Enough Room For Three? |ZERRIE|

37.

-Hay algo que tengo que decirte.-

Era lunes por la noche y quince minutos atrás Zayn había llegado de la empresa, entonces se habían sentado a la mesa y habían empezado a degustar la cena. Esa noche Doniya había dicho quedarse a dormir en su antiguo cuarto en casa de sus padres, había decidido volver a vivir con ellos junto con su hija.

-¿Es la razón por la que preparaste mi comida favorita?-

-Quizá.- sonrió de lado la rubia, sabiendo que tenía razón.

-Bueno, entonces supongo que es algo bueno. ¿O a caso preparaste algo que me gusta para contrastar un mal trago?-

-Era para festejar. Creo que.. es una noticia que va a gustarte.-

-De acuerdo, vamos, quiero saber qué es.-

-Estoy embarazada.-

La reacción de Zayn había sido memorable, y de haber podido, Perrie juraba que la hubiese grabado.
Había empezado a masticar en cámara lenta, sin poder dejar de mirarla, procesando la información lentamente.

-¿Qué?- estaba sonriéndole.

-Lo confirmé con un estudio de sangre.- asintió -Y tengo que ir al médico este viernes.-

-No puedo creerlo.- rió, poniéndose de pie  para cruzar al otro lado de la mesa y abrazar a su esposa. -Cielos.-

Perrie devolvió el abrazo, contenta de verlo feliz con la noticia. Jamás había pensado que incluso ella iba a sentirse así al enterarse que estaba embarazada, no cuando todo ese tiempo se había negado a si quiera pensar en la idea de tener un hijo. Pero se sentía dichosa.

-¿Cómo es posible? Creí.. creí que no querías tocar el tema hasta en unos años, dijiste.. ¿Estás llorando?-

-Te dije que últimamente lloro mucho.- rió, sorbiendo la nariz, con las mejillas mojadas y el dorso de una mano intentado secarlas. -Yo.. fui la primera en saber acerca de lo que le ocurría a Waliyha. Ella estaba tan destruída.. me partió el alma, y me hizo pensar en lo mal que me sentiría estando en su lugar. Me di cuenta que quería tener hijos con vos, porque te amo y porque la idea de no poder formar una familia juntos empezó a darme miedo. Olvidé tomar mi pastilla ese día, pero supongo que fue algo inconsciente. Cuando lo noté, no volví a tomarlas. Sabía que volver a hacerlo podría ser riesgoso si por alguna razón ese olvido había permitido que quede embarazada. Y ahora que lo pienso, estuve muy mal.. debería haberte dicho que no estaba tomándolas; debería haberte consultado si..-

-Estoy feliz de que estes embarazada.- le interrumpió, negando; le tomaba el rostro entre ambas manos. -Yo te había dicho que quería hijos, amo la idea de que vayamos a tener uno.-

-Lamentó no haberte contado, eso estuvo muy mal.-

-Quizá lo correcto hubiera sido que lo habláramos antes. Pero sabías que yo también quería, y en serio estoy feliz.- sonrió, besándola una vez más. -Te amo tanto.-

-Yo también te amo.- le abrazó por los hombros, cruzando los brazos por detrás de su cuello.

-Adoro esta canción.- sonrió Perrie, subiéndole el volumen.

Iban por la carretera camino a su hogar, tras haber pasado todo el día en casa de Waliyha.
Esa tarde habían visto por segunda vez a los dos niños que ella y Erik habían conocido en uno de los centros de adopción que habían estado visitando durante los últimos meses. Habían logrado entrar en la lista rápidamente y teniendo algunos contactos convenientes las cosas habían sido más aceleradas que de lo normal; definitivamente ambos cumplían con todos los requisitos y habían aceptado someterse a cuanta prueba había sido necesaria para poder acceder a la adopción. Los dos niños se habían encariñado con ellos el mismo día que los habían conocido y habían notado que la pareja estaba dispuesta a adoptarlos a ambos, con lo que durante los últimos meses los habían visitado muchísimas veces. Eran un par de hermanitos, Leo y Theo; tenían seis y tres años respectivamente y habían sido abandonados dos años atrás en la puerta de una parroquia. Ambos eran adorables y desde hacía unas pocas semanas ya se encontraban viviendo con sus padres adoptivos, aún estaban bajo evaluación pero todos confiaban en que iban a poder quedarse: después de todo, Waliyha y Erik eran buenas personas, se comportaban dignamente como verdaderos padres y por sobre todo tenían mucho amor para dar.