Capítulo 20.

1.3K 195 119
                                    

Mingyu no supo que decir, su estómago dio un vuelco, su corazón de rompió. Cerró los ojos y sonrío.

—¿Estás hablando en serio? —preguntó, viéndolo asentir velozmente.

—Sí, ¿por qué mentiría con esto? —lo miró— ¿Estás bien?

—Sí, me alegró mucho por ti —sonrió lo mejor que pudo—. Eres mi mejor amigo, ¿cómo no alegrarme? Espero ser el padrino del niño o niña —sonrío.

—Preguntaba por todo esto que pasa entre nosotros —hizo una mueca—. Pero si, serás el padrino, tenlo por seguro.

—Ah, no, no, tranquilo —negó riendo—. Tú mismo lo dijiste una vez, esto lo hacemos por el sólo hecho de dejarnos llevar, no porque hubiese sentimientos de por medio. En verdad, te felicito, serás un gran padre...

—Gracias —sonrío.

El teléfono de Mingyu sonó, interrumpiendo la conversación. Cuando el moreno miró la pantalla, notó que era un número desconocido y después de atender supo que era la dueña de un departamento por el que había averiguado horas atrás. Ésta le preguntó si mañana le parecía adecuado ir a ver el departamento; por lo que Mingyu aceptó sin pensarlo.

Al colgar la llamada, y cuando se dirigía a la cocina, Soon Young lo detuvo.

—¿Planeas irte? —preguntó, en su voz ya no había felicidad— Vi que estás buscando departamentos... dejaste todo abierto en mi computadora.

—Ah... si —asintió, suspirando—. Ya no quiero estorbarte, sobre todo ahora. Creo que será mejor que Jihoon y tu vivan juntos... una vez me dijiste que su casa sólo tiene una habitación, y ésta tiene dos. Una para ustedes y otra para él bebé...

—Pero no tienes que irte ahora, Mingyu... no te sientas presionado por eso, tienes casi nueve meses para buscar —comentó.

—No te preocupes... igual, ahora debo ir a ver uno —mintió—. Así que... regresaré en un rato.

Mingyu rápidamente tomó su celular, su billetera y salió de la casa a toda velocidad. ¿A dónde iría ahora? No tenía idea. Sólo empezó a caminar, y caminar, y caminar; cuando quiso darse cuenta, lágrima tras lágrima empapaban sus mejillas en un llanto silencioso.

Respiró hondo, pasó sus manos por su rostro sacando sus lágrimas y alzando la vista; frente a él había un bar. No iba a tomar, al día siguiente debía trabajar, pero ya no quería seguir caminando sin rumbo.

[...]

Cuando Mingyu se fue, Soon Young suspiró. Si bien estaba de lo más feliz por el embarazo, le preocupaba la reacción de Mingyu; no quería que se vaya tan pronto.

Las horas pasaron y el moreno no regresaba, y aunque llamaba a su celular éste no atendía. La noche comenzaba a caer, y al ver que Mingyu no daba señales de vida Soon Young salió a buscarlo; probablemente estaba en el parque, Mingyu y él habían peleado todo el día, así que seguro se había ido al lugar de siempre.

—¿Dónde estás, Mingyu? —resopló al ver que el parque estaba totalmente vacío.

Sin saber dónde más buscar, decidió a llamar a Wonwoo como último recurso, pero este no tenía ni idea de donde estaba. Realmente estaba preocupado, esto había sido su culpa, seguramente.

De pronto, su teléfono sonó, con el tono de llamada característico de Mingyu.
—Mingyu, maldita sea, ¿por qué no respondiste cuando te llamé? Me tenías muy preocupado —dijo un tanto aliviado y un tanto enfadado, sin darle oportunidad al moreno de hablar.

—Porque no quiero hablar... contigo —respondió. Al oír el tono de voz del otro, supo que estaba borracho. Ay, joder, pensó.

—Mingyu, ¿qué haces borracho? Mañana debes trabajar... ¿dónde estás? —preguntó.

—¿Y a ti que mierda te importa? No te importaron mis sentimientos hasta ahora, ¿porque te importaría donde me encuentro? —respondió.

—No digas estupideces, ¿dónde estás? —resopló.

—Estoy en... en... ¿dónde estoy? —preguntó y un hombre junto a él le respondió "En Cocoon Bar"—. Estoy en el bar del coco... pero esto no da miedo. No vengas, puedo volver a casa sólo.

—¡No te muevas de ahí! Si llego y no estás, juro que te quitaré todo el alcohol que tienes en tu organismo de un golpe —amenazó y Mingyu chasqueo la lengua.

—Aish, me rompes el corazón en mil pedazos y luego me amenazas... ¿en verdad eres mi mejor amigo? —resopló antes de cortar la llamada.

Soon Young se quedó unos segundos en shock, ¿le había roto el corazón? ¿cuándo? ¿por qué? Sacudió la cabeza y corrió hasta su auto para ir en busca de Mingyu.

Al llegar al bar, entró y lo busco con la mirada, para encontrarlo en un deplorable estado y durmiendo sobre la mesa. Cerró los ojos y suspiró, antes de acercarse a él le pidió a un camarero que le hiciera la cuenta de lo que Mingyu había tomado.

—Mingyu, ¿qué haces aquí? —suspiró, parándose junto a él y apoyando una mano en su espalda—. Vamos a casa...

—No, no quiero ir contigo —negó, alejando la mano del mayor de un golpe—. Me lastimaste, no quiero vivir contigo. Llevas lastimándome hace años...

—Estás borracho, no sabes lo que dices... —respondió, tratando de levantarlo de la mesa.

—Claro que se lo que digo, me lastimaste desde la vez que decidiste que preferías ser solo amigos cuando teníamos diecisiete —lo señalo.

—Mingyu, fue un acuerdo de ambos... ¿recuerdas? No queríamos arruinar la linda amistad que teníamos —respondió.

—No, fue tu decisión, yo sólo lo acepté porque tu quisiste —reclamó—. ¿Crees que iba a rogarte? De esa manera si iba a perderte, estabas totalmente negado a tener algo conmigo y lo sabía. No quiero que me sigas lastimando, por eso me voy a mudar lejos de ti.

Mingyu se levantó tambaleante y salió del lugar, dejando a Soon Young con las palabras en la boca. El de pequeños ojos pagó la cuenta y lo siguió.

—Mingyu, sube al auto, vamos a casa —ordenó—. No entiendo porque sacas este tema ahora...

—Por dios, que lento eres... —puso los ojos en blancos y se recargó sobre un poste de luz— ¡Por qué te amo, joder! Soon Young, estoy enamorado de ti, creo que siempre lo estuve solo que pensé haberlo olvidado... ¿lo entiendes? Que tu vayas a formar una familia con Jihoon, me dolió más que la vez que olvidaste mi cumpleaños.

—Eso fue al revés... —respondió, sorprendido por la confesión del otro. Mingyu se quedó en silencio durante unos pocos segundos.

—Es verdad... pero ese no es el punto —respondió, mientras nuevas lagrimas se deslizaban por sus mejillas—. Ya no quiero verte, ya no quiero vivir contigo... tal vez la frase "si tú eres feliz yo lo soy" no aplica para mí en este caso. No soy feliz de verte con Jihoon, no seré feliz de ser el padrino de un niño que me alejó de ti.

—Mingyu yo...

—No hables, no quiero escucharte... quiero dormir e irme lo más rápido posible lejos de ti...

—Entonces regresa a mi casa, allí podrás dormir y... mañana puedes irte a donde quieras, si lo necesitas —suspiró—. No voy a impedírtelo.

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora