Capítulo 11

15.3K 1.3K 307
                                    

CAPÍTULO 11

    Pasé por casualidad por la habitación de Jason y vi a Cheryl tendida boca arriba. En seguida entré llena de preocupación. Que mi hermana estuviera tumbada sobre la cama de Jason no podía significar nada bueno, de hecho, solo le evocaría más recuerdos y le provocaría un mayor dolor. Ella no se dio cuenta de mi presencia hasta que me senté a su lado y el colchón se hundió un poco bajo mi peso.

    ―¿Qué pasa?

    Cheryl se irguió y se apoyó sobre los codos para mirarme. Distinguí una mezcla de tristeza y enfado en sus ojos. Estaba claro que hoy Cheryl no ocultaría sus emociones como otras veces, sino que pretendía compartirlas conmigo. Agradecía que hiciera eso, ya que desde que se había empezado a mostrar más abierta y amigable conmigo nuestra relación había cambiado para bien. No era un momento fácil para ninguna de las dos, ya fuera por la muerte de nuestro querido hermano o porque el odio de nuestros padres se incrementaba día tras día.

    ―Mamá me acaba de decir que no podremos decir nada en el memorial de Jason ―confesó en un susurro.

    ―¿Qué?

    Abrí los ojos de par en par, perpleja por las noticias. No podía creer que nuestra madre no nos permitiera dar nuestro último adiós a Jason. Comprendía incluso que nos odiara, pero esto superaba los límites de su crueldad. Ella sabía lo mucho que amábamos a nuestro hermano y que no dejarnos decir algo en su memorial nos afectaría bastante. Por esa razón lo había hecho. No era un ser humano, sino una persona envenenada de malas intenciones, al igual que mi padre. Aunque mamá era severa, por lo menos no era tan violenta como nuestro padre.

    ―No pueden hacer eso ―protesté―. Hablaré con ellos.

    Cheryl suspiró. Tal vez hablar con ellos cuando nuestra relación era la más dañada de la familia Blossom no era una buena idea después de todo. Simplemente, no podían impedirnos decirle adiós a Jason. Era un derecho que debíamos tener porque, desde luego, lo queríamos más que ellos.

    ―Piensa que los humillaremos ―continuó Cheryl.

    ―¡Siempre con sus estúpidas apariencias! ―exclamé a punto de explotar―. Se han pasado con esta jugada y no me voy a quedar de brazos cruzados.

    ―¡No, Blaze! Imagina lo que nos harán si interferimos en sus planes justo ahora ―me reprochó mi hermana.

    Tenía razón, pero no podían salirse de rositas así como así, y más en un asunto como este. Cheryl y yo le diríamos adiós a Jason, no nos quitarían también eso. Esa noche mi hermana y yo dormimos juntas en la cama de Jason. Ninguna quería estar sola después de saber la noticia, y menos cuando quedaba tan poco para despedirnos de Jason, si es que finalmente conseguíamos hacerlo.

    Ir al instituto la mañana siguiente fue un gran suplicio. Tal solo quedaba un día para el memorial de Jason, en el cual no sabía siquiera si podría hablar, y todo Riverdale parecía agitado. Yo me encontraba devastada, pero decidida a enfrentarme a mis padres una vez más si con ello conseguía justicia para mi hermana y para mí. Durante la clase de Historia dejé de prestar atención para escribir pensamientos en una hoja en sucio. De repente el lápiz tomó el control y empecé a redactar todo lo que se me venía a la mente sin orden alguno, plasmando todas mis emociones y frustración. Cuando me quise dar cuenta había escrito un enorme párrafo dedicado a Jason. Lo releí cuidadosamente. Si lo pulía un poco y lo acortaba quizá sería una bonita despedida para su memorial.

    Jason, para mí eras más que otro jugador del equipo, otro alumno del instituto u otro ciudadano de esta ciudad decadente. Eras mi hermano y protector en la familia que nos ha tocado. Contigo me sentía a salvo, querida, infinita. Pensar que jamás podré compartir de nuevo esos momentos contigo me rompe el alma, por eso espero que estés en un lugar mejor y que seas feliz. Deseo decirte que te quiero y nunca dejaré de hacerlo, Jay Jay. Lucharé el resto de mis días hasta mi último aliento para librar las batallas que tú no pudiste. Caminaré contra la marea y el viento si con ello puedo hacer que te sientas orgulloso. Tú me cuidaste. Ahora soy más fuerte y no permitiré que me derrumben. Me has enseñado bien, hermano. Te quiero, Cheryl te quiere y Polly también, esté donde esté. Siempre permanecerás con nosotras.

BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora