Capítulo 3

21.3K 1.6K 439
                                    

CAPÍTULO 3


    La música resonaba en mis oídos. Todos a mi alrededor bailaban alegres una melodía que no conocía. Cheryl estaba acompañada por un chico del cual tampoco sabía nada. Betty y Veronica habían venido ambas con Archie, aunque estaba segura de que la rubia quería estar a solas con su mejor amigo. Se le notaba en la mirada cuán enamorada estaba de Archie, así que probablemente Ronnie estaba tratando de ayudarla. Yo me había quedado con Kevin, quien me insistía una y otra vez en bailar un rato. Sinceramente, no estaba de humor, claro que no lo había estado desde lo que todos creían la muerte de mi hermano, aunque yo sabía que solo era una desaparición. De todas formas las cosas no eran lo mismo sin él, yo no era la misma, desde luego. Mis ganas de disfrutar se habían esfumado por completo, así que Kevin estaba haciendo intentos absurdos para conseguir que bailara.

    ―Tienes que empezar a divertirte más, Blaze ―comentó antes de marcharse a la pista y dejarme sola.

    Desde mi posición veía a Reggie y sus amigos, lo que me provocaba escalofríos. Decidí moverme un poco, fingiendo buscar algo con exagerado interés. Bebí un poco de ponche, que sabía horroroso, y continué mirando a los alumnos disfrutando de la noche. Mis ojos se posaron en Nick Reedus, el cual tenía de acompañante a Sarah Thompson. Me mordí el labio sintiéndome insegura. Sarah era guapísima, deslumbraba entra la multitud, no como yo. Además, Nick no me conocía tanto como para invitarme. Solo se había acercado a mí por mi hermano y dudaba que eso fuera una señal de amistad. A quién pretendía engañar, nada tenía sentido. No tenía sentido que estuviera aquí, observando cómo el grupo de amigos con el que había venido eran capaces de divertirse con el ambiente pero yo no, o cómo Cheryl podía estar en esta sala sin pensar en Jason, o cómo Nick bailaba con otra porque nunca se había fijado en mí. De repente necesité salir porque me estaba ahogando. Podía notar que me faltaba el aire, mis pulmones luchaban por conseguir oxígeno, pero no lo encontraban por ninguna parte. Me hice paso a trompicones entre los estudiantes, dirigiéndome hacia la puerta como si jamás hubiera anhelado otra cosa con tanta fuerza. Una vez que la abrí, el aire nocturno me chocó en la cara y pude respirar con calma. Noté como mi pecho subía y bajaba rápidamente, absorbiendo todo el oxígeno posible, casi disfrutando del momento. Tenía los ojos cerrados y los apretaba con un repentino miedo. Cuando los abrí mi primera reacción fue mirar al frente, que estaba totalmente vacío. A continuación posé mi mirada sobre una figura sentada a mi izquierda, con un gorro que me era imposible no reconocer.

    ―Hola, Jughead ―murmuré como si nos conociéramos de toda la vida.

    Estaba sentado en el borde de la acerca, mirando a la nada como si pudiera otorgarle todas las respuestas. Parecía rodearlo un aura de misterio, al fin y al cabo, se trataba de Jughead, el alumno más peculiar de todo el pueblo. No es que me hubiera molestado en hablarle demasiado a lo largo de mi vida, quizá un par de veces nos habíamos saludado cordialmente, pero se limitaba a eso, como con casi todos mis compañeros. Cheryl y Jason se habían burlando alguna que otra vez de él por ser diferente al resto, por escaparse de las garras de su reinado. La verdad era que, aunque quería con toda mi alma a mi hermano, había hecho cosas no muy buenas.

    Jughead me miró de soslayo, con apariencia de sorprendido por que le hablara. De todas maneras no me interesaba hacerlo, sino que lo había saludado por simple educación. No éramos cercanos como para tener una amistosa charla, pero tampoco pretendía tratarlo con la misma frialdad que mi hermana. Permanecí de pie sin saber muy bien qué hacer.

    ―No estás de un humor festivo, ¿eh? ―dijo él como respuesta.

    Elevé una ceja, siendo esta vez yo la extrañada.

BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅Where stories live. Discover now