Enough Room For Three? |ZERRIE|

12.

-La fiesta de la hermana de Dustin se acerca. Estamos invitados y creo que sería lindo ir.- murmuró incorporándose aún envuelta en la sábana para mirar a Zayn, quien seguía con los ojos cerrados mientras acariciaba los brazos de su esposa.

-El cumpleaños de la pequeña Molly.- sonrió a medias.-No la he visto en mucho tiempo. ¿De verdad queres ir?-

-¿Vos no queres?- preguntó la rubia.

-Me gustaría quedarme acá con vos metiéndote mano y viendo televisión como en los viejos tiempos.- comentó juguetón y eso la hizo reír. -Pero siempre te lo puedo cobrar después.-

Perrie continuó sonriente y algo divertida, pero había algo raro en el tono de su esposo, algo que no le terminaba de cuadrar o gustar.

• • •

-Entonces, ¿cómo es la vida de casada?- la rubia preguntó su cuñada mientras se sentaban en la mesa del salón.

Antes de que ella pudiera responder, el mesero llegaba.

-Señora Malik, Señora Harp; mi nombre es Gino y tendré el placer de atenderlas hoy. ¿Ya tienen en mente que van a pedir?-

-Por ahora yo quiero una mimosa- le sonrió al muchacho.

-Un agua mineral para mí- murmuró Waliyha antes de que el camarero asintiera y se retirarse.

Perrie elevó ambas cejas antes de cruzar sus piernas.

-¿Agua mineral? ¿A caso te conozco?-

-Se supone que en estos últimos días estuve ovulando así que si estoy embarazada y bebo puede que mi bebé tenga algún problema o complicación, cosa que no sería lo ideal.-

-¿Que?

Su cuñada le sonrió.

-Estamos intentándolo, Erik ama intentarlo.-

-¿Tan rápido ya buscando un bebé? No te imaginé con tantos deseos de ser madre.- ella estaba sorprendida, pero a la otra mujer los ojos le brillaban.

Waliyha se relajó en su silla antes de cruzar sus brazos y volver a hablar, con cierto aire de felicidad imposible de disimular.

-Erik realmente tiene ganas de tener a un bebé nuestro en sus brazos, ¿y por qué no? Yo amo a Erik y estoy más que feliz de la idea de tener una parte de ambos para siempre. El solo pensarlo me hace sentir.. demasiado bien.-

•

La noche era una mierda.
Zayn no aguantaba más sonreírle a cada persona que se le cruzaba enfrente y fingir que no le importaba cómo Dustin, Perrie y Molly hablaban animadamente como si fueran familia. Era irritante, cada segundo que pasaba, cada mirada intensa de aquel hombre fija en su mujer.

De todas formas, se permitió sonreír un poco al recordar cómo la pequeña Molly se había sonrojado al verlo. Si bien ya había pasado más de quince años desde aquella noche; ella aún sentía vergüenza de mirarlo a la cara. Y eso era tan divertido como adorable. Aunque debía reconocer que ahora ya era en verdad toda una mujer.

Unas manos frías taparon sus ojos antes de que tuviera oportunidad de llevarse el vaso de whiskey a la boca. Sus pensamientos se esfumaron en su mente en cuanto la achispada voz femenina sonó a sus espaldas hablándole casi contra el oído.

-Adivina quién es.-

-Vea.- musitó.

En seguida volteó para encontrarse con la mirada de su sonriente ex, que enseñaba su blanca dentadura.