la palabra durante el resto de la tarde, Mingyu re acomodó su ropa en su maleta y escribió la carta de renuncia para su trabajo y la llevo ante su jefe. A las ocho de la noche estaba listo para irse.

—¿Entonces todo va a quedar así entre nosotros? —preguntó el de ojos más pequeños, mirando al moreno junto a la puerta con sus maletas.

—Eso parece... —respondió, mordisqueándose el labio— Fue... fue divertido vivir contigo este tiempo —comentó oyendo como el taxi que lo llevaría a la terminal de autobuses hacía sonar su bocina avisando de su llegada.

—En verdad siento todo esto... mi intención jamás fue lastimarte de esta manera —dijo Soon Young mirándolo con tristeza—. Si hubiese sabido lo que sentías, hubiera sido más cuidadoso con mis acciones. Eres la persona que más quiero en el mundo, nunca te haría daño a propósito y...

—No sigas, Hoshi —dijo agitando su mano—. Ya me voy... y dudo regresar en un buen tiempo.

Mingyu se agachó para tomar sus maletas e irse, pero se detuvo antes de levantarlas del suelo y volvió a enderezarse. Lo siguiente que hizo fue apoyar sus manos en el cuello de Soon Young y besarlo como si su vida dependiera de eso; no era un beso pasional y necesitado como los que solían darse, más bien era delicado y triste. Era un beso de despedida.

—Suerte con Jihoon, sé feliz por favor —susurró contra sus labios antes de alejarse definitivamente.

El más alto abrió la puerta y salió de la casa, subiendo las maletas al taxi y alejándose a toda velocidad segundos más tarde. Soon Young se quedó allí, parado en la puerta con lágrimas en los ojos.

Cuando cerró la puerta, cubrió su boca dando rienda suelta al llanto que no había soltado hasta ahora; por ser tan distraído, causó cosas de las que ahora se arrepentía... había perdido, quizá para siempre, a su compañero de vida y aventuras, a su mejor amigo y a la persona a la cual amaba sin siquiera darse cuenta de aquello. Era un estúpido en toda la extensión de la palabra.

Mingyu tenía la esperanza de que él mayor aun corriera tras él, pidiéndole una vez más que se quedase; pero sabía que no iba a pasar. Soon Young tenía novio, iba a ser padre y, sobre todo, parecía no amarlo como él lo hacía.

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¡Holi! No voy a preguntar como están, ya lo imagino;;

Espero que les haya gustado el capítulo, lamento si hay alguna error. Quería agradecerles porque la historia llegó a 2k de lecturas. Gracias♥ 

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora