35.

996 49 9
                                    

Estuvieron solos recién una vez que ya fue de noche y ambos estaban en su habitación.
Zayn salía de ducharse, con una toalla blanca atada a la cadera y el cabello demasiado mojado y despeinado como para no gotearle.
Perrie estaba buscando un camisolín dentro de uno de los cajones de la cómoda, dándole la espalda.

-Necesito que hablemos.-

-Lo sé, yo también lo necesito.- asintió ella, girando para poder verlo a los ojos. -El otro día dijiste que cometiste un error. Y yo también cometí uno, por no decir varios. Jamás fue mi intención lastimarte ni hacerte sentir obligado a hacer algo que no querías hacer. Fui muy estupida y ciega.-

-Debería haberte dicho lo que me estaba pasando.- admitió.

-Es cierto. Pero fuimos ambos los que cometimos errores.-

-Necesito preguntarte algo. Sé que me queres, y sabes que yo también lo hago; creo que eso no está en discusión. Pero.. hemos permitido que nuestra relación tome un camino tóxico para ambos, y no es justo ni sano seguir así. ¿Te sentís agobiada por mí?-

Ella no esperaba esa pregunta. La mujer había imaginado que iba a preguntar si aún quería seguir con su matrimonio, así que por un lado se había sentido aliviada pero a su vez estaba sorprendida.

-¿Agobiada?-

-Siempre quise darte todo, quizá no me di cuenta y estaba demasiado encima tuyo; o estaba constantemente queriendo agasajarte. Quizá eso no es lo que vos esperabas de un marido.-

-Zayn, no podría sentirme agobiada cuando hace diez años que somos pareja y jamás me impediste nada. Conozco tantas mujeres que viven casi como si fueran una propiedad más de su marido, que no trabajan porque no se los permiten, que las tienen de trofeo... ¿Cuántas veces he viajado sola o con Eleanor? ¿A caso no tengo mi propio emprendimiento y trabajo cuanto y de lo que quiero? No podría tolerar vivir con un hombre que me mandara o me pusiera prohibiciones. Y vos sos todo lo contrario a ese tipo de personas, siempre has sabido darme mi espacio.-

-¿Y pedirte que dejemos de compartir cama con otras personas? ¿No es privarte de algo?-

-No. Es decirme lo que sentís. Cuando uno está en pareja, la sexualidad de cada uno deja de ser completamente individual. Estuvo mal que hiciéramos algo que vos no querías, porque también estabas en tu derecho de decir que no querías participar.-

-Pero aún así, me molestaba pensarte con otro hombre, sola.-

-Porque somos una pareja monógama. Jamás acordamos en permitirnos dormir con otras personas, solo aceptamos hacerlo estando ambos presentes. Yo tampoco quisiera enterarme de que estuviste con otra mujer.- explicó, ahora que al fin terminaba de ver las cosas como realmente eran, y ante la necesidad de enmendar las cosas con Zayn.
-Por un momento, nos animamos a hacer algo que mucha gente es incapaz de hacer: abrir un poco más la sexualidad de su matrimonio. Y llegamos a un límite. Al menos por el momento, no somos lo suficientemente abiertos como para poder seguir con lo que hacíamos ni para tolerar que cada uno haga la suya por su parte sin sentirlo como una infidelidad. Y no está mal, no está mal porque no me estás prohibiendo nada; soy yo la que elige estar bien con su marido y dejar de hacer tríos. No me estás obligando a nada, Zayn. Si así lo sintiera, ya te hubiese pedido separarnos.-

-No queres divorciarte.- aseguró, más para sí que otra cosa, pero su voz soñaba con un tono de pregunta.

-¿Por qué querría separarme de un hombre que amo y que me ama?-

-Porque nos estamos haciendo mal.-

-La situación en la que quedamos, nos hacía mal. Pero no siento que vos me hagas mal, y sé que yo sí te lastimé a vos. ¿Vos queres que nos divorciemos?-

-Yo te amo. Solo lo aceptaría si vos quisieras hacerlo, o si sintiera que yo te hago mal. O si por alguna razón yo dejara de sentir lo que siento por vos, pero ese no es el caso, y no siento que sea posible tampoco.-

-No me haces mal.- insistió -Y yo también te amo, no quisiera estar con otra persona.-

Por unos segundo se miraron. No sintieron necesidad de hablar más. Ya habían dicho todo lo que tenían que decir: que se querían, que aún se elegían, que se merecían, que funcionaban bien juntos, que eran buenas personas, y a fin de cuenta, que podrían volver a ser el matrimonio que habían sido siempre, uno sincero y con amor de por medio.

El moreno se acercó un poco más y le tomó una mano, acariciando el dorso con el pulgar.
Ella soltó el aire que por alguna razón había estado conteniendo y él sonrió, acariciándole una mejilla con su otra mano. Compartieron un beso lento y tierno, quizá algo melancólico porque una vez más, ella sentía el rostro mojársele con lágrimas, incluso cuando el beso se tornaba más arduo.

-¿Desde cuando lloras?- rió contra su boca, sus narices se rozaban.

-No lo sé. Últimamente estoy muy llorona.-

Él volvió a besarla, y la abrazó, apretándola contra su cuerpo aún húmedo por la ducha recientemente tomada.

Permanecieron abrazados por mucho tiempo, como si necesitaran sentirse el uno al otro. Como si ahora sus cuerpos estuvieran haciendo las paces.

-Extrañaba esto.- susurró contra el hombro masculino -Abrazarte, besarte..-

Se separaron un poco, aún abrazados, para mirarse a los ojos. Zayn le besó una mejilla.

-Sabes.. cuando recién estabas hablando acerca de nosotros y de lo que elegís, lo que pensas, lo que sentís.. volví a escuchar a la mujer de la que me enamoré hace tiempo.-

-No era tan mujer en ese entonces.- le recordó -Tenía ¿qué? ¿Veintiuno? ¿Veintidós?-

-Eras una mujer.- le aseguró -Una vez que te conocí ya no pude quitarte de mi cabeza.- recordó, mirándola a los ojos.

-Lamento si me comporte como una adolescente incoherente durante este último tiempo.-

-Sólo estoy feliz de que estemos acá, así.- restó importancia, tomándole el rostro con ambas manos por debajo de los ángulos de su mandíbula -Gracias.-

-¿Por qué?-

-Por confrontarme, y por saber disculparte. Y por aceptar las mías. Por dejar de lado tus fantasías.-

-No dejé de lado mis fantasías. Tuve una, y vos me permitiste cumplirla. Ahora puedo tener nuevas. Pero estas nos van a involucrar solamente a vos y a mí, y quizás a algún que otro.. juguetito.-

-¿Y ya se te ocurrió alguna?-

Perrie se acercó más a él, y susurró en su oído causando una sonrisa en el rostro de su marido.

Entonces lo empujó hacia atrás, haciéndolo caer en la cama. Se mordió el labio inferior ante la postal. Finalmente se subió a horcajadas sobre él.

________________________________________________________

Ya queda muy poco!

¿Qué opinan?
Quiero saber qué creen acerca de su reconciliación, sobre todo considerando que muchos de ustedes esperaban que se separaran.

Muchas gracias por leer, votar y comentar! Espero que les haya gustado este capítulo.

Enough Room For Three? |ZERRIE|Where stories live. Discover now