Capítulo 12.

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La película transcurría tranquilamente para los dos chicos, quienes estaban atontados por los efectos especiales. De repente, un fuerte trueno hizo que ambos se sobresaltaran y dieran un pequeño saltito en el sofá.

—Será mejor que cerremos las ventanas —dijo Soon Young, viendo como el viento comenzaba a soplar mientras las grandes gotas de lluvia comenzaban a caer.

Mingyu pausó la película y ambos se levantaron a cerrar las ventanas que estuvieran abiertas en la casa.

—Dicen que va llover así tres días seguidos, ¿tienes una luz de emergencia por si se va la luz? —Mingyu se acercó a Soon Young, que miraba por la ventana hacia la calle.

Aún era de día, pero gracias a la tormenta afuera, había oscurecido bastante.

—Si, está en mi cuarto —el mayor de los dos volteó y se chocó contra el cuerpo del moreno. Quien rio mientras se disculpaba—. No te acerques tanto, idiota —protestó, caminando a su habitación.

Después de conectar la luz de emegencia para cargar la batería, Soon Young regresó a la sala y volvieron a concentrarse en la película. Tan sólo faltaban cinco minutos para terminar, cuando la tele se apagó y con ella el resto de las luces de la casa de Soon Young, y la de los vecinos.

—Kim Mingyu, ¿predices el futuro o simplemente eres un pájaro de mal agüero? —preguntó después de chasquear la lengua—. Ahora voy a tener que esperar hasta mañana para saber que pasa con la bomba esa —protestó señalando el televisor.

—Hey, no es mi culpa —rio el menor mirándolo—. Al menos aún tenemos batería en nuestros telefonos y la luz de emergencia pudo cargarse un poco. ¿Que hacemos ahora?

—Miramos el techo y pensamos en maneras productivas de no morir de aburrimiento —rio, acomodándose en el sofá para mirar al techo.

Ambos se quedaron en silencio durante unos cuantos minutos sin saber que hacer; no había luz, comenzaba a oscurecer y fuertes truenos cruzaban el cielo que era iluminado cada cinco minutos por un relámpago.

—¿Quieres bailar? —preguntó el de pequeños ojos— Pondré música con mi teléfono.

—Si quieres que uno de los dos pierda la paciencia en menos de diez minutos, adelante —respondió el moreno.

—Prometo ser paciente —rio Soon Young levantándose del sofá y extendiendo la mano para ayudar a levantarse al moreno.

Mingyu tomó la mano de su mejor amigo y en lugar de levantarse, jaló de ella e hizo que Soon Young terminara cayendo sobre él.

—Adoro hacer esto —dijo riendo, Soon Young lo miraba fijamente a pocos centímetros de su rostro. Después de unos segundos, sonrió.

—Vuelves a hacer eso y no lo cuentas, Mingyu-ah —dijo sonriendo para luego levantarse.

Mingyu se levantó del sofá y fue a la cocina en busca de la luz de emergencia para iluminar la sala de baile.

—¿Qué canción bailaremos? —preguntó el mas alto.

—Ya conoces mi reciente obsesión con Shape of You, no deberías ni preguntar —rio, buscando la canción en su teléfono.

—Bien... sólo no lo hagas muy difícil —asintió, preocupado por lo que su mejor amigo pudiera pedirle que hiciera.

—De acuerdo —rio divertido.

La musica empezó y Soon Young comenzó a bailar, pidiéndole a Mingyu que repitiera los pasos después de él; Algunos eran sencillos y otros mas complejos, los cuales el moreno tuvo que repetir al menos cinco veces hasta que Soon Young lo aprobara.

Despues de casi una hora, ambos se tiraron a descansar en el colchón de Mingyu decidiendo quien de los dos se bañaría primero.

—Lo haré yo —dijo Soon Young levantándose—, tu siempre tardas veinte años en salir de la ducha.

—Prometo no tardar, dejame ir primero —pidio, levantándose también ya que el mayor comenzaba a salir de la habitación con la luz de emergencia en sus manos.

Cuando Soon Young notó que el moreno se levantaba, corrió hasta el baño y se encerró allí, trabando la puerta para que Mingyu no pudiera entrar y sacarlo para bañarse.

—Si, muy maduro de tu parte, hyung —dijo pegando la frente a la puerta, ya que el había corrido detrás del Soon Young tratando de detenerlo.

—No voy a tardar —dijo riendo victoriosamente desde adentro.

Mingyu caminó lentamente hasta el sofá tratando de no tropezar con nada en la oscuridad del lugar. Se quitó la camisa y se recostó con las manos detrás de la cabeza, mirando el techo y escuchando como el agua de la ducha caía en el baño.

Sin saber cuantos minutos había pasado allí, comenzó a cantar en voz baja hasta que oyó la voz de Soon Young llamándolo.

—Mingyu-ah, hazme un favor —pidió sin salir del baño, el mencionado se levantó y camino hasta la puerta.

—¿Qué pasa?

—¿Podrías traerme una toalla? —dijo abriendo la puerta y asomando la mitad de su cuerpo, con una sonrisa avergonzada curvando sus labios— La olvide...

—Eso ganas por no dejarme bañar primero —alzó las cejas, admirando como el cabello del contrario goteaba sobre su rostro, y pequeñas gotas de agua recorrían el pecho del mayor—. ¿Donde están?

—En mi armario —respondió—. No te preocupes por la ropa, llevaré la luz y la buscaré yo. Gracias —dijo cerrando la puerta.

Mingyu estiró los brazos como sonámbulo y fue hasta la habitación, tanteando las paredes con cuidado hasta llegar al ropero y abrirlo. Comenzó a tocar la ropa hasta encontrar una toalla y se la llevó a su amigo.

—Gracias, y toma; lleva mi ropa al cesto de la ropa sucia en mi cuarto —dijo entregándole una bola de ropa humedecida por el vapor del baño—. No podré sostener la luz y llevar la ropa al mismo tiempo.

—¿Algo mas vas a pedirme? —alzó una ceja y el mayor negó con la cabeza, volviendo a encerrarse en el baño.

Mingyu nuevamente fue a la habitación a dejar la ropa de su amigo y se tiró en su cama. Realmente era cómoda.

Pocos minutos después, la puerta de la habitación se abrió y Soon Young entró sosteniendo su toalla con una mano y con la otra alumbrando el cuarto.

Se sobresalto un poco al ver a Mingyu en su cama y se aferró mas a la toalla para evitar que se caiga. Mingyu trato de no mirar demasiado en la dirección en que el otro estaba, pero el echo de ver que sólo una simple toalla cubría las mejores partes de su cuerpo no lo ayudaba mucho.

—Mingyu, vete, voy a cambiarme —ordenó, dejando la luz sobre una silla que allí tenía.

—Bien —Mingyu asintió y se levantó de la cama.

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora