Capítulo 40

10.4K 854 181
                                    

CAPÍTULO 40

    Estábamos en la casa de remolque de FP Jones. Las lágrimas caían sin control por mis mejillas y todo mi cuerpo temblaba. Por mis pensamientos pasaban veloces mil imágenes de mi hermano sonriendo, abrazándome, cuidando de mí como siempre lo había hecho. Pero también veía recuerdos nuevos que había construido hacía muy poco y, sin embargo, eran igual de importantes: Jughead y yo bajo la lluvia, en Pop's, bailando y riendo porque en esos momentos no importaba nada salvo nosotros. Todo se arremolinaba en mi interior para formar un huracán gigante que acabaría conmigo. Justo cuando por fin conseguía dejar a Jason a un lado volvía para acecharme de la peor manera, como si la vida no quisiera que pasara página, como si ya no pudiera existir un futuro feliz para mí. De nuevo me encontraba perdida. Ya no había salidas para el dolor ni descanso para Jason.

    Jughead se había tirado el suelo y con las manos cubría su rostro. Escuchar sus sollozos me hizo reaccionar. Habíamos venido corriendo hasta aquí desde la casa de Archie por un impulso de Jug. Yo no había parado de llorar en todo el camino, mientras que hasta entonces él solo semejaba enfadado con el mundo. Ahora que la tristeza había llegado a Jughead me sentía impotente. No hacía demasiado tiempo, yo misma prácticamente había acusado a FP de asesino, por lo que habíamos discutido. Esto era diferente, era la cruda y fría realidad que chocaba contra ti con gran fuerza. Me acerqué a Jughead poniéndome de rodillas. Con delicadeza, quité las manos de su cara y las reemplacé por las mías, las cuales apoyé sobre sus mejillas. Había contemplado en numerosas ocasiones los ojos apesadumbrados de Jug, quizá demasiadas, aunque esa vez superaban todos los límites. Lo notaba tan indefenso, tan roto por dentro como yo, que se me partió el alma.

    ―Juggie... ―susurré.

    ―No ―cortó. Su voz pretendía ser firme pero no lo logró―. Deberías odiarme, Blaze.

    Me mordí el labio inferior. Jughead ya sabía que jamás sería capaz de odiarlo. Se había convertido en una parte esencial de mi vida

    ―No te odio.

    Jughead sacudió la cabeza, pero no hizo ningún amago de alejarse. De momento estaba dolido y no podía contar con que razonara. A mí misma me había sucedido desde la muerte de Jason. Muchas veces no conseguía distinguir lo que me decía mi cabeza de lo que me señalaban mis sentimientos, aunque confiaba poder hacerlo con el tiempo.

    ―Mi padre... ―murmuró Jug. Pasé mis pulgares por sus mejillas para secar las lágrimas que todavía caían por su rostro―. Lo ha matado... ha matado a Jason.

    ―Ni siquiera sabemos cómo han descubierto eso. ¿Y si es falso? ―dije tratando de que se tranquilizara―. No es tu culpa, no puedes cargar también con esto.

    ―Pero te he fallado.

    Contuve mis enormes ganas de llorar. Si Jughead continuaba diciendo esas cosas no podría impedir por mucho más tiempo que las lágrimas volvieran a salir. Uní nuestras frentes y por unos segundos no dije nada. Tenía la mágica esperanza de que si permanecíamos así el suficiente tiempo todo se tornara en una fantasía, un sueño del que podríamos despertar. Sabía a ciencia cierta que jamás ocurriría; hacía tiempo que había aprendido que mi vida era una pesadilla sin fin.

    ―No eres un asesino, Jughead Jones ―aseguré en un débil susurro. Cerré mis ojos―. Nada podría hacer que dejara de quererte, ni siquiera esto.

    Escuchaba la respiración agitada de Jug, incluso si corazón que latía desbocado. En la soledad del lugar cada mínimo detalle se convertía en grande. Levanté mis párpados despacio. Él ya no lloraba, pero no conseguía calmarse.

BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅Where stories live. Discover now