Capítulo 25

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CAPÍTULO 25

    Mi vestido era rojo, como mi pelo, como los labios perfectamente pintados de Cheryl, como la sangre. Entre la nieve que cubría el bosque, se trataba de un elemento que destacaba y teñía de color el paisaje. Si bien el rojo tendía a dar calor o representar el fuego, no podía sentirme más fría, y no me refería solo al gélido día. Expulsé el aire provocando que apareciera vaho frente a mi cara. Unos diminutos copos caían del cielo para depositarse sobre mi cabello como si fueran adornos. Podía ver a Archie y a Cheryl caminando unos metros más adelante, siguiendo a mis padres y al resto de gente de confianza de papá que había decidido venir para celebrar la recolección inaugural de savia. En realidad solo estaban aquí para aprovechar la oportunidad que les otorgaba la muerte de Jason, ya que así les sería más fácil hacerse con el negocio de sirope de arce familiar. Sí, quizá ellos eran tan venenosos como yo. Quizá todo Riverdale estaba emponzoñándose, muriendo lentamente delante de mis ojos y era por mi culpa.

    ―¡Blaze!

    Giré la cabeza en dirección a Polly y forcé una sonrisa. La chica se posicionó a mi lado y continuamos caminando juntas.

    ―¿Cómo lo llevas?

    Me encogí de hombros. No podía negar que estos días estaba actuando de forma extraña, pero para mis padres era normal. Solía ser muy seca con ellos, de modo que mi comportamiento no era alarmante en este caso. Sin embargo, Polly me había conocido como una muchacha alegre, llena de vida y energía y que pretendía darlo todo. Incluso Cheryl se habría dado cuenta.

    ―¿Qué tal la investigación? ―añadió Polly refiriéndose a la búsqueda del asesino de Jason.

    ―Sin novedades ―me limité a responder con tono apagado.

    A estas alturas ya no estaba siquiera segura de que fuéramos a encontrar más pistas que pudieran resolver el caso. Si el sheriff Keller no era capaz, ¿por qué íbamos a serlo nosotras? Estaba totalmente desganada y desanimada; lo único que necesitaba con ansias era tirarme en la cama y tomar helado, una tarrina bien grande como las que me traía Cheryl.

    Mis padres, así como el resto de presentes, se pararon al llegar a un árbol concreto. Polly y yo nos hicimos paso entre la gente para alcanzar la primera fila. Mi hermana mantenía la cabeza alta, mostrándose poderosa y sin miedo. Por la expresión de Archie me figuré que no se encontraba demasiado cómodo, pero trataba de contentar a Cheryl. Mi padre se colocó enfrente de todos y se aclaró la garganta para dar su discurso.

    ―Hace casi cien años que el abuelo Blossom llegó aquí, comenzando la tradición. He llevado a cabo esta ceremonia muchas veces a lo largo de mi vida. Mi hijo Jason, cuando tuvo la edad suficiente, también lo hizo. Hoy pongo en su lugar a mis hijas Cheryl y Blaze.

    Cheryl me tendió su mano, la cual tomé con recelo. Había visto en bastantes ocasiones a papá llevando a cabo la ceremonia y unas cuantas a Jason. Lo que no había imaginado era que llegaría el día en el que mi hermano no estuviera aquí para hacerlo y tuviera que ser sustituido. Por una parte reconocía que sí estaba bien, puesto que Cheryl podría demostrar cuán capaz era ante nuestros padres. Mi hermana y yo nos aproximamos al árbol, donde cogí el cubo. Ella puso la espita en el tronco. A continuación yo sujeté el cubo debajo de esta. Cheryl tan solo debía golpear el tronco y esperar a que cayera la savia, pero en sus ojos descifré que para ella era mucho más complicado que eso. Si fallaba, incluso aunque no fuera su culpa, sería torturada por mis padres, humillada por los presentes y considerada no válida para continuar con el linaje de los Blossom. Quien tendría que estar en el lugar de Cheryl era Jason, mientras que mi hermana era la que solía sujetar el cubo. Jamás lo había hecho ella.

    ―Cheryl, lo conseguirás ―susurré.

    Vi cómo tragaba saliva y asentía de forma leve. Tomó aire para luego golpear el árbol con fuerza. Fueron solo unos segundos los que pasaron hasta que la savia empezó a caer a chorros. En el rostro de mi hermana se dibujó una sonrisa sincera llena de orgullo, de la cual yo me contagié.

    ―Sabía que podías ―dije en bajo para que solo ella me escuchara.

    De alguna forma había sacado fuerzas para animar a Cheryl porque, ante todo, ella debía ser la primera en mi vida y no Jughead. Si me sentía mal por él tenía que dejarlo a un lado y apoyar a mi hermana en un momento difícil. Solo tenía que alejar esos malditos pensamientos que luchaban por destruirme en el interior.

    Una vez que el cubo estuvo lleno, me levanté y se lo enseñé a mi madre, la cual asintió con aprobación. Mi padre lo tomó entre sus manos, echándole un vistazo para comprobar que todo estaba bien. Cheryl no tardó en unirse a nosotros, temerosa de la reacción de nuestros progenitores. Papá le dio una palmadita en el hombro.

    ―Estoy orgulloso de ti, Cheryl Blossom.

    Esperé a que me dijera algo, pero ese momento no ocurrió. La relación con mis padres no era la ideal, pero no pude evitar sentirme dolida porque no dirigiera algún comentario hacia mí. Daba igual, de todas formas yo no quería ser una Blossom. Me mordí el labio para callar las sombras que acechaban dentro de mí, batallando por salir.

    ―¡Eh, Blaze!

    Una figura apareció a mi lado.

    ―Archibald ―lo saludó mi madre alegre.

   ―Hola, señores Blossom ―contestó este―. ¿Les importa que les robe un momento a Blaze?

    ―En absoluto. Blaze, cariño. ―Papá señaló a Archie.

    Dudando, me acerqué al pelirrojo. En ese instante todo el mundo inició la marcha de vuelta a Thornhill, por lo que Archie y yo nos vimos obligados a mantener nuestra charla mientras caminábamos. Crucé los brazos sobre el pecho a la espera.

    ―Jughead me lo ha contado ―soltó.

    Mi estúpido corazón decidió que era una buena ocasión para latir de manera desbocada. Solo deseaba que mi acompañante no se diera cuenta.

    ―¿El qué?

    ―Vuestra discusión ―explicó él―. Me ha contado que estáis saliendo, pero que habéis discutido porque no quería venir aquí y acusaste a FP de asesino.

    ―No he dicho que FP fuera el asesino, solo era una teoría entre muchas. Y no podemos negar que está relacionado ―repliqué enfadada.

    ―Escucha, Blaze. ―Archie posó su mano sobre mi hombro, haciendo que nos paráramos―. Jughead está perdidamente enamorado de ti. Madre mía, es un imbécil enamorado. ―Soltó una corta carcajada―. Entiende que la situación por la que ambos pasáis no es la más idónea y cada uno tiene que sacrificar un poco.

    Permanecí en silencio con sus palabras. La nieve comenzaba a caer con más fuerza, precipitándose hacia el suelo casi de forma violenta.

    ―No puedes renunciar a tus ideales y opiniones por una persona ―prosiguió Archie―. Sin embargo, los dos tenéis que entender el punto de vista del otro. Una relación se basa en la confianza y el respeto, así que si no entendéis esos conceptos quizá no estéis preparados para estar juntos.

    No sabía en qué momento Archie Andrews se había vuelto tan maduro, pero sí sabía con total seguridad que tenía razón.

BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang