Capítulo 15.

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Mingyu no sabía si aquello lo había dicho para que Wonwoo dejara de insistir o porque en verdad lo sentía. Pero esas palabras habían salido de su boca sin titubeos o duda alguna.

Decidió seguir caminando un rato antes de tomar el taxi de regreso. Sus manos iban en sus bolsillos y su mente estaba en, prácticamente, otro planeta replanteándose realmente que era lo que sentía por mayor.

Cuando veía a Soon Young, una sonrisa se dibujaba en su rostro, cuando estaban cerca su corazón latía a toda velocidad, cuando lo besaba no quería detenerse, aunque su oxígeno se agotara. Aquellos sentimientos los había tenido cuando era más pequeño, cuando Soon Young le gustaba. ¿Acaso esos sentimientos por el azabache habían vuelto? No, en realidad, nunca se habían ido.

—Joder... entonces Soon Young si me gusta —susurró Mingyu para sí mismo, deteniendo su caminar y sacudiendo su cabello—. ¿Qué voy a hacer ahora?

Debía mudarse cuanto antes, no podía dejar que sus sentimientos por el mayor regresaran y arruinar su relación con Jihoon, así como arruinó su propia relación por subconsciente enamorado de Soon Young.

Si el mayor no estuviera en pareja actualmente, Mingyu se hubiese planteado la idea de confesarle a Soon Young lo que sentía por él. Pero no lo haría; Jihoon y Hoshi eran felices juntos, y Mingyu quería demasiado al mayor como para arruinar su felicidad.

[...]

—Mingyu-ah —dijo Soon Young desde el sofá, sonriente—, ¿de dónde vienes? Me sorprendí al llegar y no encontrarte.

—Huh... Wonwoo me pidió que nos viéramos —respondió, temiendo por la reacción que él otro pudiera tener. Soon Young negó la cabeza con desaprobación.

—¿Que quería? —preguntó, acomodándose en el sofá para verlo mejor.

—Me pidió que vuelva a la casa, que lo volvamos a intentar —respondió, el rostro de Soon Young se tornó preocupado, ¿el idiota había aceptado?

—¿Aceptaste? —Mingyu negó con la cabeza, mirando un punto fijo del suelo.

—Le dije lo que tú me dijiste; que nuestra relación solo se había basado en discusiones desde hace meses y que no nos haría bien a ninguno de los dos —comentó, era una verdad a medias y, naturalmente, iba a omitir la principal razón—. ¿Qué tal te fue en el trabajo? —preguntó, tratando de desviar el tema.

—Agotador, necesito comer algo, bañarme y dormir hasta la próxima semana —bostezó—. ¿Me haces un café? —puchereó y Mingyu asintió.

—Yo igual quiero uno —arrugo la nariz— Y por cierto... el próximo sábado, ¿sabes qué día es?

—Sábado —respondió riendo—. Broma, ¡tu cumpleaños! —dijo con entusiasmo.

—Eso mismo, ¿qué vas a regalarme? —sonrió ampliamente.

—¿Tu que me has regalado para mis cumpleaños? —reprochó.

Mingyu alzó una ceja y se cruzó de brazos ofendido, él siempre le regalaba cosas que a Soon Young le gustaba; su ultimo cumpleaños le había regalado un conjunto de ropa deportiva que Soon Young tanto había querido y no tenía dinero para comprárselo.

Al ver la mirada del moreno, Soon Young sonrió ampliamente, empequeñeciendo sus ojos (más de lo normal), recostándose sobre el torso de su mejor amigo y mirándolo desde abajo.

—Solo bromeo, Minggu-ah —canturreó, divertido—. ¿Qué quieres que te regale? —preguntó, pensativo—. Sabes que soy malo para los regalos.

—No lo sé —respondió descruzando sus brazos y abrazándolo mientras entrelazaba sus dedos con los del otro sin darse cuenta, ya que el cuerpo de Soon Young había aplastado sus brazos y comenzaban a doler—. ¿Qué tal si salimos a una discoteca? ¿Hace cuánto que no salimos juntos? ¿Dos años tal vez?

—Puede que sí... pero promete no emborracharte, la última vez terminaste cantando canciones de Christina Aguilera a todo pulmón por la calle —comentó, sin aguantar la risa.

En aquel momento, había pasado vergüenza con el moreno gritando a altas horas de la noche mientras caminaban de regreso a casa de su madre; quien, de hecho, los regaño a ambos por tomar tanto alcohol. Pero ahora, le resultaba extremadamente divertido aquel recuerdo.

—Yo no tengo recuerdo alguno de eso, así que a mí no me afecta —rio divertido—. Si no recuerdo las cosas no tengo de que avergonzarme —comentó.

Mingyu echó la cabeza hacia atrás, riendo divertido y Soon Young se quedó mirando su cuello y mentón. Sonrió un poco y se estiró, dejando un pequeño beso bajo su barbilla para después reaccionar a lo que acababa de hacer y levantarse de golpe.

—Lo siento... no sé porque hice eso —dijo, tartamudeando.

El corazón de Mingyu se había detenido de repente, para luego volver a latir y sentir cosquilleos en su estómago. Riendo un poco, negó con la cabeza para restarle importancia y se levantó para ir a preparar los cafés para ambos. En cuanto le dio la espalda al mayor, cerró los ojos y sonrió ampliamente.

Soon Young se levantó y se fue a dar un baño rápido en lo que el moreno preparaba sus cafés; esta vez se aseguró de vestirse antes de salir del baño para no terminar de la misma manera que la última vez. Cuando entró a la cocina, tomó la taza de café que había sobre la encimera y se sentó frente a Mingyu en la mesa.

—¿A ti que tal te fue en el trabajo? —preguntó, después de darle un sorbo a su café.

—Podría ir peor —se encogió de hombros, Hoshi lo miró con curiosidad—. Tuve que hacer más papeleo de lo normal porque el jefe no se a donde tuvo que ir —resopló—. Todo el tiempo con la cabeza agachada, mi cuello duele mucho. Me siento como una roca.

—¿Quieres un masaje? No hay nada que mis manos mágicas no puedan sanar con un masaje —bromeó, aunque no del todo, sus masajes eran los mejores (comprobado por Jihoon, Mingyu y su madre).

—Realmente me haría bien —asintió, moviendo su cuello adolorido.

Cuando Soon Young terminó su café, se levantó y se paró detrás de la silla de Mingyu, comenzando a masajear sus hombros y parte de su espalda; aquella espalda y hombros que tanto les gustaban.

—No bromeabas cuando dijiste que parecías una roca —comentó, haciendo una mueca—. Creo que también tendrás que tomar algún relajante muscular.

—¿Eso quiere decir que tus manos mágicas no funcionaran en mi esta vez? —Mingyu echo su cabeza hacia atrás, soportando el dolor, solo para mirar al mayor con un puchero. Soon Young negó y rio un poco, enternecido por la mueca del moreno.

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¡HOLA! ¿Cómo andan? Hace tiempo no me pasaba por acá.

¿Que les va pareciendo la historia? Quería agradecerles por el 1k leídas♥ Las adoro we n.n

Espero que les haya gustado el capítulo, ¡gracias por leer!<3

F R I E N D S (MingyuxHoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora