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Liz

Ayer habíamos acordado con Ethan, encontrarnos en el anochecer para hacerlo diferente. Yo ya me encuentro sentada sobre el césped, debajo de aquel roble, con los auriculares puestos esperándolo. Me quedo quieta observando el camino por donde siempre viene hasta que distingo movimientos. Pero no es él, de eso no cabe duda, además son dos personas. Cuando se acercan un poco los distingo bien y veo a mi hermano con una chica; pero no es cualquier chica, ella asistía a mi clase y era una de las que se burlaban de mí. Eso duele, ya que él sabe el daño que ella me causó y, a pesar de que nunca hizo nada para defenderme, me siento traicionada.

No sé ni lo que hago cuando me incorporo y me dirijo hacia donde se encuentran los dos, ya besuqueándose, supongo que vivir la vida al máximo al estilo Ethan.

Carraspeo para que me escuchen, y efectivamente lo hacen. Se apartan un poco para ver qué sucede y al verme se quedan estupefactos. La chica me mira con una sonrisa burlona y mi hermano alza las cejas.

—Tú eres una completa mierda —le digo a la chica con odio —Y pensé que tú eras más que esto —le reprocho a mi hermano llena de furia. Aprieto los puños con fuerza, no soy una chica violenta, pero realmente me dan ganas de golpearlos a ambos.

—Vámonos —le dice él a la chica y ella asiente sin apartar la mirada de mí.

No hago ni digo nada, solo cierro los ojos y largo un suspiro. Para cuando los vuelvo a abrir veo que ya se han alejado y siento que alguien toma mi mano. Me giro a ver quién es e indudablemente me encuentro con Ethan, que me sonríe sin decir nada. No me separo de él, entonces comienza a dirigirme hacia donde había estado antes. Nos recostamos en el césped y le paso uno de mis audífonos. Miramos el cielo estrellado, sin decir una palabra. Ethan no suelta mi mano ni un momento, yo tampoco la aparto, y a la otra la va moviendo al ritmo de la música.

Cierro los ojos para evitar que una lágrima se me escape. No estoy segura de si esta se debe por la furia y tristeza que me causó lo de mi hermano, o por lo feliz que me siento junto a Ethan en este momento. De todos modos, prefiero no averiguarlo... hay cosas que mejor es dejarlas como están.

Por el resto de la noche no hablamos, solo permanecemos así.

Hasta que caigo en un profundo sueño, en donde aparece Ethan; es el mejor que he tenido.

Thirty daysWhere stories live. Discover now